Desde 1858, la pieza de El Caballito, de Manuel Tolsá, ha sido sometida a diversas restauraciones e intervenciones, lo que ha arrojado diversos estudios sobre la escultura. A esta lista se coloca un nuevo hallazgo por parte de los actuales restauradores que laboran para conocer y restituir la integridad del monumento, desde la figura ecuestre de bronce hasta la estructura y el recubrimiento pétreo de su pedestal.
Se trata de una “capa pictórica verde” con la que su escultor, el maestro valenciano Manuel Tolsá, matizó su volumetría y veló algunos parches que se observan en el percherón, así lo señalaron a través de un comunicado prensa el equipo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que atienden la Escultura Ecuestre de Carlos IV.
“Con escalpelo en mano, fuimos eliminando el recubrimiento negro que revestía al jinete real y a su montura, y debajo encontramos los rastros de la capa”.
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Los especialistas aseguraron que una vez que finalice la limpieza de la capa pictórica seguirá la limpieza y estabilización de las áreas afectadas por aquella intervención inadecuada en 2013, que provocó que se vertiera ácido nítrico sobre el monumento, ocasionando la pérdida de 45% de la capa escultórica. El porcentaje restante tenía aún el recubrimiento negro, del cual se ha retirado más de tres cuartas partes, quedando sobre todo en las zonas de recovecos, donde la tarea se complica.
Se trabajará, añadieron los especialistas, en una medición colorimétrica para ubicar la gama original y generar un color base que pueda considerarse para los recubrimientos que serán aplicados como último proceso.
Por otra parte, en cuanto se concluyan los análisis que el Instituto de Química de la UNAM realizan para definir con exactitud la técnica pictórica empleada por Manuel Tolsá sobre “El Caballito”, se llevará a cabo la aplicación de recubrimientos con polímero compatible resistente al intemperismo, considerando que la atmósfera de la Ciudad de México del siglo XXI dista mucho de la de hace 213 años, cuando se creó la escultura.
A la par, se realiza limpieza a un par de metros bajo tierra utilizando tres calas estratigráficas que permitirá conocer el tipo de cimentación y conocer sus características como apoyo del núcleo de concreto del pedestal; esto con el fin de que el proyecto se concluya en unos cuantos meses, para el que “El Caballito” vuelva a lucir en todo su esplendor para el disfrute de los vecinos y visitantes de nuestra gran capital.
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