Entrevistas con Tom Buckley/Periodista y editor y Norma Pareja/catedrática e investigadora UACM

Armando Reyes Vigueras

A lo largo de un mes que para muchos se ha hecho eterno, Donald Trump ha emprendido una reñida ofensiva en contra de varios medios de comunicación. Ha acusado a medios tan importantes como CNN, The New York Times, el portal Politico o The Washington Post.

En este frente de batalla abierto en contra de los medios, no solo las advertencias han salido a relucir, sino incluso —ya en el cargo— la prohibición de que asistan a la sala de prensa de la misma Casa Blanca los medios mencionados, a quienes el presidente ha acusado de ser poco profesionales o, de plano, mentir.

Mientras hay visiones que ubican estos esfuerzos en el terreno de la censura, de no querer interiorizar en los valores políticos de la democracia, de la libertad de expresión, otras opiniones apuntan hacia la necesidad de que los medios estadunidenses modifiquen el paradigma bajo el cual actúan en la cobertura de la administración Trump. ¿Cuál es la razón para esta estrategia del republicano?

Los medios deben buscar un nuevo paradigma

Tom Buckley, exdirector del diario The News y editor de Mexico Weekly, no duda de que lo presenciado debe llevar a los medios estadunidenses a buscar un nuevo modelo en su trabajo periodístico en la cobertura de la Casa Blanca.

 “Tienen que buscar un nuevo paradigma, en especial los medios que están vetados de las conferencias de prensa o los que no tienen acceso a los comentarios de los miembros del gabinete o con el vocero Sean Spicer. Se puede revisar lo que sucedió con Watergate, se necesitaba una investigación, pues ahora también hay muchas fugas. Ahora se tienen que elaborar notas rigurosamente preparadas, pues Trump y su gabinete dirán que son fake news, recordando lo que dijo John Stewart a los periodistas: pueden hacer algo nuevo, pero también pueden tratar de hacer periodismo”.

Para Buckley, los episodios que han confrontado al mandatario de la Unión Americana con algunos medios informativos se puede calificar como una lástima, “además de un peligro pues dicen que para que sea una democracia completa se necesita una prensa libre”.

En la opinión de nuestro entrevistado, “la estrategia de Trump y su gabinete es minimizar la crítica y, especialmente, intentar mandar sus mensajes sin los filtros de los medios de comunicación”.

Señala que “no se trata de un berrinche”, pues desde su punto de vista la intención es “no comentar o no responder para que cuando se publique la nota se diga que es falsa, como una distracción de otras cosas”, pues en el pasado Trump manejó su campaña en el mismo sentido, aunque apuntó que también los medios de comunicación tienen responsabilidad en este escenario.

“También los medios tienen la culpa por su interés en Trump. Al inicio pasó de ser algo interesante, extraño, casi una comedia que se ejemplificó por lo dicho por alguien de CBS: ‘es grande para nuestros raitings’, por lo que en lugar de examinar lo que está en el fondo de su mensaje o de su campaña, sus políticas, estaban buscando el raiting, por lo que también tienen la culpa los medios por buscar el entretenimiento en lugar de la información”.

Ratificó que “los medios tienen que buscar un nuevo arquetipo en la forma en que cubren las noticias del presidente y del gobierno, también por la irrupción de las noticias digitales, pues los medios tradicionales están buscando cómo ganar dinero al mismo tiempo que el público está buscando las noticias gratis”.

En su crítica a los medios, el editor de Mexico Weekly indicó que el periodismo en Estados Unidos cambió de dirección, “buscando noticias fáciles y sin rigor, quizás algunos periodistas o columnistas hicieron el trabajo de periodismo de investigación”, por lo que mencionó la necesidad de que estos “deben cambiar su manera de pensar en cómo hacer periodismo”.

Buckley recordó que en Estados Unidos siempre han existido las filtraciones, principalmente por razones políticas, “un político insatisfecho puede comentar algo a un periodista, también en los negocios un empresario puede comentar algo off the record, anónimo, para dañar a su rival, por eso se tiene que hacer el periodismo con rigor porque no se puede caer en la trampa de ser la voz de razones políticas”, añadió.

“No sé si se pueda decir si la prensa va a ganar, en especial porque Trump también tiene que batallar con los republicanos. Su discurso del miércoles ante el Congreso lo demostró. Lo único que se puede pedir es que, si se difunde la verdad, será una victoria para los medios. La meta no debe ser ganarle a Trump, sino informarle al público y funcionar como un elemento importante de la democracia”, concluyó Tom Buckley.

Es censura, una práctica autoritaria: Norma Pareja Sánchez

Para Norma Pareja Sánchez, integrante de la Asociación Mexicana de Investigadores de Comunicación (AMIC) y profesora e investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, lo que estamos presenciando en Estados Unidos entre Trump y algunos medios de comunicación se puede calificar como un acto de autoritarismo, una censura.

“Él no ha interiorizado los valores democráticos que un político tradicional tendría, pues además se presenta como un no político, eso es imposible porque en el momento en que aspira al poder se convierte en un sujeto político. Al no interiorizar esos valores, él los desprecia en prácticas autoritarias, el hecho de excluir a los medios que no le son afines es una práctica autoritaria que es específicamente censura, no es otra cosa más que censura, se puede trivializar la situación o simplificar diciendo que es su personalidad, pero no puede ser así porque estamos hablando de valores democráticos que está soslayando”, aseguró nuestra entrevistada.

Pareja Sánchez describió las causas que están generando lo que se podría llamar estrategia del mandatario estadunidense: “en primera instancia el presidente de Estados Unidos es una expresión de la cultura de masas, en la medida en que él es un personaje del ámbito empresarial, primero; y segundo, mediático. Su quehacer público responde más a cánones de entretenimiento, de trivialización, de estandarización del discurso general y eso lo convierte en un personaje que no quiere interiorizar los valores políticos de la democracia como tradicionalmente los distintos mandatarios estadunidenses han tenido”.

En la opinión de la también integrante del grupo de comunicación política de la AMIC, las acciones de Trump responden “más a la cultura de masas que a una verdadera estrategia de comunicación política”, ya que se basa en una “lógica de simplificación, de estandarización de los mensajes, ahora aprovechando la instantaneidad de Twitter”, lo que “habla de una simplificación del proceso político en el cual él debe colocar en el espacio político ideas, propuestas, iniciativas que puedan estar vinculándose a la discusión y a la deliberación pública”.

En el análisis que Norma Pareja hace del fenómeno que representa el presidente de Estados Unidos en materia de comunicación política, resalta el hecho de que son sus acciones e impresiones las que se difunden más, en lugar de “ideas y propuestas que en una vida democrática tendrían que ser lo esencial”, ya que en lugar de estos elementos tenemos “ideas simplistas y estas acciones espectaculares”.

Trump “es una expresión de la cultura de masas porque se fundamenta en esa estandarización y espectacularidad de la vida política, en esa lógica sale su vocero a decir ‘lo que el presidente quiso decir’, con relación a que el muro es para el combate al crimen, tuvo que hacer esa corrección en ese modelo de pararrayos para corregir lo que de alguna manera no es políticamente correcto, porque Trump opera en el sentido de la espectacularidad, no tanto desde la lógica del debate de ideas”.

Acerca de la reacción de los medios y si esta batalla que se libra tendrá un ganador claro, resaltó lo hecho por The New York Times y su cruzada por la verdad. “Es muy relevante observar de qué madera está hecha la democracia estadunidense porque uno de sus pilares es la libertad de expresión, que está incluso establecida en su primera enmienda. En esa lógica The New York Times tendrá que demostrar con investigación diferentes situaciones del gobierno de Donald Trump en aras de esa libertad de expresión y si, en esa lógica, el sistema lo permite, con lo cual podremos hablar de una democracia verdaderamente firme”.

Con relación a México, concluye, “creo que podemos esperar que al menos en el discurso el presidente Enrique Peña Nieto asuma una actitud mucho más firme; digo en el discurso porque sus niveles de aceptación son extremadamente bajos. Si quiere mejorar sus índices los próximos meses de cara al proceso electoral del próximo año electoral, tendrá que trabajar duramente en esa batalla, al menos en el discurso, porque la imagen del presidente está en riesgo y eso, al sistema político, le importa mucho”.

 


Ignacio Ramonet

Trump, parte de la ola populista: Ramonet

Para el investigador y director de Le Monde Diplomatique, el especialista en medios español Ignacio Ramonet, el éxito del empresario se explica porque “su discurso es emocional y espontáneo. Apela a los instintos, a las tripas, no a lo cerebral ni a la razón. Habla para esa parte del pueblo estadounidense entre la cual ha empezado a cundir el desánimo y el descontento. Se dirige a la gente que está cansada de la vieja política”. Su enfrentamiento con los medios es parte de la estrategia que ha utilizado para alcanzar sus objetivos, pues durante la campaña se dedicó a enfatizar: “no estoy compitiendo contra Hillary Clinton, estoy compitiendo contra los corruptos medios de comunicación”.

Jen Psaki

Sin medios libres, la democracia muere

Las palabras anteriores titulan un artículo escrito por Jen Psaki, exdirectora de comunicación en varias dependencias del gobierno de Obama, publicado en el portal de CNN. Para Psaki no hay duda, no es normal que varios medios de comunicación sean excluidos de las conferencias de prensa de la Casa Blanca, algo que no ocurrió en la anterior administración. “Él y su equipo quieren distraer la atención de la historia más grande y más problemática para la Casa Blanca, el jefe de Estado Mayor Reince Priebus intentará presionar al FBI para que la cobertura de las investigaciones sobre los contactos entre los asociados de Trump y los rusos desaparezca”.

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