Mariano Otero (1817-1850)

Patricia Gutiérrez-Otero

Hace poco mi hermana Diana me mandó un artículo del querido Vicente Leñero Otero, en Revista de la Universidad de México, en el que narra que él había buscado si tenía parentesco con el estadista tapatío Mariano Otero. Desgraciadamente Mariano se apellidaba Otero, por el padre, y Mestas, por la madre, y Leñero supo, gracias a la investigación que realizó para él su amigo Gabriel Agraz García de Alba, que su linaje no era de la misma rama, aunque Otero y Mestas sí lo es de la mía. Por ello, no pudimos decirnos primos, aunque concuerdo en lo que le dijo su madre: “—Ay, hijo… para qué perdiste el tiempo en esas cosas. A quién le importan. A la vida eterna nos vamos así nada más, sin apellidos”.

Esta anécdota me sirve para recalcar el interés y respeto que representa un personaje que la historia mexicana ha dejado casi en el olvido: José Mariano Fausto Andrés Otero Mestas. Un estadista liberal de mitades del siglo XIX, muerto a la temprana edad de 33 años, pero con una actividad política ya nutrida y con varios escritos innovadores. Se le recuerda por haber sido el creador (con Manuel Crescencio Rejón) de la Ley de Amparo que protege garantías individuales contra la fuerza del Estado y que se incluyó en la Constitución de 1857, junto con otras innovaciones legales que Otero trabajó antes de su muerte. Sin embargo, su pensamiento y acción en la política es más vasto que el de la sola Ley de Amparo. Dícese que este mexicano, de origen criollo, con estudios en Derecho en Guadalajara, tuvo influencia de Mme. de Staël, Montesquieu, Rousseau, Laplace, Couvier, Benjamin Constant, y trabajó en favor de la federación y la descentralización fiscal.

La curiosidad de Leñero por su posible relación con Mariano Otero surgió tras un encuentro con Jesús Reyes Heroles, quien admiraba al jalisciense y quien a mitades del siglo XX intentó democratizar a su partido y a la nación a partir de él. Dice Leñero: “Además de celoso admirador del estadista liberal del diecinueve, el que introdujo decisivas reformas al poder judicial en lo relacionado con el amparo, el que se opuso a firmar los tratados de paz [Guadalupe-Hidalgo] cuando terminó la guerra con Estados Unidos, Jesús Reyes Heroles era un estudioso de su obra que había prologado y valorado con amplitud [las obras de Mariano Otero se encuentran con el prólogo de Reyes Heroles en la colección Sepan Cuantos, de Porrúa]. A Mariano Otero pertenecía aquella frase terrible que don Jesús nos espetó alguna vez, como admonición:

‘Hay que aprender a lavarse las manos con agua sucia’”. Realmente habría que situar esta última frase en su contexto.

A muchos se nos pueden levantar los pelos al leer el respeto de don Jesús Reyes Heroles por Mariano Otero, por venir de un priista, sin embargo hay que admitir que muchas veces nos dejamos llevar por animadversiones prejuiciosas. El valor del pensamiento y de los actos de Mariano Otero, quien incluso se opuso a decisiones de Santa Anna o declinó ser Secretario de Relaciones Exteriores, quien buscó el federalismo y rechazó el centralismo fiscal, así como sus textos de liberal cristiano pero defensor de la libertad de conciencia, son hoy dignos de estudiarse y tomarse en cuenta en una época en que la Constitución ha sido desfigurada por intereses oligárquicos.

Cierro con una cita de Otero pues nos advierte sobre un peligro que muestra su hocico en el México de hoy: “un gobierno militar, institución de fuerza y de barbarie que hace degenerar a las naciones y que es del todo incompatible con los principios que la civilización y el cristianismo han proclamado en las naciones cultas”. Habrá que releer al estadista liberal del siglo XIX para analizar lo que sucede en las entrañas inconscientes de este, nuestro México.

Además, opino que se respeten los Acuerdos de San Andrés y la Ley de Víctimas, que se investigue Ayotzinapa, que trabajemos por un nuevo Constituyente, que se respete la educación, que recuperemos nuestra autonomía alimentaria y nuestra dignidad, que revisemos a fondo los sueños prometeicos del TLC.

@patgtzotero

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