Solidaridad con familiares de adolescentes fallecidas

Angélica de la Peña Gómez

El pasado 8 de marzo Guatemala se enlutó por la tragedia ocurrida en el “Hogar Seguro Virgen de la Asunción”, en donde perdieron la vida 40 adolescentes; los avances de las investigaciones revelan que las jóvenes estaban encerradas bajo llave en un salón y originaron el fuego para protestar por las violaciones y agresiones que sufrían.

En este centro se encontraban hasta el 8 de marzo alrededor de 700 personas menores de 18 años de edad, aun cuando la capacidad instalada era para 400 personas. Las niñas, niños y adolescentes se albergaban en diferentes pabellones: niñas y niños en circunstancias de abandono, niñas y niños con discapacidad, adolescentes embarazadas y adolescentes que habían cumplido su sanción en procesos de conflicto con la ley y en espera de un recurso familiar.

Desde 2010 existían denuncias de violencia sexual y de una posible red de trata de personas en el Hogar Seguro. Debido a las constantes fugas y a la mala calidad de la alimentación, la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) de Guatemala había solicitado medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desde noviembre de ese año, pero las mismas no se habían atendido.

Estos lamentables hechos deben ser una llamada de atención hacia la necesidad de censar y supervisar el funcionamiento de los albergues en México y Latinoamérica, pues en la mayoría de los países de la región presentan las mismas condiciones, como aglomeración, falta de atención especializada y corrupción.

En México no podemos ni debemos olvidar el caso de Mamá Rosa y los terribles actos que se cometieron en ese lugar contra niñas, niños, adolescentes y hasta adultos; sería imperdonable que se repitieran hechos similares.

En este sentido se ha pronunciado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su informe “El derecho del niño y la niña a la Familia. Cuidado Alternativo. Poniendo fin a la institucionalización en las Américas”; recomienda a los Estados que fortalezcan un proceso de desinstitucionalización de las niñas, niños y adolescentes sin cuidados parentales que se encuentran en este tipo de establecimientos, y que fortalezcan otras modalidades de acogimiento alternativo más favorables y acordes con la protección de los derechos de las personas menores de 18 años de edad.

En el marco del respeto a los derechos humanos y a los instrumentos regionales que los protegen, considero que el Senado de la República debe exhortar al Instituto Interamericano del Niño, la Niña y los Adolescentes (IIN-OEA), a la Relatoría de Derechos de la niñez de la Comisión lnteramericana de Derechos Humanos y a la Oficina de la representante especial del secretario general sobre violencia contra los niños (Naciones Unidas) a dar puntual seguimiento a las acciones del gobierno de la república de Guatemala, con la intención de sumar esfuerzos encaminados a la protección de los derechos y del interés superior de los niños, las niñas y adolescentes de ese país.

Ante hechos tan lamentables, es menester que el Senado de la República exprese su solidaridad con el pueblo de la República de Guatemala y con los familiares de las adolescentes fallecidas por la tragedia ocurrida en el “Hogar Seguro Virgen de la Asunción”.

@angelicadelap    

Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República

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