Durante la campaña electoral de Donald Trump, el magnate amenazó con derogar el Programa de Acción Diferida (DACA) a los llamados dreamers. DACA ha permitido frenar la deportación de 1 millón 340 mil 305 jóvenes indocumentados.

El sueño de superarse cada vez está más lejos de estos jóvenes, ya que 510 mil 622 de ellos se enfrentan a la incertidumbre de revocar el Programa que los ampara temporalmente de la deportación y les concede la autorización de empleo; beneficios que se actualizan cada dos años.

Alrededor de 1 millón 622 mil 921 personas han aplicado para el programa que proclamó Barack Obama, sólo 282 mil 616 (17%) no aprobaron.

México es el país de origen de mayor cantidad de dreamers, con 81%, seguido de El Salvador, Guatemala, Honduras y Perú. California y Texas son las principales ciudades en donde se concentran, donde suman casi 600 mil jóvenes.

El Universal conversó con algunos de estos jóvenes afectados por las decisiones de Trump.

Justino Mora, originario de San Miguel Nepantla, Estado de México, es un joven de 27 años de edad. Estudió en la UCLA y ante la amenaza de que DACA sea abrogado dice: “no nos demos por vencidos”.

Afirma que convivir con personalidades como Mark Zuckerberg y Barack Obama es una de las mejores experiencias que Justino Mora ha tenido gracias al DACA, beneficio que obtuvo al pertenecer a la primera generación de dreamers.

Llegó a Los Ángeles, California, cuando tenía 11 años, junto con su madre y sus dos hermanos, con quienes huyó de la pobreza y violencia doméstica de su padre. El enfado por esta discriminación fue su principal motivo para sobresalir en el colegio. Sin embargo, cuando concluyó la preparatoria supo que sus planes de estudiar una carrera universitaria serían truncados por su estatus migratorio, pues no podía acceder a los apoyos gubernamentales.

Ante la amenaza de Donald Trump, de abrogar DACA, Justino dice a otros jóvenes que “no se den por vencidos, es nuestro turno de llevar la antorcha, no nos tenemos que dar por vencidos porque Trump está de presidente. Nuestros padres han pasado por cosas más difíciles”.

Los mexicanos Julio Salgado y Jesús Íñiguez se conocieron mientras cursaban sus carreras en la Universidad de Long Beach, California, en 2007; Julio estudiaba periodismo y Jesús sociología. Ambos formaban parte de un grupo de apoyo a estudiantes ilegales.

En 2012, gracias a la orden ejecutiva del expresidente Barack Obama, Julio y Jesús obtuvieron el DACA.

“Yo no me siento mal por ser indocumentado, sólo es mi situación. De todas maneras yo he tenido que superarme: ir a la escuela, sacar mis notas, tener un empleo”, indicó Jesús Íñiguez.

La salvadoreña, Maricela Tobar Enríquez, es una de las llamadas dreamers de 21 años. Hace un año terminó su carrera como educadora en la Trinity Washington University gracias al programa DACA. Sueña con ser ciudadana americana para poder votar y regresar algún día a su país natal.

En 2012, luego de cinco meses de presentar documentación, contratar a un abogado para la gestión y pagar 425 dólares por cada uno, Marisela y su hermano obtuvieron el DACA.

“Me identifico como salvadoreña- americana en el sentido de que he vivido aquí y es mi casa, cuando me imagino mi futuro me veo con un esposo, hijos y viviendo aquí. Tengo los mismo sueños que cualquiera, quiero trabajar y ayudar a mi comunidad aquí”.

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CDMX recibe mayor número de remesas

De acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), indicó que la Ciudad de México (CDMX) se ubica como la octava entidad del país que recibe el mayor número de remesas, con cifras que desde hace dos años van al alza.

“La Ciudad de México es la entidad que en 2016 registro el mayor crecimiento en la recepción de divisas por remesas. El aumento fue de 30% con respecto al año pasado (2015)”.

Por la cantidad de envíos monetarios que realizan los migrantes en Estados Unidos, la CDMX se ubica detrás de Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Estado de México, Puebla, Guerrero y Oaxaca.

El Banco de México registró que la entrada de 252 mil millones de dólares por remesas en enero de 2015, para abril del mismo año la cifra creció a casi 284 mil millones de dólares.

En el mes de julio se tuvo un ligero descenso con 269 mil millones de dólares, estadística que volvió a repuntar casi al finalizar el año, con más de 2884 mil millones de dólares para el mes de octubre.

Con la nueva política migratoria impulsada por Estados Unidos, el gobierno de la CDMX tiene previsto el regreso de un importante número de connacionales.

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