Gana credibilidad

José Luis Camacho Acevedo

Como nunca antes, el escenario de la alternancia está presente en el Estado de México, y es favorable a Morena, a pesar de la cantidad de recursos que se inyectan para comprar el voto; pese a la cooptación de las dirigencias locales de los partidos, y la fragmentación de las izquierdas que fracasaron en concretar un polo opositor, afirmó el senador Alejandro Encinas Rodríguez en entrevista para El Universal.

La contienda por la entidad de la que es originario el presidente de la república será “cuerpo a cuerpo”, sostiene Encinas Rodríguez, y en ello no se descartan tensión, violencia, campañas de miedo y rumor, como ya se ensayó, señala, en los saqueos del gasolinazo que, por corresponder a un patrón de acción, no fueron espontáneos.

Por su parte, el PAN resolvió atinadamente el dilema que le representaba elegir a su candidato al gobierno del Estado de México. Finalmente, postuló a Josefina Vázquez Mota, una excandidata presidencial que, repito, es la decisión más atinada por lo que señalan las encuestas que la colocan como la más popular entre la población, pero no es, para infortunio del PAN, la que le genera la unidad interna en una entidad que representa por muchas razones el adviento de lo que será el resultado de la elección presidencial de 2018.

La nominación de Vázquez Mota ocurre cuando el ambiente en el seno de las organizaciones políticas nacionales es de plena crisis.

Sin duda, el partido que vive su mejor momento es Morena, como dice Encinas. Tiene ahora una propuesta concreta: el fin de las desigualdades en el país basado en un gobierno honesto. Morena es el único partido que tiene credibilidad ante la sociedad a la hora de decir que está dispuesto a terminar con los regímenes de fueros y privilegios y a erradicar el cáncer de la corrupción que tiene sumido a México en una de sus más profundas crisis sociales y económicas.

Si el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador continúa con su estrategia incluyente, que le ha vendido funcionando muy bien hasta la fecha, y no cae en los excesos del mesianismo y de la crítica fácil, se ve muy difícil que a menos de 16 meses de los comicios presidenciales algunos de sus competidores puedan alcanzarlo.

La pugna por la candidatura presidencial panista, que pelean de una manera encarnizada Margarita Zavala, Ricardo Anaya, Rafael Moreno Valle, Miguel Márquez y Ernesto Ruffo, puede ocasionar una dispersión de su militancia en beneficio de los candidatos independientes.

La designación de Vázquez Mota como candidata al gobierno del Estado de México dará competitividad a esa organización, pero de ninguna manera le asegura un triunfo en el que será uno de los procesos más competidos en la historia, y tampoco es una señal de unidad del panismo nacional con vistas a la sucesión presidencial.

La crisis de identidad y la confusión de propuestas que sufren actualmente las organizaciones políticas mexicanas tienen su expresión más dramática en la desbandada que sufre el PRD. Los perredistas no han sido todavía capaces de designar aún a su representante en los comicios mexiquenses.

La huida de perredistas es una consecuencia de la manera facciosa y patrimonialista en que la manejaron chuchos, galileos y muchos etcéteras que representan a las llamadas tribus de aquel partido que fundó Cuauhtémoc Cárdenas como presidente, cuando Heberto Castillo y Jorge Alcocer cedieron el registro del PSUM al proyecto del michoacano.

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