Entrevista con Eduardo Roldán/Diplomático

Por Nora Rodríguez Aceves

Ante las acciones proteccionistas, las amenazas y la posición unilateral asumida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump,  “México debe tener una posición firme, seria pero de defensa del verdadero interés nacional. Debe generar consensos, respetando los derechos humanos internamente, luchando contra la impunidad, diseñando estrategias para una verdadera distribución equitativa de la riqueza nacional y recuperar mercados internos”, afirma Eduardo Roldán, exembajador de México en Argelia.

En entrevista para Siempre! el diplomático se refirió a las filtraciones sobre la conversación telefónica entre los mandatarios Enrique Peña Nieto y Donald Trump, que señalan que el presidente de Estados Unidos amenazó con mandar tropas estadounidenses para combatir a los “hombres malos” en México, porque cree que “el Ejército mexicano tiene miedo. Nuestro Ejército no, así que podría enviarlo para que se hagan cargo” [sic], habría dicho Trump.

Eduardo Roldán, expresidente de la Asociación del Servicio Exterior Mexicano.

Versiones que de ser ciertas —puntualizó— significarían una intromisión en la política mexicana y una ofensa para nuestro Ejército.

“Estados Unidos respeta a quien se da a respetar”, fueron las palabras que me dijo un día mi antiguo profesor y exconsejero de Seguridad Nacional del presidente James Carter, Zbigniew Brzezinsk, cuando estudié el doctorado en la Universidad de Columbia University, en Nueva York.

El diplomático, analista político y escritor señala que “desde hace cinco meses, he señalado en diferentes ocasiones, en conferencias y escritos, la necesidad de entender y leer el libro: El Arte de la negociación de Donald Trump, en donde se sintetizan sus ideas con frases claras y precisas, que hoy son muy comunes: “Me gusta analizar a mis contrincantes. Me gusta crear problemas para ver cómo reaccionan mis interlocutores. Con base en ello diseñar mi estrategia de negociación desde la fortaleza, tratando de debilitarlos de antemano, y si son débiles los masacro, y si son fuertes negocio con ellos”.

Entiendo muy bien el proceso de negociación, tengo experiencia en negociaciones internacionales, y siempre se debe negociar desde la fortaleza, pero buscar un quid pro quo, de ganar-ganar, o si se concede algo es a cambio de algo; no se pueden seguir concediendo los elementos de manera gratuita, porque nos aplastan.

 

La frustración

En un contexto de dificultad como el actual, se tiene que entender el marco de referencia, el personaje. Si no se entiende la psicología del personaje y se actúa en consecuencia, toda política fracasará. “A través de su historia, el nuevo inquilino de la Casa Blanca narra en sus libros, sobre todo en El Arte de la  negociación, que él se frustra si no logra lo que quiere”.

El psicópata es un hombre exitoso y un tanto maquiavélico, sus objetivos son el fin, lo importante es lograr, no importa a través de qué medio; todo el mundo tiene un poco de psicópata, pero hay unos que se van al extremo y el extremo del señor Trump es ese, su método de negociación es ser duro y firme.

Se debe entender una cuestión fundamental, la acusación del presidente estadounidense en torno a que México se ha aprovechado de Estados Unidos pues la relación bilateral ha dejado enormes déficits comerciales —México no le contesta— es ¡falsa!, “el déficit comercial de la economía norteamericana no proviene de México, sino de China, en primer lugar, de Alemania, de Canadá, de otros países, y México está en quinto lugar”. Pero el problema real es la robotización y la era de la tecnología exponencial.

Estados Unidos no se enfrenta con un país fuerte como Rusia, estratégicamente hablando, nuclearmente hablando, porque sabe que le contestará, aunque si bien es cierto que con China comenzó a enfrentarse, últimamente ha bajado la  temperatura en la relación, ya que hace unos días el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, le mandó a Donald Trump un mensaje en donde le dice que la confrontación no es buena para nadie, pero que si quiere seguir en ese camino, ambos países sufrirán.

Hay una interdependencia entre México y Estados Unidos, y si el presidente estadounidense quiere seguir tomando sus decisiones de manera unilateral, las dos partes saldrán afectadas. La estrategia debe ser en ese sentido, ser firmes, no nada más hablar del diálogo, porque tal parece que ha sido un monólogo de allá para acá, las declaraciones y posicionamientos vienen a través de las filtraciones deliberadas.

En este sentido, el expresidente de la Asociación del Servicio Exterior Mexicano (ASEM) afirma que conoce muy bien la política exterior norteamericana, “viví siete años allá, hice mis estudios de maestría y doctorado en la Universidad de Pennsylvania y en la Universidad  de  Columbia y en ese tiempo entendí a fondo a Estados Unidos,  por eso digo que no se está entendiendo a Estados Unidos. Nos estamos yendo por la libre, sólo con el Ejecutivo, como si fuera un sistema presidencialista similar al de México, a la antigüita, donde el presidente decide todo. ¡No, señores!, en Estados Unidos el Ejecutivo no decide todo, hay un equilibrio de poderes que es el elemento fundamental de la democracia americana, no hemos entendido el juego político”.

Evidentemente, el Poder Legislativo en manos de los republicanos le hará el juego al Ejecutivo, pero queda el Poder Judicial, que es muy fuerte, que es quien está dando la batalla al Ejecutivo y se la seguirá dando. Los gobernadores, republicanos o demócratas, son completamente independientes a diferencia de los mexicanos que son en su mayoría dependientes del Ejecutivo.

Se tiene que incidir con los gobernadores fronterizos, porque les afectará lo que está sucediendo en la relación bilateral entre Estados Unidos y México. El 80 por ciento de sus ganancias se vendrán abajo; son cuatro estados (California, Arizona, Nuevo México, Texas) que colindan con seis estados mexicanos, hay una relación importantísima, donde viven 14 millones de mexicanos. Hay una interrelación intima, profunda, histórica, que no se puede borrar.

Se tiene que trabajar con los sheriffs de los condados, no todos son como Joe Arpaio, muchos nos favorecen; hay que trabajar con los amigos de México en el sector económico, religioso, político, financiero. Por fortuna, la Iglesia católica se adelantó en este caso especifico, de manera positiva, porque ya está la Conferencia Episcopal Mexicana con su contraparte en Estados Unidos trabajando para buscar la protección de nuestros connacionales.

No se ve una estrategia integral por parte de México, o si se está haciendo no lo dicen, pero se tiene que comunicar la línea general al pueblo mexicano, no todo, evidentemente, para que tenga éxito la estrategia.

El Twitter y el muro

Mientras tanto, el presidente Trump y su gabinete siguen atacando y enviando mensajes a México, muchos son los tuits que han enviado sobre la construcción del muro en la frontera norte en relación con que será México el que pague el muro, y este miércoles no fue la excepción, ya que en una conferencia nacional de jefes de policía en Washington, el mandatario estadounidense nuevamente declaró: “no estoy bromeando” en construir un “muro real” en la frontera, y de hecho “ya se está diseñando ahora mismo”, según los medios de comunicación.

Esta declaración se suma a la propuesta de los legisladores republicanos de gravar las remesas con un impuesto de 2 por ciento para pagar el muro en la frontera con México, cuyo costo se estima entre 12 mil y 15 mil millones de dólares.

A casi un mes en el poder, Donald Trump ha desatado una crisis con México sin precedentes. A golpe de tuit y filtración de información, el inquilino de la Casa Blanca fue capaz de desestabilizar la convivencia de dos vecinos históricos, el trato de socios comerciales que tomó tiempo consolidar y predominar entre México y Estados Unidos, por  la obcecación de Trump de construir un muro en la frontera norte y que sea México quien lo pague.

El exembajador Eduardo Roldán comenta al respeto que “no nos dejemos guiar por el tuiteo, que solo sirve para impactar, para golpear, para distraer. Wilbur Ross, el nuevo secretario de Comercio, que tiene ocho empresas en México y ahora resulta que está contra el libre comercio, días después de tomar posesión de su cargo dijo, con la política del tuiteo del presidente Trump se logró devaluar el peso 35 por ciento”. Quieren seguir debilitando a México para que negocie desde la debilidad, lo cual no es conveniente para nuestro país. Esa es la estrategia de  Trump.

“Si no se entiende lo que dicen esos políticos, esa plutocracia, porque es un gobierno de ricos para ricos —por eso hay una profunda desigualdad, y la clase media americana ha bajado, ya no es lo que era antes—, si no se entiende, entonces no sabremos cómo se debe llevar la relación con Estados Unidos”.

Los tuits tienen ese sentido, ver cómo reacciona el contrincante, golpear para debilitar y poder negociar con un Estado débil, sea México u otro país, pero China se da cuenta del juego y dice, no, fíjate que tú saldrás afectado igual que yo, de modo que negociamos, pero en parejo o nos irá mal a los dos. Tenemos que hacer una lectura correcta de lo que dicen en cada momento; ¿cuál es el sentido de los tuits? No hay que dejarnos engañar por ellos.

La filtración

La filtración de información en Estados Unidos no es una novedad, es parte de una política tradicional, filtrar para saber, para ver cómo reacciona el contrincante o para debilitarlo, se tiene que entender eso en este contexto tan conflictivo que se vive.

Por ejemplo, la filtración de la periodistas Dolia Estévez al revelar que la conversación telefónica que sostuvo Donald Trump con Enrique Peña Nieto fue en tono “humillante y amenazante”. Además de señalar que sus fuentes confidenciales en ambos lados de la frontera le informaron que, en la llamada, “el mandatario estadounidense le aclaró (a Peña) que si las fuerzas armadas mexicanas son incapaces de combatir el narcotráfico, quizá tenga que enviar tropas estadounidenses para que asuman la tarea”.  

Sin embargo, de acuerdo con la información oficial emitida tanto por la Presidencia de la República como por la Casa Blanca, en la conversación, efectuada luego de que se canceló la reunión pactada para el 31 de enero, Peña Nieto y Trump acordaron ya no hablar públicamente del pago del muro fronterizo y que sus equipos continuarían el diálogo.

Tenemos las dos versiones, dice el exembajador, “tenemos la versión mexicana que dice que no se trató eso, y  la versión filtrada de  Estados Unidos corregida por Trump en la que señala que el presidente Peña es un hombre bueno, lo cual interpreto como: sí, es bueno, pero, no está a la altura de las circunstancias; eso es lo que dice Trump.

Además dijo, “le ofrecí que nosotros le podemos ayudar”; eso es injerencia, es un insulto al Ejército mexicano, si hay corrupción en México también hay corrupción en Estados Unidos. El muro es un distractor, el problema no es el muro y lo sabe Trump, lo han agarrado como distractor, porque las cuestiones fundamentales para ellos son la seguridad, el narcotráfico, la migración. El muro lo pagarán ellos, que lo paguen con la herencia del Chapo, ya lo tienen, pero con muro o sin muro no se solucionan los problemas.

Hay que trabajar a fondo, con el grupo que decide la política exterior en Estados Unidos, en el Consejo de Seguridad Nacional, con el director de la CIA y del FBI, con el general Mike Flynn, que es el consejero de Seguridad Nacional, antimexicano, por cierto, pero aunque sean antimexicanos se tiene que lidiar con ellos, no solo con un familiar de Trump, sino con la estructura donde se toman las verdaderas decisiones, pues  hay una estructura legal que los obliga a tomar las decisiones.

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