Por EL IMPARCIAL

El cuarto y quinto puestos son para Cantabria y País Vasco. Detrás están, por este orden, la Asamblea de Extremadura (6º), el parlamento de Murcia (7º), la Junta General del Principado de Asturias (8º), el parlamento de La Rioja (9º) y, en décimo lugar, el Senado.

El parlamento de Andalucía ocupa el último lugar (19º) y entre los cinco últimos figuran el Congreso de los Diputados (15º), el Parlamento de Navarra (16º), el de las Islas Baleares (17º) y las Cortes de Aragón (18º). Por abajo están también el de Galicia (11º), las Cortes de Castilla y León (12º), las de Valencia (13º) y el de Cataluña (14º).

El presidente de Transparencia Internacional España, Jesús Lizcano, ha hecho especial hincapié en que todos los parlamentos han mejorado su índice de transparencia con respecto al primer informe elaborado en 2014. Por aquel entonces la puntuación media global fue de 64,1 puntos sobre 100, mientras que en esta segunda edición, en 2016, la media ha sido de 82,2 puntos.

Los parlamentos ya no son una “torre de marfil” alejada de los ciudadanos. La tendencia ahora es ir acercándose a lo que llamamos “parlamentos abiertos”. No obstante, Lizcano ha puntualizado que todo lo que no llegue a la puntuación de cien “defrauda” y es “insuficiente”, porque los parlamentos cuentan con todo lo necesario para alcanzar la máxima transparencia.

Este objetivo solo lo ha logrado la Asamblea de Madrid, que “se ha puesto las pilas y, prácticamente, lo publica todo”. Los cuatro parlamentos siguientes del ránking también superan los 90 puntos en valoración global.

No lo hacen bien tanto el Congreso de los Diputados como el Senado, que, aunque en ambos casos han mejorado su calificación al pasar de 65 a 68,8 puntos la Cámara Baja y de 82,5 a 83,8 la Cámara Alta, los dos han bajado su posición con respecto al índice de 2014. Entonces ocuparon el décimo y el tercer puesto, respectivamente.