Otro gen clave en la obesidad
René Anaya
No se trata, por supuesto, de otro método milagroso para bajar de peso, ni es la dieta más novedosa para combatir la obesidad, tampoco es un producto que pronto estará a la venta para controlar el sobrepeso. Es solamente el resultado de una investigación realizada por científicos de universidades de Australia y Dinamarca, que abre nuevos campos de investigación para combatir la obesidad.
La investigación es interesante y prometedora, porque la acción de un gen podría explicar el comportamiento de los mamíferos, incluidos los seres humanos, que una vez que sacian su apetito entran en un estado de somnolencia.
El “gusanito de la saciedad”
Actualmente se conocen varias vías por la que se regula o desencadena el apetito, como la hormona leptina y más de un centenar de genes relacionados con la obesidad, por lo que el hallazgo de uno más no representa en absoluto un gran avance en la lucha por controlar el peso.
Lo que sí resulta relevante es que se trata de un trabajo en el que se identificó un gen de un gusano redondo, el Caenorhabditis elegans, que se corresponde por sus funciones con otro gen de los mamíferos (gene ortólogo), por lo que sus estudios pueden ser comparados con estos animales más complejos.
En realidad, el C. elegans es un modelo experimental utilizado por numerosos investigadores, desde que a fines del siglo pasado el biólogo molecular Sydney Brenner lo utilizó para sus investigaciones, lo cual le valió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 2002.
Ese gusano redondo fue el primer organismo pluricelular del que se identificó su genoma completo, con lo cual ha resultado menos complejo estudiar la función de algunos de sus más de 19 mil genes. Además, cuenta con los sistemas nervioso y digestivo bien definidos, por lo que es más sencillo investigar las funciones de sus 302 neuronas y 8 mil sinapsis (conexiones de las neuronas).
Otra ventaja es que como “los gusanos comunes comparten tantos genes con los seres humanos son un gran sistema modelo para investigar y obtener una mejor comprensión de procesos como el metabolismo, así como las enfermedades en los seres humanos”, según ha referido el doctor Roger Pocock, quien encabezó el trabajo mencionado.
En el artículo “The ETS-5 Transcription Factor Regulates Activity States in Caenorhabditis elegans by Controlling Satiety” (“El Factor de Transcripción ETS-5 regula estados de actividad al controlar la saciedad”), que se publicó el pasado 10 de enero en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (PNAS, por sus siglas en inglés), realizado por Pocock en colaboración con investigadores de las universidades de Monash, Australia, y de Copenhague, Dinamarca, se informa de la modificación del comportamiento de C. elegans, según el tipo de alimentación que consume.

El gusano redondo Caenorhabditis elegans.
El gen de comes y te duermes
Pocock y colaboradores refieren que el comportamiento de los animales está regulado por la interacción entre los genes, el medio ambiente y la experiencia previa. Se sabe que los mamíferos, una vez que sacian su apetito, entran en un estado de somnolencia o de reducción de su actividad, algo semejante sucede con el gusano redondo.
Los investigadores analizaron el papel del factor de transcripción ETS-5 en las neuronas individuales del gusano, encontraron que ese factor es responsable del estado de reposo que se induce por la plenitud, siempre que los alimentos sean de buena calidad.
Cuando se alimenta al C. elegans con nutrientes de baja calidad no llega al reposo, sino que busca más alimento; al contrario, cuando se le da un dieta con más grasa y azúcares se estimula la sobrealimentación y un estado de mayor quietud.
Por lo tanto, el doctor Pocock considera: “la familia de genes ETS está presente en los seres humanos y se ha vinculado previamente a la regulación de la obesidad. Desde que hemos conocido que esta familia de genes controla la ingesta de alimentos a través de un sistema de retroalimentación al cerebro, representa un objetivo farmacológico posible para el tratamiento de la obesidad”.
Sin embargo, harán falta más trabajos para confirmar las funciones de estos genes en los seres humanos; asimismo, se requerirán investigaciones para encontrar una sustancia farmacológica que inhiba el estado de somnolencia y estimule el ejercicio.
reneanaya2000@gmail.com
f/René Anaya Periodista Científico
Fe de erratas
En el artículo “Fallece precursor del periodismo científico mexicano” —edición 3324, 26 de febrero— se publicó que el periodista Juan José Morales (1934-2017) falleció “el 16 de enero pasado”, cuando debió decir que su muerte se produjo el 16 de febrero. René Anaya/La Redacción


