En el contexto de las impugnaciones que vive hoy la Constitución de la Ciudad de México, me quiero referir únicamente a los grandes avances que obtuvimos como Asamblea Constituyente en temas trascendentes para las mujeres. Logramos su pleno reconocimiento al incluir la paridad de género en las autoridades de la Ciudad de México. Hablamos de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, organismos autónomos y alcaldías.

Esa lucha de grandes mujeres a lo largo de la historia, como las vividas el siglo pasado con motivo de nuestros derechos laborales y políticos, hoy se amplían y se vuelven una realidad en la Constitución de la CDMX.

 “No existe democracia sin mujeres”. Así tuve oportunidad de pronunciarlo en tribuna durante las sesiones de la Asamblea y de reiterarlo en las comisiones en las que participé. Me enorgullece que las mujeres y hombres de la Asamblea Constituyente de la CDMX hayan respaldado las propuestas de paridad de género que presenté y hayamos conformado un cuerpo común, más allá de géneros, de partidos o de ideologías, priorizando el bien de las mujeres por encima de cualquier rentabilidad política o electoral. Con altura de miras, entendiendo todas y todos que era la oportunidad histórica que la Ciudad de México tenía para empoderar a las mujeres y lograr que las instituciones tuvieran un nuevo rostro, un rostro de mujer en paridad.

Las mujeres representamos 51 por ciento de la población y del padrón electoral y a lo largo de muchas (si no es que de todas las campañas políticas) han existido posicionamientos a nuestro favor, sin embargo, en reiteradas ocasiones solo se quedan los “elogios” para las mujeres en los discursos y no en la realidad. Por ello estos avances son tan significativos; representan la posibilidad real de las mujeres de gobernar en la CDMX en todos los niveles y en todos los poderes.

Kenia López Rabadán

Una vez que entre en vigor la Constitución y se materialice lo plasmado en los artículos que procuran la paridad de género y la igualdad sustantiva, las mujeres en la CDMX tendrán las herramientas jurídicas necesarias para demostrar su capacidad, conocimientos, talentos, sensibilidad y sobre todo su compromiso permanente para la buena toma de decisiones que, sin duda, repercutirá en tener mejores condiciones para todos. Jamás he pensado que las mujeres somos mejores que los hombres, de lo que sí estoy absolutamente convencida es de que somos complementarios. Por ello, con una visión integral en las autoridades tendremos mejores condiciones para los capitalinos.

Así, mujeres de esta ciudad abrimos una ventana de oportunidad a través de los artículos de la Constitución de la CDMX que me permitiré citar parcialmente a continuación:

En su artículo 32, la Constitución de la Ciudad de México establece que la o el jefe de Gobierno deberá “garantizar la paridad de género en su gabinete”. En la actualidad 20 por ciento de quienes conforman el gabinete del jefe de Gobierno son mujeres; ello deberá ser modificado por mandato constitucional para tener 50 por ciento de mujeres y 50 por ciento de hombres. Actualmente hay 20 secretarías en el gobierno de la ciudad, si ese número fuera igual en el próximo gobierno, habrá 10 secretarias y 10 secretarios, teniendo así un crecimiento de 4 a 10 mujeres en el gabinete.

El artículo 35 cita que “En la integración del Poder Judicial se garantizará en todo momento, el principio de paridad de género”. Ahora la justicia será dictada también en paridad por las mujeres.

El artículo 36, correspondiente a la Sala Constitucional, señala: La Sala se integrará por siete magistradas y magistrados, de los cuales el número de integrantes de un mismo género no podrá ser mayor a cuatro.

En cuanto al Consejo Judicial Ciudadano, el artículo 37 establece que para su integración “Se respetará la equidad de género y la igualdad sustantiva”.

Otro de los grandes logros fue el de integrar estas acciones afirmativas en cada uno de los organismos autónomos, sean estos: el  Consejo de Evaluación de la Ciudad de México; la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México; la Fiscalía General de Justicia; el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales; el Instituto Electoral de la Ciudad de México; el Instituto de Defensoría Pública, y el Tribunal Electoral de la Ciudad de México. Para tales efectos, el artículo 46 establece: “Las leyes y estatutos jurídicos garantizarán que exista equidad de género en sus órganos de gobierno.”

Se determinó en el artículo 53: Garantizar la igualdad sustantiva y la paridad entre mujeres y hombres en los altos mandos de la Alcaldía; una reserva presentada en el pleno y aprobada por la Asamblea Constituyente que obliga a la autoridad inmediata al ciudadano, esto es a las alcaldías, a tener directores generales en igual número de mujeres y hombres.

Uno de mis principales objetivos en la Asamblea Constituyente de la CDMX (hoy aprobado por el Senado de la República) es la figura de violencia política de género, a la que las mujeres que hacemos política nos hemos enfrentado al competir por cargos públicos o al buscar espacios de decisión. El artículo 27 de la Constitución de la Ciudad de México establece que “Sin perjuicio de las causales específicas que prevea la ley de la materia, será nula la elección o el proceso de participación ciudadana en el que se acredite la existencia de violencia política de género”.

Sin duda estos logros son un parte aguas, pero aún faltan muchos ámbitos en los que debemos continuar impulsando la paridad e igualdad sustantiva de oportunidades hasta que estas dejen de ser por mandato. La mayoría de estas figuras aún no se consiguen en el ámbito federal, los legisladores federales no han logrado ponerse de acuerdo, por ello es necesario destacar los acuerdos logrados en la CDMX.

Debemos estar orgullosos de tener la histórica posibilidad de ser una caja de resonancia para el Congreso de la Unión y también para las entidades federativas de todo el país a corto plazo.

A través de la Constitución, empoderamos y  abrimos espacios para las mujeres de nuestra ciudad en todos los niveles de gobierno. Ya no veremos más presídiums con una sola mujer o en muchos de los casos, con ninguna. Entonces, podremos ser una ciudad cosmopolita, representada paritaria e igualitariamente por mujeres y hombres, y, por qué no, un país gobernado por mujeres y hombres con las mismas oportunidades y capacidades.

Gracias a mis compañeras y compañeros por su visión de género y su respaldo para que estos logros fueran posibles.

@kenialopezr

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