Se desfonda sin remedio
Humberto Musacchio
Armando Ríos Piter anunció que deja el Partido de la Revolución Democrática para pasar al Movimiento de Regeneración Nacional, con lo cual ya suman nueve los senadores que renuncian a los rayos del sol azteca, con lo cual la bancada aurinegra en la llamada cámara alta se queda con solo 13 integrantes de los 22 que la constituían en 2012.
A este paso, el Partido de la Revolución Democrática dejará de ser PRD para convertirse en PIB, partido de la involución burocrática, pues desde hace tiempo predomina en sus filas el canibalismo y en sus menguadas bases crece el malestar ante las inmensas fortunas de algunos dirigentes, su comportamiento de potentados y su imparable derechización.
El partido fundado en 1989 por los contingentes que apoyaron la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas, partido que, dicho sea de paso, usufructúa el registro electoral obtenido por el Partido Comunista Mexicano en 1978, va que vuela para convertirse en otro PARM o, en el mejor de los casos, en un nuevo PPS que se desliza hacia la desaparición por su actitud acomodaticia y falta de principios.
Las cosas se complican para el PRD al no haber llegado a un acuerdo con su aliado, el PAN, al que ha acompañado en importantes triunfos electorales en el papel de pariente pobre, al que los albiazules arrojan las migajas del éxito, porque los principales cargos son invariablemente para la mochería panista y en algunos casos para tránsfugas del PRI.
Renuncia al #PRD. La realidad ya rebasó a los partidos, necesitamos algo nuevo para alcanzarla. https://t.co/4fmxFcBu8V #ReporteJaguar pic.twitter.com/Q7xAiMCk44
— Armando Ríos Piter (@RiosPiterJaguar) February 16, 2017
Quien quiera explicarse la acelerada erosión del PRD, revise su historia de casi tres décadas y verá que si bien recibió a cuadros brillantes y con liderazgo, recogió sobre todo a priistas que abandonaron su partido de origen porque les faltaba estatura política. En el crisol perrediano se fundieron con exmilitantes del llamado Partido Socialista de los Trabajadores, quienes al verse marginados de los dineros por su máximo líder, Manuel Aguilar Talamantes, optaron por cambiar de domicilio político.
El PRD actual se desfonda sin remedio, pues antes se habían ido los senadores Alejandro Encinas, que se quedó sin partido; Sofío Ramírez, ahora priista; Martha Tagle, que anda en el Movimiento Ciudadano; y Benjamín Robles, que medra en el PT. La salida de Ríos Piter vendrá a acelerar la implosión del perredismo y la ganancia es para Morena, que se fortalece con estos movimientos, pues antes que Ríos Piter llegaron a este partido el tabasqueño Manuel Merino, el ebrardista Mario Delgado, el morelense Rabindranath Salazar y el chiapaneco Zoé Robledo.
¿Acaso huelen un triunfo morenista en 2018?



