Primero muertos que perder beneficios
Yazmín Alessandrini
No hay que ser un genio para darse cuenta de que el PRD vive inmerso, desde hace ya muchísimo tiempo, en una crisis permanente. La más reciente escisión en el interior del partido del sol azteca, la renuncia del senador guerrerense Armando Ríos Piter a su militancia perredista, pero no a su escaño en la cámara alta (el muchacho no tiene un pelo de tonto), dejan de manifiesto que, de cara a las elecciones para gobernador en Coahuila, Estado de México y Nayarit, en junio próximo y los comicios federales de 2018, este joven instituto político (fundado el 5 de mayo de 1989, apenas presume 27 años de vida) corre un gravísimo riesgo de desplomarse en las urnas y poner en peligro su registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
Y lo que es peor, su presidenta nacional, Alejandra Barrales Magdaleno, parece no darse ni por enterada de que el PRD se está desmoronando frente a sus ojos, lo que en definitiva deja muy en claro su falta de oficio político y su poca capacidad para consensuar con los distintos liderazgos, militantes y tribus que conforman este partido que pareciera que se enfila irremediablemente a su extinción.
Paradójicamente, su otrora figura de preponderancia, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, luce como el responsable principal de que el perredismo se esté debilitando, pues su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), desde su irrupción en la polaca nacional, en 2010 (su registro oficial como partido político lo obtuvo apenas en 2014), se ha encargado de ir sangrando al PRD de tal forma que al día de hoy prácticamente todos los días se presenta la renuncia de algún militante o simpatizante del sol azteca para incorporarse a las filas del partido que preside el Peje.

Por traicioneros, por chaqueteros, por abusados… por lo que ustedes quieran y manden, lo cierto es que hoy los ahora experredistas (algunos declarando abiertamente su afinidad y devoción a López Obrador, otros tímidamente ubicándose como “independientes”, aunque en el fondo ya sabemos de qué lado va a torcer el rabo la puerca a la hora de la verdad) han abonado, desde su respectiva trinchera, a una terrible crisis interna en este partido que, de acuerdo con la óptica de su coordinador parlamentario en el Senado, Miguel Barbosa Huerta, no cuenta con una ruta ni una estrategia tangibles de cara a 2018. Sin embargo, también cabría incluir en este análisis que la actitud de estos tránsfugas (en la Cámara de Senadores, por ejemplo, el PRD llegó con 22 legisladores en 2012, ahora ya sólo cuenta con 13) es sumamente incongruente, como lo señaló durante esta semana su líder nacional, Alejandra Barrales, pues varios argumentan que están saliendo de las filas perredistas porque ya no creen en el sistema de partidos, pero eso sí, los muy abusados no renuncian ni a su curul ni a la bancada solaztequista para seguir viviendo del mismo sistema que tanto critican, pues primero muertos antes que renunciar a sus prerrogativas, ¿verdad?
Sinceramente no hay que hacer mayor escándalo por la renuncia de Ríos Piter al PRD, toda vez que no es precisamente un prodigio de la política mexicana.
www.lapoliticamedarisa.mx
yalessandrini1@gmail.com
alessandriniyazmin@yahoo.com.mx
@yalessandrini1




