Entrevista Alfredo Jalife/Internacionalista y Gerardo Rodríguez Sánchez Lara/Académico

Armando Reyes Vigueras y Gerardo Yong

Entre las acciones que Donald Trump emprendió a su llegada a la Presidencia de Estados Unidos está el enfrentamiento con los servicios de inteligencia de su propio país. Durante la campaña, criticó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en el contexto de las revelaciones que se produjeron respecto a la intervención de Rusia para manipular las elecciones presidenciales de noviembre pasado.

No obstante, el 21 de enero —un día después de tomar posesión— visitó las instalaciones de Langley, en Virginia, sede de la CIA para declarar que no la había criticado, además de ignorar preguntas que había hecho con anterioridad acerca de si el director del organismo había filtrado noticias falsas a los medios.

Esto fue el inicio de un desencuentro que continúa a la fecha y que ha generado informes de que los servicios de inteligencia ocultan información al mandatario, además de filtrar a la prensa documentos sensibles acerca de detalles que podrían conducir a una finalización anticipada de su periodo. La crisis por la salida de su asesor de seguridad nacional, Michael Flynn, demostró que este tipo de temas son una realidad en el escenario político de la Casa Blanca.

Siempre! revisó el tema con la ayuda de Alfredo Jalife, internacionalista y experto en geopolítica, y de Gerardo Rodríguez Sánchez Lara, académico de la Universidad de las Américas-Puebla. Las visiones de ambos especialistas contrastan respecto a la posibilidad de que Trump no termine su periodo como mandatario de la Unión Americana.

 

En el espejo de Nixon

Las versiones corren libremente. Muchas apuntan a un objetivo preciso: que Trump no acabará su periodo como presidente de Estados Unidos. De una u otra manera, las acciones que ha emprendido desde su llegada a la Casa Blanca le han generado una gran cantidad de enemigos, y no sólo en el ámbito internacional sino dentro de la propia administración estadunidense.

Roberto Reich es columnista en medios como la revista Newsweek y profesor en la Universidad de California en Berkeley. Crítico de la administración Trump, ha escrito que el presidente puede ser acusado de encubrimiento respecto al tema de la relación con diplomáticos rusos, algo que motivó la salida del asesor Michael Flynn. “Él sabía de los contactos de Flynn con el embajador de Rusia al menos desde enero, cuando la entonces secretaria de Justicia, Sally Yates, notificó a la Casa Blanca que Flynn se había ‘puesto a sí mismo en una situación comprometida’ con su llamada telefónica al embajador ruso”, escribió en su blog para completar con un dato que apunta en el sentido de este texto: “el FBI y la Comunidad de Inteligencia del Senado están investigando. Con suerte, los reporteros de investigación están también en el caso. Con el tiempo, la verdad saldrá a la luz. Como aprendió Richard Nixon, los encubrimientos en Washington solo empeoran las cosas”.

David Brooks, en The New York Times, escribió el pasado 17 de febrero: “todavía tengo problemas para ver cómo la administración Trump sobrevive a un periodo completo”.

La razón que ofrece Brooks es que Trump ha declarado la guerra a toda la maquinaria de gobierno de su país, además de que “la comunidad de inteligencia apenas ha comenzado a socavar a este presidente”. Asimismo, el columnista sostiene que “el círculo de confianza parece estar disminuyendo a su hija, su marido y Stephen Bannon”.

Y Bannon, agrega Brooks, ha minado a otros funcionarios como a Rex Tillerson al negarle a nombrar a su segundo de a bordo. “Esta administración se parece más a una monarquía medieval que a un Estado-nación moderno”, apuntó.

Lo estamos subestimando

Alfredo Jalife, especialista en geopolítica, tiene una visión pesimista sobre la posibilidad de que se pueda implementar un impeachment en contra de Trump, a la vez que pide que en México seamos autocríticos en la actual coyuntura.

¿Qué opinión le merecen las versiones de distintos medios y analistas en el sentido de que Trump podría no terminar su periodo como presidente de Estados Unidos?

Hay que ver escenarios y el diagnostico de lo que está pasando en Estados Unidos. Hay que tener mucho cuidado cuando uno lee los medios, sobre todo The New York Times, The Washington Post, las televisoras, los cuales siempre estuvieron en contra de Trump, incluso desde la campaña; él ganó la elección pese a ellos y usando Twitter como su defensa —aunque ahora veo que no funciona mucho—, hay que ser cuidadosos .

El diagnóstico es el siguiente: Estados Unidos es una sociedad fracturada, él es el presidente; el Poder Ejecutivo estadunidense es un poder, que lo tenga un loco o un genio no importa, y hay cadena de mando, si uno ve el gabinete de Trump hay muchos militares, el nuevo asesor de seguridad nacional es un general retirado. Ahí hay varios escenarios, es una sociedad fracturada, centrifuga, con un Calexit —con mayoría mexicana— que está pidiendo su salida de la federación, pero que no es único, está Texas, Vermont en la misma tesitura.

En el Congreso es donde se están precipitando, porque abundan las fake news, por eso abunda la desinformación.

¿Qué escenarios hay?, uno, que lo maten; en ese país matan a pesar de que tenga la mayoría, ya lo hemos visto. Segundo, puede haber un impeachment, sin duda, ¿con qué motivo? Ahí empiezan los problemas porque ahora va a empezar la investigación de la rusofobia que padece el Congreso y ahí es donde tenemos que ver que el Congreso tiene mayoría del Partido Republicano y ellos decidirán esta cuestión.

¿Realmente Trump está debilitándose como algunos analistas afirman?

Estamos subestimando mucho a Trump, sobre todo los analistas —que más bien son propagandistas—. No perdamos de vista que Trump les ganó a dos dinastías, tanto en el Partido Republicano como en el Demócrata, los Bush y los Clinton, primero ganó ante más de 11 precandidatos del Republicano y luego a Hillary. ¿Qué tanto influyeron los hackers rusos?; por la desinformación no le entro.

Hay una lucha por el alma estadunidense. Trump quiere acordar con Rusia un G2 para repartirse el mundo y no se lo permiten, en tanto el establishment —el Partido Republicano, el Demócrata, los Bush, los Clinton, Obama y George Soros— trae otro proyecto.

Sin posibilidad de que lo maten

Las esperanzas de muchos están puestas en un proceso de enjuiciamiento en contra de Trump para que no acabe su periodo, ¿ve viable este escenario?

Buscan enjuiciarlo, pero no veo con base en qué, una cosa es salir con pancartas a la calle, pero en estos momentos no hay elementos para un juicio contra Trump, que le pueden crear el tapete de aquí a dos años, es una posibilidad.

Mientras no tenga el Congreso elementos de peso y la anuencia de la mayoría, que es el propio Partido Republicano, no hay manera. Mientras tanto él sigue con sus políticas. El primer mes ha sido un caos, un caos dentro del caos, le digo; Obama legó al mundo un caos doméstico y un caos global, lo que pasa es que hay mucha resistencia, la salida de Michael Flynn fue un golpe brutal, pero no lo personalicemos, fue en contra del acercamiento de Trump con Rusia.

Se habla de otras posibilidades para que se cumpla el anhelo de que no termine, ¿existen esas posibilidades?

Lo pueden asesinar como a cualquiera, pero ahora no veo esa posibilidad. En estos momentos, aun y cuando todo el Partido Demócrata se vuelque a favor del impeachment, no hay elementos. Pero hay que tomar en cuenta que lo pueden empezar a manifestar algunos de los sectores marginales del Partido Republicano. No es un dato menor.

Dos opiniones a tomar en cuenta que valen mucho, no de propagandistas —en México estamos peor, porque no hay análisis, hay propaganda desde hace mucho—, Nancy Pelosi, lideresa del Partido Demócrata en el Congreso, dijo que no hay elementos, y es un dato importante, de quiénes pueden hacer un impeachment, no de quiénes lo sueñan; y dos, Carl Rov, asesor de Comunicación de George Bush hijo, acaba de conceder una entrevista a Le Monde, en la que dice que los europeos se equivocan al pensar que va a haber un juicio en contra de Trump.

México se entregó a EU

En México, muchos sectores sociales esperan que Trump no termine su mandato, pero más como deseo que como certeza, ¿a qué atribuye eso?

Tenemos razón para querer una salida anticipada de Trump, pero también debemos tener juicio. Estoy viendo la parte catártica, es válida, pues nos ha insultado, México es el gran perdedor con Trump a todas luces, nos regresaron a la época de El Álamo, pero también debemos hacer la autocrítica, los gobiernos neoliberales se entregaron demasiado a Estados Unidos.

Videgaray y Guajardo están con un enfoque comercial cuando el mundo está militarizado, estamos al borde de una tercera guerra mundial en donde nadie habla de comercio, por eso Trump saca a Estados Unidos del TPP, acuerdo transpacífico, y eso no se lo ha tumbado el Congreso.

El Congreso va a mantener a Trump mientras le siga dando. Algo que estamos perdiendo de vista: desde que él entró hizo alianza con Goldman Sachs, que antes apoyaba a Hillary Clinton, la bolsa de valores de Estados Unidos está por las nubes, el valor de los bancos ha tenido un 50 por ciento de ganancias, ¿en qué le ha ido mal a la economía de Estados Unidos? En nada, entonces para qué quitas a alguien que te está dando lo máximo cuando lo puedes tener en jaque en otras áreas.

Entonces, ¿cuál es el futuro?

Son juegos muy perversos que tiene el Poder Ejecutivo con el Judicial y el Legislativo en Estados Unidos, pero Trump se sobredimensionó. Lo veo deslactosado, ha tenido que hacer enmiendas en muchas áreas, lo están domesticando, llegó un salvaje al poder, pero tiene ideas estratégicas. Él quería hacer el acuerdo con Rusia, no lo están dejando, quería golpear a China, tampoco lo dejaron, es decir, no es tan sencillo.

En resumen, en México estamos haciendo una pésima lectura porque nos estamos yendo por el lado pasional, tenemos razón, no estoy diciendo que no, que nos sirve de catarsis, pero ya, tenemos que hacer una autocrítica y esta es que nos entregamos demasiado a Estados Unidos.

Hoy la carta importante en el acuerdo entre Rusia y Estados Unidos es el petróleo, por eso Trump pone al exmandamás de Exxon Mobile, Rex Tillerson, al mando del Departamento de Estado, por un negocio de 500 mil millones de dólares para apalancarlo en la bolsa. Estados Unidos está quebrado, no tiene dinero y lo va a buscar en donde sea, en las remesas, y nosotros siempre hemos sido el patito feo.

Gerardo Rodríguez Sánchez Lara

Abrió demasiados frentes: Gerardo Rodríguez

Siempre! entrevistó a Gerardo Rodríguez Sánchez Lara, catedrático de la UDLAP, quien se mostró partidario de la idea de que una minoría republicana, en alianza con los demócratas, puedan reunir suficientes pruebas para llevar a juicio a Trump. Esta es la conversación:

A tu parecer, ¿en qué situación se encuentra Donald Trump? ¿Es un innovador que está cambiando todo o un inexperto que no sabe hacia dónde va ni cómo está el mundo?

Es una persona que no está preparada para ser presidente de la potencia más grande del mundo, del país más poderoso del mundo, es un alguien con un equipo que muestra claras inexperiencias en el manejo de la política interna de su país. Eso le ha traído tropezones importantes a la hora de manejar las primeras decisiones que ha tomado en lo poco que ha transcurrido de su gobierno.

Hay expertos, aparte de Barack Obama, que piensan que Trump está poniendo en riesgo no sólo los valores de Estados Unidos, sino los del mundo en sí. ¿Qué opinión tienes de esto?

Claramente él se ha subido a la ola de críticas al sistema global y liberal que favorecen el libre comercio, el libre tránsito no solo de mercancía y de servicios, sino de personas. Está cuestionando los valores del sistema liberal con el que arranca el siglo XXI de manera muy poderosa, que se ha basado en la liberalización de fronteras, una mayor interacción entre las personas, más tolerancia hacia las diferencias ideológicas, políticas, religiosas.

Eso es lo que él está cuestionando e interpretando a una sociedad conservadora que le dio el respaldo y el voto en ese sentido.

Trump prácticamente se ha peleado con todos: China, la Unión Europea, México, ¿a dónde crees que pueda llevarlo si sigue con esta tendencia?

Yo creo que está abriendo demasiados frentes. Su personalidad como negociador fuerte en términos empresariales, me parece que lo que está haciendo es tratar de medir a sus adversarios. En ese sentido, creo que ha habido claras muestras de con quién se va a confrontar, con quién es redituable negociar criterios de fuerza. Creo que con China ha tenido un discurso en las últimas semanas mucho más benevolente del que tuvo en campaña. Respecto a México, no ha cesado de amenazarlo porque claramente somos un enemigo mucho más débil en el marco de su discurso, entonces en ese sentido creo que México tiene que demostrar el tamaño y el peso específico que tiene en el mundo y el peso que tiene y el poder que tiene frente a una relación bilateral interdependiente.

Los servicios de inteligencia desconfían de él y de su admiración a Rusia, el gran enemigo de Washington por décadas. Estos están ahora en una encrucijada en la que dicen que Trump puede poner en riesgo muchas cuestiones de seguridad que ha tenido Estados Unidos, como es el caso de Israel, México, la misma Unión Europea. Además de un acercamiento dudoso con Rusia. ¿Cuál es tu perspectiva al respecto?

Por supuesto. Platicando con colegas que trabajan en el gobierno americano hay un sentimiento del riesgo que Trump está poniendo para múltiples relaciones internacionales de Estados Unidos. Hay que recordar que hemos vivido el mayor espacio de tiempo de internacionalismo de Estados Unidos, prácticamente desde mayo de 1945 cuando termina la Segunda Guerra Mundial, que es cuando inicia el proceso de expansión estadounidense como superpotencia. No habíamos visto un periodo de aislacionismo en el que vivía desde el periodo previo a la postguerra. Este internacionalismo norteamericano comienza desde 1942, cuando ingresa en la Segunda Guerra Mundial de manera táctica. Es un periodo que ha abierto muchas políticas internacionales, en el cual la burocracia americana se ha ajustado a esa política de apertura hacia el mundo y de proyectar sus intereses de manera global. Este discurso de nuevo aislacionista de Trump está haciendo crujir a las instituciones y a las burocracias en Washington y en el resto del mundo en sus embajadas. Sí, claramente va a haber resistencias de la estructura al aparato de gobierno de Estados Unidos a acatar al 100 por ciento las instrucciones de Donald Trump. Creo que ahí él se va enfrentar a una burocracia que tiene también sus propios intereses.

Se supone que toda esa desconfianza que tienen los servicios de inteligencia estadounidenses está afectando directamente el aparato de seguridad de la potencia más grande del mundo. Una cosa muy parecida sucedió con Nixon y con Reagan. Al primero lo destituyeron, en ese caso tú crees que se esté yendo en esa tendencia, que lo puedan impugnar por alguna cuestión. ¿Tú qué piensas?

Creo que la combinación de su inexperiencia o sus ambiciones personales y sus intereses privados podrían llevarlo a cometer un error grave que atente contra una de las leyes de Estados Unidos, sobre la propia Constitución, que abra una puerta a un argumento para que la oposición demócrata, junto con alguna minoría republicana, llegaran a tomar la decisión de un proceso de destitución, de un impeachment. Por ahora, yo lo veo poco probable porque los republicanos siguen teniendo la mayoría en ambas cámaras y un proceso de destitución tendría que pasar por un Congreso que no fuera favorable para Trump; lo cual ahora no lo estamos viendo de manera tan abierta.

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