Asumo la decisión

Miguel Barbosa Huerta

Rumbo a las elecciones de 2018 se ha configurado un escenario en el cual la disputa por la conducción de la nación será entre Andrés Manuel López Obrador y un bloque integrado por el gobierno federal, por el PAN-PRI, sus partidos satélites y demás sectores que integran el llamado establishment.

Hasta antes de las elecciones del año pasado, en el panorama se vislumbraba un escenario de disputa entre el PRI y López Obrador. El PRI suponía que con su voto duro y operación política, incluida la división de la izquierda, podría mantener la Presidencia. Después de las elecciones de junio del año pasado, el PAN se reposicionó en sus aspiraciones presidenciales. La caída en la credibilidad del presidente Enrique Peña Nieto, derivada de su comportamiento débil, colaborador y hasta complaciente con el entonces candidato Donald Trump, el gasolinazo de enero y la protesta social que se generó, dejaron fuera al PRI de la contienda por la Presidencia y consolidaron el pacto de continuidad del establishment.

Ante este panorama, he hecho pública mi decisión de apoyar la candidatura presidencial de López Obrador e impulsar en el PRD una definición en este sentido. En estos momentos, el PRD no tiene ruta, ni destino. Inmerso en la lógica de las corrientes, atrapado en la red de intereses de los controladores de su vida interna. Por una parte, están los que han declarado e impulsado una alianza con el PAN para obtener beneficios y espacios de poder. Están los que vuelven a su origen y abrazan el colaboracionismo, pretendiendo que en las próximas elecciones el PRD sea parte de una estrategia del gobierno para fragmentar la izquierda; también están los impulsores de un cuarto polo que aparece sin consistencia y sin posibilidades de competencia real. El PRD no nació para ser funcional a un grupo o a una estrategia, sino como una herramienta útil para la transformación de la sociedad, y, en estos momentos, la posibilidad real de cambio se encuentra en el triunfo de López Obrador.

A varios en el PRD les aterra el probable triunfo de López Obrador, por lo tanto su objetivo principal es contribuir a que no sea presidente; sin embargo, a contracorriente de estas posiciones, la mayoría de la militancia y de los votantes del PRD decidirán por López Obrador, como lo han hecho ya en los procesos locales de 2015 y de 2016. Se presenta nuevamente la oportunidad de que los sectores progresistas, nacionalistas y de izquierda ganen la elección y pongan en marcha un proyecto alternativo de desarrollo, que combata la pobreza en la que vive la mayoría de la población y disminuya la desigualdad, mejore la seguridad, termine con la corrupción y recupere nuestra soberanía.

Desde el poder han decidido detener a López Obrador y recurrirán a todo tipo acciones sucias para cumplir con su objetivo. Las declaraciones de Miguel Ángel Yunes marcaron el inicio de esta ofensiva, que se reproducirá y acrecentará cuanto más se acerque la fecha de la elección.

Precisamente, porque aún falta más de un año para las votaciones, porque se avecina una intensa ofensiva, el PRD no puede seguir en la indefinición, siendo un simple espectador o divagando en cálculos electorales. ¿Qué pensaban los que controlan el partido, que mantendrían las aguas en calma para acomodar las cosas a su gusto?  Mi propuesta es simple: que el PRD se pronuncie por apoyar la candidatura de López Obrador. Esa es la ruta de los sectores de izquierda y esa es la línea política que considero debe adoptarse en estos momentos.

Asumo la decisión que he tomado y sus posibles consecuencias. En ningún momento he violado ni las normas, ni el Estatuto del PRD. Simplemente ejerzo mi derecho como militante de expresar mi decisión personal y proponer una ruta para el partido en el cual milito. No fue una decisión apresurada, vino como respuesta a una pregunta que he formulado en diversos lugares y ante diferentes públicos: ¿En estos momentos, ante el escenario presente, cuál es la decisión que debe asumir un militante de izquierda?

@MBarbosaMX

Coordinador parlamentario del PRD en el Senado de la República

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