Principios, fortaleza y dignidad

Luis Humberto Fernández Fuentes

La diplomacia y los asuntos públicos se desarrollan en la “neblina” del momento, en la cual el calor impide tener la claridad que dará el tiempo. En este sentido, es primordial eliminar el ruido, los temores infundados, los dogmas absurdos y los prejuicios, así, el papel del Senado de la República es y ha sido la conciencia crítica, reflexiva, activa y responsable en esta era Trump.

Frente a un gobierno tibio, titubeante, confundido, más preocupado por administrar que por resolver los problemas del país, el Senado debe ser parte fundamental en la construcción de una política de Estado.

Con una postura de principios, fortaleza y dignidad, lo primero es plantear cuál es la tensión principal entre lo que prevalecerá: el derecho internacional o el abuso del poder, el libre mercado o el proteccionismo, los derechos humanos o las políticas de Estado, y el papel de México frente a cada uno de ellos.

A partir de esto, se requiere definir una estrategia de manera conjunta con el gobierno federal y otros actores necesarios. La estrategia es muy clara: hacer predominar el derecho internacional, el Estado liberal y de derechos humanos, frente a quien aspira a ser un dictador.

En la práctica se traduce en: a) impedir por la vía jurídica que predominen acciones irracionales y obsesivas, b) tener una posición de negociación fuerte, que no se logra a partir de una posición bilateral; es fundamental construir alianzas con los “damnificados” del proyecto Trump (casi todo el mundo), y con quien compartimos intereses y principios, pero solo podremos lograrlo con autoridad moral y con una posición de negociación fuerte y firme, así como: c) litigar en los foros internacionales.

México debe exponer ante el Consejo de la ONU, OEA, Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Organización Mundial de Comercio y UNESCO, por mencionar algunos organismos internacionales, el caso de este abuso.

Se tiene la razón jurídica y moral, existen antecedentes que le dan fortaleza al argumento y a la posición. Casos de discriminación racial como el de apartheid, o muchos otros, son valiosos para entender lo que sucede.

Nuestro país es la confluencia de los valores más altos de la cultura occidental, Estado de derecho, derechos humanos y derecho internacional. Sin embargo, no ha podido articular una estrategia que plantee sus razones frente a decisiones tan absurdas, peligrosas e inútiles.

En este momento se ha hablado mucho de la unidad nacional, sin duda los mexicanos estamos unidos contra Trump, pero este sentimiento ha sido mal entendido, como un ánimo de darle un “cheque en blanco” a un gobierno que no convoca. Así, el papel fundamental del Senado de la República es construir una ruta desde la pluralidad, con una orientación clara del interés nacional para hacer de esta una agenda de activismo y litigiosa, frente a la política de Trump que obviamente no representa el sentimiento de todos los norteamericanos.

La ocurrencia y las actividades aisladas resultan contraproducentes, abonan al ruido y a la confusión. Solo con claridad estratégica podremos hacer frente a un reto de este tamaño.

@LuisHFernandez

Senador de la República

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