Reino Unido comienza a pintar su raya respecto a Donald Trump. Este lunes, el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, manifestó su “fuerte oposición” a que el mandatario estadounidense, amante del Brexit, pronuncie un discurso en una futura visita de Estado al Reino Unido.

Me opongo firmemente a que el presidente Trump pronuncie un discurso en Westminster Hall“, dijo Bercow. La razón; el veto migratorio que impuso contra siete los inmigrantes de siete países de mayoría musulmana. “Creo firmemente que nuestra oposición al racismo y al sexismo, así como nuestro apoyo a la igualdad ante la ley y la independencia judicial, son asuntos extremadamente importantes para la Cámara los Comunes”, señaló.

Esta es la respuesta que los legisladores le dan a la primera ministra británica, la conservadora Theresa May, por haber invitado a Trump a una visita de estado al Reino Unido, la cual fue concertada cuando ambos se reunieron recientemente en Washington. Bercow fue aplaudido por la bancada laborista tras afirmar que la invitación a un líder extranjero a dirigirse a las cámaras británicas “no es un derecho automático, sino un honor que debe ganarse”.

“A pesar de que habitualmente una invitación a un líder que está de visita para ofrecer un discurso se haría en nombre de los dos presidentes (de los Comunes y de la Cámara de los Lores), yo no querría extender esa invitación al presidente Trump”, puntualizó.

Por su parte, el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, apoyó notablemente la propuesta de su contraparte, al decir  que “debemos defender los valores de nuestro país. La visita de Estado de Trump no se debe producir”.

Será hasta el próximo 20 de febrero, cuando el parlamento debata la posibilidad de recibir al magnate en el Reino Unido donde, por cierto, más de 1,6 millones de personas se han opuesto a que lo reciban, según una petición lanzada a través de internet.