Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, ha expresada este jueves y a las claras la incertidumbre que los primeros 10 días de Donald Trump en la Casa Blanca han causado para las autoridades del Viejo Continente. Así, el mandatario ha querido expresar -mediante una carta de invitación enviada a los 27 países de la Unión Europea (menos Gran Bretaña) con motivo de la cumbre que se celebrara el 3 de frebero en Malta- su “preocupación” ante lo “impredecible” del futuro que atisba tras las primera medidas del equipo de Gobierno de EEUU.
Por EL IMPARCIAL

Los grupos políticos de la Eurocámara elevaron este miércoles el tono contra las últimas decisiones del nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, como el veto a los refugiados, y criticaron que un antieuropeísta sea embajador estadounidense ante la UE.

Los grandes grupos de la Eurocámara, incluidos populares y socialdemócratas, mostraron su rechazo al nombramiento de Ted Malloch como embajador de EEUU ante la Unión Europea (UE) por sus declaraciones antieuropeas y reclamaron que los Gobiernos europeos se hagan respetar ante el socio estadounidense tras los ataques a los valores comunitarios.

El líder del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, señaló que la UE “no puede acreditar a alguien como Malloch, que dice que el euro está en su recta final, que el ‘brexit’ es solo el principio del fin. Es imposible colaborar con alguien así”.

Tanto Weber como su homólogo de los socialdemócratas, Gianni Pittella, coincidieron en reclamar a la primera ministra del Reino Unido, la conservadora Theresa May, que no siga “la senda de egoísmo” de Trump de forma que el “brexit” se convierta en “un caballo de Troya para destruir la Unión Europea”.

Pittella fue más allá al pedir a los gobiernos de la UE que se comprometan a no invitar a Trump a suelo comunitario hasta que no cambie su postura de hostilidad a la Unión Europea.

El cambio en la dirección estadounidense “pone a la UE en una situación difícil”. “Parece poner en cuestión los últimos setenta años de la política de Exteriores norteamericana“, advierte el mandatario en su misiva. Además, Tusk ha relatado un compilado de reflexiones porque los retos, consiguientes al nuevo paradigma generado por las elecciones norteamericanas, “que afronta ahora la UE son más peligrosos que nunca antes desde la firma del Tratado de Roma”.

Así, prosigue el escrito, la amenaza primordial “se relaciona con la nueva situación geopolítica en el mundo y alrededor de Europa”, con una China “cada vez más asertiva” y la “agresiva política” de Rusia hacia Ucrania y sus países vecinos y las “guerras, terrorismo y anarquía en Oriente Medio y en África, donde el islamismo radical desempeña un papel central”. Pero el ingrediente que hace más explisva esta mezcla, según su criterio son las “preocupantes declaraciones de la Administración norteamericana, que hace nuestro futuro altamente impredecible”.

Asimismo, Tusk relaciona el creciente antieuropeismo con el cambio de Washington. Pero, además del diagnóstico también aportó líneas de actuación. “La unión debe defender la dignidad de una Europa unida, orgullosa de sus logros, en la relación con las otras potencias”. “Debe -prosigue- tener el coraje de negarse a la retórica de los demagogos, que argumentan que la integración europea solo beneficia a las élites y que a los países les irá mejor solos que juntos” declaró para, continuar, subrayando que “es necesario adoptar pasos asertivos y espectaculares que cambiarían las emociones colectivas y revivirían la aspiración de llevar la integración europea al siguiente nivel. Debemos restablecer el sentido de la seguridad externa e interna y el bienestar socioeconómico de los ciudadanos europeos”

“Deberíamos recordar a nuestros amigos estadounidenses su propio lema: Unidos nos mantenemos, divididos nos caemos”, enfatizó tras alentar a que la UE no tire la toalla ante “aquellos que quieren debilitar o invalidar el vínculo transatlántico sin el que no podrían sobrevivir el orden y la paz”.

Por otro lado, el presidente de la Comisión Europea , Jean-Claude Juncker, no ha ido más allá del artículo que publicó en el dominical alemán “Welt am Sonntag“. “Tenemos que elegir el mundo en el que queremos vivir, elegir entre el aislamiento, la desigualdad y el egoísmo nacional, y la apertura, la igualdad social y el refuerzo de la solidaridad“, afirmaba el dirigente en ese texto. El portavoz de la CE, Margaritis Schinas, reaccionó a la medida migratoria de Trump recordando que “en la UE no discriminamos sobre la base de la nacionalidad, raza o religión“.

La CE se encuentra, según han filtrado algunos miembros del organismo, “analizando el asunto desde el punto de vista legal” y contemplando que “tomará las medidas necesarias si estas órdenes y el modo en el que se implementan tienen impacto en algún ciudadano europeo“. “Lo estamos analizando, nuestros abogados están en contacto para asegurarnos de que no hay una discriminación de nuestros ciudadanos“, especificó la fuente.
Por último, Federica Mogherini, representante de la Unión Europea para la Política Exterior, tampoco ha profundizado en su reacción más allá de las líneas publicadas en un artículod e su blog en el que aseguraba que “la Unión Europea seguirá apoyando, dando la bienvenida y ocupándose de aquellos que huyen de la guerra“. La prudencia se ha instalado en este lado del Atlántico en confrontación antitética con la volcánica vehemencia del magnate devenido en presidente de los Estados Unidos de América.