Entrevista con Alfonso Miranda Márquez/Director del Museo Soumaya
Jacquelin Ramos
¿Quién era el personaje de bigotes largos y erguidos? En principio fue el genio loco que algunas vez fue visto por la calles de París paseando a un oso hormiguero, su querida mascota, o el pintor que fue catalogado como narcisista e histriónico, pero además fue dueño de una insuperable técnica pictórica que buscó hacer de su excéntrica imagen un escaparate del surrealismo. La figura que se convirtió en el gusto de nuestro tiempo, que con solo ver su rúbrica sabemos que es Dalí, el artista que a pesar de jurar no regresar a México, al no soportar un país más surrealista que sus pinturas, y hoy aquí está, vigente y reconocible, expresó para Siempre! el director del Museo Soumaya, Alfonso Miranda Márquez, al considerar al pintor catalán como una referencia obligada del siglo XX.

Alfonso Miranda Márquez, Director del Museo Soumaya
“Es una referencia ineludible de las vanguardias, de los movimientos de creación que nacieron en tiempos tan convulsos y que trastocaron la fragilidad humana a partir del denominado siglo de las guerras”.
El artista de mirada fija vivió todos los procesos relevantes de ese siglo, desde el imperialismo del siglo XIX, hasta el fin de la Guerra Fría, consecuencia de ello refirió Miranda Márquez, Dalí encontró como muchos de sus contemporáneos y de sus amigos creadores “una fuga a través del arte para evadir la funesta relación con las abruptas guerras y la miseria humana”.
El surrealismo de Dalí
La fascinación por los sueños, el inconsciente, lo irracional y el mundo paralelo a la realidad son las características principales del surrealismo, movimiento literario y artístico que Salvador Dalí tomó para hacerlo suyo y nunca soltarlo a pesar de ser expulsado por la propia cabeza del movimiento, el poeta André Breton. Lo concibió simplemente como una vía revolucionaria y una forma de vida, más que de una propuesta estilística.
“Es a través de los sueños donde se subliman los deseos y las pasiones, por lo que sin duda alguna Salvador Dalí nos permite atrevernos a imaginar una realidad paralela, donde le damos una valoración distinta a la mujer, y de igual manera una dimensión humana al hombre, con una capacidad de entendimiento enorme que incluso se transforma en algo mágico”, asegura el también historiador de arte.
Sus obras, añadió Miranda Márquez, nos sorprenden por las asociaciones de objetos que nunca encontraríamos en el mundo real, pero que en nuestros sueños pueden darse con total naturalidad. Dalí sencillamente “fue un gran maestro del dibujo y del detalle en la representación”.
Salvador Dalí: Sueños urbanos
Bajo esta dinámica la obra del artista catalán llega al Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, con la exposición
Salvador Dalí: Sueños urbanos, integrada por piezas inspiradas en la literatura, la mitología, el imaginario religioso y el arte clásico, que dejan al descubierto “nuestros secretos más íntimos y perturbadores”, explicó el director del Museo Soumaya. “Nos daremos cuenta cómo el tiempo y el espacio se funden en relojes que se derriten y que no pueden detener la vorágine de la vida cotidiana”.
Las veinte esculturas que se encuentran en la arteria más importante de la capital mexicana reflejan una de las etapas más importantes de Dalí: la escultura. Esta técnica es retomada a partir de sus propias pinturas para la creación de extraordinarios volúmenes, a partir de ahí atomiza evocaciones a nivel plástico, es decir, primero dibujaba, trazaba, ilustraba y posteriormente con una madurez compositiva en su labor llega a la tridimensión.
Alfonso Miranda, quien también es vicepresidente de la Asociación de Críticos de Arte de México, expresó que son motivos que en primer plano exploró el escultor francés Auguste Rodin en las artes tridimensionales; después Dalí “con una experiencia plástica les dio autonomía, independencia, les dio superficies que pudo pulimentar y abrillantar al máximo”. Sin embargo, apuntó el historiador, son obras a las que también les da una contraposición rugosa, oscura, en tonalidades ocres y verdes que van como en un péndulo.
“Es quizás la vida misma entre los opuestos que se complementan: hombre-mujer, negativo-positivo, bueno-malo, locura-realidad, es precisamente en estos péndulos donde se puede situar la producción de Dalí, y que sintetizan en buena parte su método de creación, lo que él llamó método paranoico-crítico, que son estos opuestos que van fusionándose, que van contraponiéndose, y que las esculturas tienden a esto: a la estabilidad con la ingravidez, a la pesadez frente a la ligereza, forma propia de Salvador Dalí”.
Dalí creó este método después de leer La interpretación de los sueños, de Sigmund Freud. Tal y como él mismo reconoció este fue uno de los mayores descubrimientos de su vida y desde entonces adquirió el vicio de autointerpretar todo lo que le sucedía, por “más casual que pareciese a primera vista”.

Dalí en la calles de México
La Fundación Carlos Slim y el Museo Soumaya (en sus sedes Plaza Loreto y Plaza Carso), en diálogo con el gobierno de la Ciudad de México, emprendió este momento inédito, donde el museo rompe las formas convencionales de exposición de obra más allá de sus paredes, con programas de acción social de transformación urbana, donde el arte conquista las calles, asegura Alfonso Miranda.
“Cualquier transeúnte por estas calles puede verse reflejado a través de estas veinte obras con múltiples sueños de lo que implica la realidad daliliana, en una ciudad donde el propio André Breton, padre del surrealismo, decía que el país surrealista por excelencia es México”.
La piezas de gran formato fueron seleccionadas a partir de la parte material y después simbólica. En algunas de ellas, por ejemplo, se observa que, para Dalí, la concepción de la mujer fue siempre referencial, y que no solo fue como sujeto expresivo, sino también cómplice creativo como su esposa y musa Gala.
“El maestro se inspiró en varios artistas de la Antigüedad; la Venus de Milo que representa un modelo de belleza clásica, mientras que las obras surrealistas contienen algunas de sus fobias”, añadió Miranda Márquez.
Por otra parte, también se exhiben los caballos de Dalí, uno de los temas preferidos del artista, y que representaban para el autor la fuerza, el símbolo y testimonio de la masculinidad, de ahí la pieza Caballo montado por el tiempo, donde se advierten las huellas dactilares del artista y una de sus mayores obsesiones plásticas: la putrefacción de la carne.
“Estos caballos representan la fuerza creativa del artista. Es un animal que no es estático, por el contrario tiene un desplazamiento, está siempre en movimiento, algo que sedujo a Salvador Dalí”.
En cuanto a los famosos relojes derretidos de Dalí, después del conocimiento y las consecuencias de la relatividad, de las teorías de Einstein que perturbaron al mundo e influyeron en todo, la obsesión por el paso del tiempo y la obsesión por el espacio fueron los argumentos más utilizados por Dalí en su arte.
“La nobleza del tiempo es parte de las celebres piezas donde vemos claramente su obsesión con el tiempo. Para esta escultura se inspiró en su propia pintura La persistencia de la memoria, donde la relatividad del tiempo se representa con relojes que se derriten como él mismo lo decía: como queso”.
Dalí en el mundo actual
Acercar al público al peculiar universo del pintor Salvador Dalí es uno de los objetivos principales de la muestra, sin embargo apunta el historiador, “no es que vayamos a descubrir a Dalí, nos vamos a descubrir a nosotros mismos como mexicanos, como turistas de nuestra ciudad a través de las piezas de Salvador Dalí, es una provocación para reflexionar que el arte y Dalí no son personajes para verse hacia el pasado”.
Añadió que con esta exposición se intenta tender puentes de comunicación entre la realidad del museo y la realidad humana. “Los museos del siglo XXI tienen que transformarse en nuevos discursos, ser mucho más incluyentes, estamos en una sociedad de servicio, alentando y tendiendo la mano para decir sumen su crítica, sumen sus propuestas, sus pasiones, sus sueños, sus fobias, pongamos en diálogo el arte, algo que indiscutiblemente hasta hoy nos sigue mostrando este característico personaje y artista, Salvador Dalí”, concluye la entrevista Alfonso Miranda Márquez.
















