Por Manuel Nava

Chilpancingo, Gro.- En el contexto de la disputa por los territorios que sostienen los carteles del narcotráfico en la entidad, Zitlala, municipio de la región de centro, permanece indefensa ante los ataques frecuentes de grupos armados que como hordas de los hunos, cometen todo tipo de tropelías en contra de la población.

Aunque en términos oficiales se presentan como policías comunitarias, se trata de civiles en armas cuya conducta es una acción sesgada en favor de algún cartel y no la defensa de los ciudadanos.

En días pasados se registró el asesinato a balazos de dos jóvenes y otro más resultó herido en un ataque armado cometido por hombres a bordo de una motoneta en la comunidad de Topiltepec.

Luego, en la comunidad de Tlaltempanapa, se registró un enfrentamiento entre vecinos y el grupo Paz y Justicia —autodenominado policía comunitaria presuntamente vinculada al cártel de Los Ardillos—, que dio lugar a la intervención de efectivos del Ejército que capturaron a dos personas. La detención movilizó a miembros de ese grupo civil armado, quienes a bordo de 10 camionetas intentaron llegar a Zitlala para rescatar a sus compañeros.

El grupo Paz y Justicia ha sido vinculado públicamente con el grupo criminal Los Ardillos, con base en Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango.

 

Zitlala, mayoría de la población es indígena

Localizada en la parte norte de la capital del estado, Zitlala cuenta con núcleos poblacionales de mestizos y la mayoría de la población es indígena, sobresaliendo la etnia náhuatl, que hablan español y náhuatl.

De acuerdo al INEGI, la población total del municipio fue en 2010 de 22 mil 587 habitantes, donde el grado promedio de escolaridad de población de 15 años o más era de 4.5.

En el 2005, el 58.01 por ciento de la población tenía dominio de alguna lengua indígena. Es por esto que Zitlala es reconocido por la conservación de sus tradiciones e idioma.

En el 2010, el 89.9 por ciento del total de la población, vivía en condiciones de pobreza; 32.2 vivía en pobreza moderada mientras que el 57.7 en pobreza extrema, debido en parte al rezago educativo existente.

La violencia se recrudece

El 23 de febrero, vecinos de la comunidad de Quetzalcoatlán, municipio de Zitlala, acusaron a los miembros de Paz y Justicia de ser los responsables del ataque que sufrieron el 6 de enero de 2016 cuando mataron a seis habitantes.

Se desató la tensión entre Chilapa y Zitlala ante el riesgo de que los comunitarios de Paz y Justicia, quisieran rescatar a sus compañeros que, mantenía el Ejército en Zitlala. Por la noche el vocero de seguridad del gobierno, Roberto Álvarez Heredia confirmó que desde las 9 de la noche estaban en Los Ajos unas 80 personas armadas con escopetas y rifles calibre 22, “de la policía comunitaria, que se encuentran de manera pacífica”.

El Centro de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón de Chilapa (Centro Morelos) emitió una alerta a las autoridades federales, estatales y municipales ante el riesgo en que se encuentran 11 familias de Quetzacoatlán de las Palmas, municipio de Zitlala, por la denuncia que hicieron sobre la violencia que viven desde su desplazamiento hacia Zitlala tras ser engañados por las autoridades estatales y municipales de que serían apoyados y protegidos, un ofrecimiento que incumplieron.

La grave situación que viven se debe a la incursión armada que hizo el grupo Paz y Justicia, que tiene bajo su control la comunidad vecina de Tlaltempanapa por donde tienen que pasar los de Quetzalcoatlán para viajar a la cabecera municipal, informó el Centro Morelos. Ese día dicho grupo armado asesinó a 6 jóvenes.

Las familias se desplazaron a la cabecera municipal donde se encontraron con irregularidades para acceder a la justicia. Agentes del gobierno municipal y el mismo Ministerio Público (MP) intervinieron para que no se hicieran las denuncias correspondientes.

El 26 de febrero Antonio Galindo Yectli, jefe de personal del Ayuntamiento durante el actual gobierno que encabeza el priísta, Roberto Zapoteco, fue asesinado de tres balazos en esa cabecera municipal.

Al cierre de esta edición la tradicional pelea de los Xochimilcas, que se lleva a cabo cada año en Zitlala, se suspendió ante los recientes hechos de violencia en ese municipio de La Montaña, y por la agresividad de algunos de los peleadores. Se confirmó que uno de los grupos, llegó sin la indumentaria adecuada y rompiendo las reglas de las confrontaciones individuales desataron su furia sobre el grupo contrario.