“¡Alá es el más grande. ¡No se olviden de Aleppo! ¡No se olviden de Siria! Aléjense, aléjense de mí. Sólo la muerte me sacará de aquí. Todos los que han tomado parte en esta opresión pagarán algún día por ello”, dijo el policía turco Mevlüt Mert Altintas, empuñando un arma, para después efectuar ocho disparos contra el diplomático ruso Andrei Karlov, quien se encontraba ofreciendo una palabras en una sala de exhibición.

La escena era trágica ante la mirada atónita de los asistentes. Entre ellos se encontraba uno que jamás dudó en hacer “click”, era el momento de inmortalizar aquella secuencia de horror, se trata del ojo del fotógrafo turco Burhan Ozbilici.

Gracias a la escena que refleja la explosión de odio presente en nuestros días, Burhan Ozbilici, quien labora para la agencia de noticias Associated Press desde hace 27 años, es reconocido por el comité del premio World Press Photo 2017, otorgándole el primer lugar del certamen. La fotografía fue publicada en primera página por The New York Times.

“Pensé, aquí estoy. Aunque me hiera o me mate: soy un periodista y debo hacer mi trabajo. Podría haber corrido para ocultarme, pero ¿cómo habría podido responder entonces a la pregunta de por qué no hice las fotos?”, explicó el fotógrafo turco, quien se encontraba de casualidad en el lugar del suceso, cuando el agresor empezó a disparar. Ozbilici siguió tomando fotos en lugar de protegerse de las balas.

El presidente del jurado, Stuart Franklin, calificó la imagen de Ozbilici como “una fotografía de noticias increíblemente impactante”.

Burhan ha retratado, entre otros asuntos, el éxodo de los kurdos de Irak tras la muerte de miles de personas por los ataques con gases ordenados por Sadam Hussein, entonces en el poder. Ha cubierto asimismo conflictos en Arabia Saudí, Egipto y Siria.

El World Press Photo es el escaparate del fotoperiodismo mundial, el galardón que premia lo mejor del año y que, forzosamente, tiene en su selección gotas de la actualidad de todo tipo, de la que acapara titulares y de la que pasa y casi nadie publica, un justo equilibrio entre lo mediático y la voz a los sin voz.

La primera edición del World Press Photo se remonta a 1955, cuando un grupo de periodistas de la Asociación holandesa de Fotoperiodismo transformaron el premio nacional del gremio en una competición internacional. Ese año, 42 colegas de 11 países presentaron 300 imágenes. En 1956, la cifra de fotos se cuadruplicó, y los aspirantes sumaron 22 nacionalidades.

En esta edición 2017 también fueron premiados los retratos de minorías étnicas como los indios sioux, enfermos mentales olvidados en África, protestas raciales en EEUU, los niños del zika de América Latina, las víctimas del Estado Islámico en Irak, la guerra de Siria, el islamismo en Pakistán, los refugiados que tratan de llegar a Europa, las boleas imposibles de un partido de tenis, la sonrisa de Bolt en los Juegos de Río.

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