Con un formato rígido, se llevó a cabo el primer debate entre los candidatos a la gubernatura del Estado de México, encuentro que se caracterizó por los ataques y errores entre los participantes, así como algunas propuestas que dieron a conocer.

Los 90 minutos del intercambio, fueron utilizados en su mayoría para que los seis abanderados que participaron lanzarán críticas a sus respectivos adversarios, dejando de lado el formato que buscaba que se ofrecieran soluciones en tres temas: seguridad e impartición de justicia, combate a la corrupción y desarrollo social.

A manera de resumen, ofrecemos los rasgos más importantes del primer debate en tierras mexiquenses:

Josefina Vázquez Mota (PAN). Ofreció crear un millón de empleos y contar con un gobierno abierto, a la vez que centró la mayor parte de sus ataques en contra de Delfina Gómez, candidata de Morena, en especial por el tema del manejo de recursos extraídos de los sueldos de los empleados del municipio de Texcoco, cuando la morenista fue presidenta municipal. A Alfredo del Mazo le recordó su relación familiar con Peña Nieto.

Alfredo del Mazo (PRI). Con algunos titubeos al dar a conocer algunas cifras, Del Mazo continúo con la línea del sueldo rosa para mujeres, además de mostrar –en imágenes que se mostraron en redes sociales–, que lo acompañaban al debate algunas cajas con documentos en contra de sus adversarios, como cuando aseguró que PAN y Morena terminarán con los programas sociales en la entidad.

Delfina Gómez (Morena). No respondió los ataques, principalmente los señalamientos de Vázquez Mota, además de cometer un error que fue festejado en redes sociales al decir que como legisladora federal aprobó el “gasolinazo”, para luego tratar de corregir. Asimismo, expuso que las críticas se deben a su buen paso en las encuestas, como la que se dio a conocer ese día del diario Reforma que la ubica en el primer lugar.

Juan Zepeda (PRD). Si bien empezó algo nervioso, con los minutos se fue tranquilizando e hizo una de las propuestas más celebradas, encarcelar a los funcionarios corruptos de la entidad, incluido Peña Nieto, además de ser el abanderado que más tiempo dedicó al tema de la corrupción y destacar sus logros como alcalde.

Óscar González (PT). Su principal propuesta fue firmar un documento en el que se comprometía a que si en dos años no cumplía lo ofrecido en campaña, pondría en manos de la ciudadanía su permanencia en el cargo. Retó a los demás contendientes a la gubernatura a hacer lo mismo.

Teresa Castell. La candidata independiente se lanzó contra los partidos al asegurar que ya nadie les cree. Sus participaciones, en varios momentos, no cubrían el tiempo otorgado y en varias de ellas se le vio leyendo unas tarjetas o revisándolas para comprobar que había memorizado el contenido.

El detalle a destacar fue la ausencia del otro abanderado independiente, Isidro Pastor.

En redes sociales, se notaron las estrategias de los candidatos para que sus seguidores apoyaran lo dicho durante el debate y su apoyo para declararse ganadores al finalizar.

Si bien no se puede afirmar que hubo un claro triunfador del encuentro moderado por Javier Solórzano, un mensaje en Twitter del periodista Estebán Illades resumió adecuadamente la jornada: