No todo está resuelto

Alfredo Ríos Camarena

Al parecer, según muchos expertos, prácticamente los resultados y los procesos de la sucesión presidencial en México están resueltos; cada día con mayor insistencia se afirma que el triunfo en esta elección finalmente será para el candidato Andrés Manuel López Obrador, un viejo candidato, y su partido Morena, un nuevo partido.

Efectivamente, los resultados anteriores indican que con 26 por ciento de los votos se podrán ganar los próximos comicios, dado que la dispersión del sufragio será mayor por la participación de Morena, de Encuentro Social que obtendrá 3 por ciento y los candidatos independientes que se registren, que pueden llegar hasta un universo de 8 por ciento.

El PRD aparentemente ha quedado desfondado y sus militantes se han volcado nuevamente a la candidatura Lopezobradorista; de tal suerte, se calcula que solo podrá alcanzar, a lo más, 8 por ciento si logra postular a Miguel Ángel Mancera.

El PAN mantiene graves divisiones internas y, si bien es cierto, Margarita Zavala aparece como la más votada de acuerdo con las encuestas (en las que nadie cree), también es verdad que los consejeros panistas (que resolverán las candidaturas) se encuentran férreamente controlados por Ricardo Anaya; mientras que Rafael Moreno Valle se ve un tanto disminuido, al perder el poder mediático que le daba su participación en la agenda nacional como gobernador de Puebla.

Los partidos pequeños como el PT aún no se sabe con quién se aliarán; Nueva Alianza y el Verde harán coaliciones con el candidato priista.

En una posición distinta se encuentra Movimiento Ciudadano que, al parecer, está fomentado un nuevo polo de izquierda, cuya tarea inmediata es diseñar un proyecto y un programa, antes de decidir con quién se puede inclinar; Cuauhtémoc Cárdenas y un grupo de militantes de izquierda, de todos los partidos, están trabajando en dicho proyecto que, de consolidarse, formará una importante fuerza política que alcanzara al menos 10 por ciento de los sufragios emitidos.

Entre los candidatos independientes figura de manera preponderante Jaime Rodríguez, el Bronco, actual gobernador de Nuevo León, quien no ha podido crecer en el ámbito nacional, pues su gobierno no ha sido del todo exitoso como se esperaba y sus promesas de campaña, como la de encarcelar a Rodrigo Medina, su antecesor, se han visto frustradas; otro independiente que restará probablemente muchos votos a Morena será Emilio Álvarez Icaza que, aunque poco conocido, ha conformado un grupo de reconocidos militantes de la izquierda independiente; en la otra esquina Jorge Castañeda tiene una importante presencia mediática como comentarista de radio y televisión.

Los temas centrales que decidirán la elección serán la economía, la inseguridad y el combate a la corrupción.

Todos los estudios demoscópicos coinciden en una caída estrepitosa del voto priista y la falta de un líder en ese partido, que pueda darle un nuevo impulso a este instituto de tanta tradición triunfadora en las elecciones.

No obstante lo anterior, el pasado 4 de marzo con motivo del aniversario 88 del PRI el presidente Peña Nieto por fin asumió el liderazgo de su partido y dejó claro que el PRI está decidido a no dejarse derrotar intencionadamente, por el contrario, afirmó que ganaran las tres elecciones de gobernadores este año y también la elección presidencial.

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