Entrevista con Gabriela Cuevas/presidenta comisión de Relaciones Exteriores del Senado

Irma Ortiz

Las instrucciones ominosas fueron precisas: el muro fronterizo que dividirá a Estados Unidos de los que el presidente Donald Trump llama “bad men” deberá ser físicamente imponente, tener una altura de más de 5 metros y medio, imposible de escalar sin ayuda y deberá ser construido en tres etapas, con una duración aproximada de 42 meses. Un informe del Departamento de Seguridad Nacional estimó el costo de la obra en 21 mil 600 millones de dólares.

Más de 600 empresas expresaron su interés por las licitaciones para su construcción, cuya presentación de proyectos y prototipos deberán ser calificados y reducidos por la administración estadounidense el próximo 29 de marzo.

Los empresarios mexicanos no se quedaron atrás, una empresa poblana especializada en iluminación denominada Ecovelocity, —cuyo dueño es un egipcio— expresó su interés en participar, pero el que desató la tormenta fue el presidente de Cemex, Rogelio Zambrano — empresa con plantas en México y Estados Unidos —que cuestionado por un reportero, se dijo dispuesto a proveer el cemento que requiriesen las empresas constructoras del muro, aunque descartaba una participación directa en la construcción de la valla.

En París, el presidente de la multinacional francesa de la construcción Vinci, Xavier Huillard, descartaba su participación en la construcción del muro  “no queremos tocar ese tema. Es mejor evitar algo que sea susceptible de  chocar con la mayoría de nuestros empleados. Es preciso tomar en cuenta la realidad de mi empresa, mi cultura, mi manera de actuar y la sensibilidad, no solamente de mis colaboradores estadounidenses, sino también a nivel mundial”.

En México se desataron las críticas. El canciller Luis Videgaray  señalaría que las empresas mexicanas debieran hacer un “examen de conciencia” respecto de la construcción del muro en la frontera con Estados Unidos para que no la vean como una oportunidad económica, que si bien se respeta la libertad económica en este caso se habla de un tema profundamente inamistoso.

Otros fueron más allá, como es el caso de la senadora Gabriela Cuevas, presidenta de la comisión de Relaciones Exteriores quien presentara un punto de acuerdo para convocar a los tres poderes de la Unión para abstenerse de celebrar contratos con empresas que participen directa o indirectamente con la construcción del muro. Dijo que no se puede premiar con contratos gubernamentales a aquellas empresas nacionales y extranjeras que participen en esa edificación.

Siempre platicó con la legisladora, quien señaló que el presupuesto gubernamental está compuesto por el dinero de todos los mexicanos.

“No se trata de manejar un dinero entre empresas y sí en el país no se aprende a tomar decisiones basándonos en el interés nacional, por eso se pierde el rumbo tan fácilmente en la clase política, en la sociedad y en las empresas.

Hablar del muro fronterizo, no es solo referirse a varillas o cemento sino recordar que “en estos muros es donde mueren personas, donde se violan derechos humanos, donde se pierden vidas, se dividen familias, se pierden comunidades. No estamos hablando de una construcción cualquiera sino que se trata de una afrenta al pueblo de México y a México como nación”.

Si las empresas deciden participar en la licitación del muro de Trump, simplemente están tomando una decisión pero se trata de un tema de ética empresarial elemental. También es una cuestión que debe llevarnos a reflexionar, a revisar nuestro marco jurídico porque no puede ser que el presupuesto de los mexicanos acabe en manos de empresarios a quienes no les interesa el interés nacional y de los mexicanos.

Estos temas son incompatibles, no se puede estar queriendo jugar en los dos equipos, sin duda el presupuesto de México debe estar muy claro para los tres niveles de gobierno, no puede destinarse ni un solo peso a empresas que estén participando directa o indirectamente en la licitación del muro”

Se buscan establecer candados

Se turnó un punto de acuerdo a la Comisión de asuntos de la Frontera Norte, espero que pronto pueda dictaminarse y tengamos un dictamen en sentido positivo incluso que pueda robustecer el punto de acuerdo. Es muy importante que se haga este exhorto que si bien no es un mecanismo vinculatorio como quisiéramos, si es un llamado a todos los gobernantes del país para que no vayan a permitir la participación de este tipo de empresas.

Respecto a que si se encontraron algunos puntos en materia de adquisiciones y obras publicas que nos permitan tener algún tipo de candados, todavía lo estamos perfeccionando, pero creo que vamos muy bien y lo primero es incorporar los temas de interés nacional es increíble que los mexicanos parezca que no tenemos brújula sobre el interés nacional así que por ahí va espero que tengamos muy pronto noticias. Esperamos acabarla de trabajar para que quede muy bien, para presentarla y no sea un tema que después se pueda controvertir en la Corte.

No hay que facilitarle las cosas a Trump

Los mexicanos debemos remar en la misma dirección y hay momentos en que se deben tomar estas decisiones y dar los pasos que puedan parecer un poco dolorosos para algunas empresas, pero que sin duda son fundamentales para el mejor desarrollo del país.

Cómo esperar que Trump o Estados Unidos nos respeten, si nosotros no somos capaces de hacerlo. México tiene que jalar en un solo sentido, empresarios, sociedad civil, todos los sectores. Es el momento de cerrar filas hoy más que nunca y si no lo hacemos nosotros con qué cara le vamos a pedir a otros países que sean solidarios con nosotros o con qué cara vamos a exigir respeto a Estados Unidos, si no somos capaces de unirnos como país.

De este modo, cualquier empresa que participe directa o indirectamente en la construcción del muro de Trump no debe ser bienvenido en nuestro país en ninguna licitación pública, al menos. Ojalá otras empresas tampoco quisieran hacer negocios con ellos pero se me hace prácticamente imposible de regular. Ahora pensar en el caso de Cemex que entraron y después se desistieron pero que dijeron, alguien tiene que proveer de manera eficiente el cemento al muro fronterizo. Nos da más la razón lo que queremos es justamente no facilitarle las cosas a Trump.

En México tenemos que hacer una apuesta y tomar decisiones, no son cuestiones fáciles pero los países que tienen respeto internacional son aquellos que están unidos y que han salido a tomar esas decisiones en situaciones que son difíciles pero que en el  mediano y largo plazo claramente han merecido el reconocimiento internacional y les han dado muy buenos resultados.

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