Resisten fuertemente los antibióticos

René Anaya

En los últimos años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha redoblado sus esfuerzos para crear conciencia de la amenaza a la salud que representa la resistencia bacteriana a los antibióticos.

Es probable que la falta de conocimientos de la salud pública y de recursos económicos en las naciones menos desarrolladas, hayan impedido la creación de programas sanitarios tendentes a limitar o normar el uso de los antibióticos entre la población.

Un programa de cinco objetivos

En mayo de 2015, la OMS dio a conocer el Plan de acción mundial contra la resistencia a los antimicrobianos que consta de cinco puntos: a) mejorar la concienciación y la comprensión con respecto a la resistencia a los antimicrobianos; b) reforzar los conocimientos a través de la vigilancia y la investigación; c) reducir la incidencia de las infecciones; d) utilizar de forma óptima los agentes antimicrobianos; y e) preparar argumentos económicos a favor de una inversión sostenible que tenga en cuenta las necesidades de todos los países, y aumentar la inversión en nuevos medicamentos, medios de diagnóstico, vacunas y otras intervenciones.

Esas acciones deberán adoptarse en los países firmantes, antes de mayo de 2017, por lo que todos los gobiernos, incluido el mexicano, deberán poner en marcha proyectos que permitan cumplir con estas acciones en beneficio de la población.

Dentro de ese Plan, se dio a conocer a fines de febrero “la primera lista mundial de la OMS de patógenos (que causan enfermedades) prioritarios [que] es una nueva herramienta importante para garantizar y guiar la investigación y el desarrollo que permita lograr nuevos antibióticos”, afirmó Hermann Gröhe, ministro federal de Salud de Alemania, en vísperas de la reunión del G20 en Berlín.

Cabe mencionar que el G20 reúne a los 20 países más ricos del mundo: Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, República de Corea, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía, el Reino Unido, los Estados Unidos y la Unión Europea. Es un foro de cooperación y consultas sobre temas relacionados con el sistema financiero y otros afines.

Tal vez por esa razón, la OMS destacó la necesidad de estimular la investigación básica y la aplicada, a través de organismos financiados con fondos tanto públicos como privados, para crear o descubrir nuevos antibióticos contra las doce familias de bacterias más peligrosas.

Trabajo conjunto OMS-Universidad de Tubinga

La identificación de las doce familias de microorganismos más resistentes a los antibióticos fue realizada por la OMS en colaboración con la División de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Tubinga, Alemania, por medio de criterios que fueron desarrollados por expertos internacionales.

Esos criterios comprendieron: grado de letalidad de las infecciones; tiempo de hospitalización; frecuencia con que se presenta resistencia a los antibióticos; facilidad de transmiten entre animales, de animales a personas y entre personas; posibilidad de prevención mediante higiene o vacunación; opciones terapéuticas que hay (antibióticos eficaces); existencia de proyectos de investigación y desarrollo de nuevos antibióticos.

Con esos criterios se establecieron tres grupos de bacterias patógenas en orden de importancia. En el primer grupo, considerado crítico, se encuentran Acinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa y enterobacterias. Todas ellas son resistente a los carbapenémicos, uno de los antibióticos más potentes. La bacteria circula en los hospitales y albergues de ancianos, también se encuentra en dispositivos como ventiladores y catéteres venosos

El segundo grupo, de riesgo elevado, está compuesto por Enterococcus faecium, Staphylococcus aureus, Helicobacter pylori, Campylobacter spp., Salmonellae y Neisseria gonorrhoeae. Estas bacterias han desarrollado resistencia a varios antibióticos, aunque no tienen una mortalidad alta sí representan una grave carga económica tanto por el uso de recursos médicos, como por el ausentismo laboral que provocan.

El último grupo, considerado de riesgo medio, incluye a Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Shigella spp, que tienen resistencia a antibióticos poco potentes, como la penicilina y la ampicilina, su importancia también radica en la carga económica.

La profesora Evelina Tacconelli, jefa de la División de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Tubinga, estima que “los nuevos antibióticos desarrollados contra los patógenos prioritarios que figuran en esta lista contribuirá a reducir las muertes debidas a infecciones resistentes en todo el mundo”.

Eso sucederá siempre que los laboratorios farmacéuticos trasnacionales y los gobiernos inviertan en la producción de antibióticos, pero como no son medicamentos que tengan “clientes cautivos”, como los padecimientos crónicos, será difícil que empresas privadas hagan grandes inversiones en la búsqueda de nuevos antibióticos.

reneanaya2000@gmail.com

f/René Anaya Periodista Científico

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