Entrevista con Ileana Alamilla Bustamante/abogada y periodista guatemalteca

Armando Reyes Vigueras

Abogada y periodista guatemalteca, Ileana Alamilla Bustamante describe la impresión que tuvieron los ciudadanos de aquella nación al enterarse de la detención de Javier Duarte el pasado sábado 15 de abril, al decir que es parte de una reacción que se está viviendo en el continente que se expresa en el rechazo a la corrupción gubernamental.

Guatemala recibió reconocimiento internacional al llevar a juicio al presidente Otto Pérez Molina con la asistencia de una comisión internacional respaldada por la propia Organización de las Naciones Unidas, en un hecho inédito al menos en nuestra área geográfica. Ahora regresa la nación centroamericana a los titulares al haber sido refugio de Duarte de Ochoa por espacio de 6 meses y empezar un juicio de deportación en contra del exgobernador veracruzano la semana pasada.

Como periodista, Ileana Alamilla ha contribuido a difundir la información de los casos que pusieron el nombre de su país en los primeros puestos de la lucha anticorrupción, flagelo que afecta a muchas naciones de nuestro continente como se ha podido comprobar con el caso Odebrecht.

En la entrevista que nos concedió, Alamilla comenta el cambio que ha sucedido en su tierra a partir del caso Pérez Molina.

“Hay una tendencia en América Latina con relación a la intolerancia a las actitudes que han tenido los gobernantes, específicamente quienes han aprovechado el erario público para enriquecerse. Fueron muchos años los que pasamos aceptando esto como un hecho natural, hasta que nos cansamos”, señala en entrevista con Siempre.

Hay que recordar que en Guatemala se produjo una investigación que culminó con la caída del presidente Otto Pérez Molina y su vicepresidenta, Roxana Valdetti, bajo acusaciones de asociación ilícita, cohecho y defraudación aduanera, gracias al apoyo que se tuvo de un organismo internacional que ayudó en la investigación: la Comisión Internacional contra la Impunidad.

Al respecto Alamilla Bustamante presume la experiencia al decir, “nosotros tenemos una situación excepcional al contar con una comisión internacional que está colaborando con el Estado para combatir el crimen organizado”.

La investigación también ha provocado que sean encarcelados muchos funcionarios públicos, “porque en Guatemala”, agrega nuestra entrevistada, “tenemos un sistema de justicia que estaba bastante debilitado, comenzando con el ministerio público y siguiendo con los tribunales. Esto se pudo realizar, por la presencia de la Comisión Internacional contra la Impunidad, que fue la que colaboró enormemente al abanderar esta lucha y colaborar con el ministerio público”.

Ileana Alamilla Bustamante

Esto ha significado que la lucha contra la corrupción en Guatemala –en una experiencia que debiera ser revisada en México–, ha logrado obtener una serie de triunfos, aunque signifiquen el inicio de una tarea de más largo aliento, como expresa Ileana Alamilla.

“El problema también es cómo funcionan estas estructuras, porque se puede agarrar a los cabecillas de algunas de éstas, pero hay que llegar a otros planos porque se van reproduciendo, dejamos crecer mucho la situación de estos poderes paralelos –crimen organizado, narcoactividad– que están incrustadas en muchas de las actividades del Estado, pero que también están incrustadas en la sociedad”, añadió.

 Asimismo, se refirió al caso Odebrecht, otro ejemplo de corrupción que implicó a funcionarios públicos de varios países latinoamericanos, al destacar que “salpicó a casi todos los países de una manera impresionante y en Guatemala se dio la situación con la Comisión y con la participación de la sociedad civil, con dos factores que no podemos obviar: uno es el papel de Estados Unidos, que decidió colaborar para sanear al Estado, pues tal como sucede con México, en mi país esto se convierte en un problema de seguridad para la Unión Americana, porque estos gobiernos corruptos permiten cualquier clase de ilícitos que para Estados Unidos son inaceptables; pero en Guatemala se dio otro fenómeno, y que alertó mucho a los estadounidenses que fue el éxodo masivo de menores no acompañados, ahí fue cuando en Estados Unidos se valoró como un problema de seguridad, cuando para nosotros en Guatemala era un problema social”.

Al continuar, indicó que otro factor fue “el internacional, al darse una mezcla de una comisión que acompañó –y abanderó la lucha junto– a la sociedad civil, la embajada estadounidense y el ministerio público, junto a la cooperación internacional, lo que permitió la captura y procesamiento de altos funcionarios del Estado hasta el nivel de presidente y vicepresidenta, pero también fueron capturados una cantidad enorme comenzando por el presidente del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, en donde también había hechos delictivos de los que todo el mundo hablaba pero nadie hacía algo, y las aduanas que era otro nido de corrupción, pues en mi país había una enorme contaminación respecto a esto, ya que eran puestos muy peleados de los que salían personas adineradas saqueando las arcas del Estado”.

Cárcel de Matamoros, Guatemala.

El catálogo de acciones ilegales, de acuerdo con nuestra entrevistada, fue amplio y detectado por la investigación que se llevó a cabo con los aportes de la Comisión Internacional contra la Impunidad, misma que también permitió la detención de funcionarios de la Superintendencia de Administración Tributaria, desde la cabeza de la institución hasta mandos intermedios.

“Hay una cantidad de funcionarios que están guardando prisión y que están siendo juzgados por el sistema de justicia, aunque de manera lenta porque sabemos cómo funcionan estos sistemas y cómo también el litigio malicioso va retrasando los procesos y evitando que los juicios caminen de manera rápida”, explicó Alamilla Bustamante.

De igual manera, recordó que también la investigación emprendida en el marco de la lucha anticorrupción en Guatemala incluyó al registro de la propiedad, “donde también capturaron a la registradora y hay algunos casos en los que han atrapado por delitos menores, pero que ayudan a descubrir toda la telaraña que se ha hecho al amparo de la lucha estatal”.

A futuro, más trabajo

Al preguntarle acerca de lo que viene en el futuro para Guatemala, Ileana Alamilla comenta que en su país “aún falta mucho, hay todavía mucha contaminación en el Estado y también en la sociedad civil, pues hay una equivocación y como sociedad civil tenemos la culpa porque hemos vilipendiado la función pública y nadie quiere asumirla, hablo de las personas capacitadas y decentes, pues ahí llegan aquellos que buscan enriquecerse”.

Al continuar sobre este particular, apuntó que sanear al Estado “es lento, cuesta y hay que sanear también en la sociedad a quienes han cometido hecho de corrupción, pues lo principal es que nosotros como sociedad ya no tengamos ninguna tolerancia hacia eso y que además nuestras conductas se apeguen al ideal que estamos buscando para una convivencia más sana y, además, para evitar todo este saqueo que contribuye a que los fondos públicos no alcancen para satisfacer todas las necesidades que hay en un país tan desigual como es el caso de mi país”.

Ileana Alamilla se negó a recomendar una Comisión como la que actuó en Guatemala para el caso de México, en donde hemos sido testigos de una gran cantidad de funcionarios públicos vinculados a casos de corrupción.

“Es una decisión de los mexicanos, no me gustaría que vinieran a Guatemala a decirnos lo que tenemos que hacer, le pido que me comprenda, pues es un asunto totalmente soberano de México y su pueblo, aquí hemos tenido la experiencia que también trajo muchos problemas porque hay muchos que consideran que es una violación a la soberanía nacional, es un caso único en el mundo, no hay otro lugar en donde haya una comisión que venga a desempeñar una función que corresponde al Estado”.

Nuestra entrevistada agregó que, si bien se trató de una decisión del propio Estado guatemalteco, no estuvo exenta de polémica, “así lo entendimos y hubo un debate muy fuerte, en México tendrían que decidir cuál es la mejor opción, lo bueno es que ya se capturó a Duarte, se demostró que la justicia llega hasta otros países, puede ser un proceso rápido de extradición para que se pueda juzgar de acuerdo a la legislación mexicana”.

La experiencia de la Comisión

La Comisión Internacional contra la Impunidad de Guatemala (CICIG), es una experiencia inédita en la lucha contra la corrupción en el ámbito mundial. Respaldada por la propia ONU, la Comisión ayudó a encarcelar a un presidente de dicha nación y a provocar un cambio en la manera de enfrentar este tipo de ilícitos.

“El mandato de la CICIG no tiene precedentes dentro de las Naciones Unidas u otros esfuerzos internacionales de promover la responsabilidad y reforzar el estado de derecho. Posee muchos de los atributos de un Fiscal Internacional, pero opera bajos las leyes guatemaltecas, en las Cortes Guatemaltecas, usando el procedimiento penal de Guatemala”, de acuerdo a su portal de Internet.

La meta del citado organismo no se queda en el caso Pérez Molina, sino que ve el largo plazo, al afirmar que “la CICIG hace propuestas de reformas legales, trabaja de cerca con miembros selectos del Ministerio Publico y de la Policía Nacional Civil para elevar la experiencia en investigaciones criminales y procesos judiciales además de proveer asistencia técnica a éstas y otras instituciones del sector justicia. La meta es la de dejar estas instituciones fortalecidas, con nuevas capacidades dentro de sus miembros para afrontar casos como éstos en el futuro”.

Puede conocer más de la CICIG en su sitio web: http://www.cicig.org/

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