Irma Ortíz

Este 4 de abril murió en Roma a los 92 años Giovanni Sartori, uno de los intelectuales contemporáneos más importantes en el ámbito internacional en análisis de procesos de democracia y partidos políticos. Vanni, llamado así por sus amigos, se definía como intelectualmente extravagante; laico y crítico con la Iglesia particularmente en América Latina y África, ante la falta de control por la expansión poblacional y el deterioro ambiental.

Su crítica punzante también se enfiló contra el ex primer ministro Silvio Berlusconi, al que atacó una y otra vez.

Polemista y gran comunicador, al sociólogo florentino se le considera como un defensor del racionalismo político que además contaba con un gran sentido del humor. Sartori fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias para las Ciencias Sociales en 2005.  Señalaba que el Homo videns “no entiende”, no piensa en rigor, de ahí su crítica acerca a la cultura de la imagen

Sus frases

*La televisión agranda los problemas y anula el pensamiento que los debería resolver.

*Estamos en manos de políticos ignorantes que no conocen la historia, ni tienen cultura. Solo se preocupan por conservar su sillón. Pasan el día escuchando la opinión del contrario y pensando qué respuesta darle. Así no se construye en nadie. No hay líderes ni hombres de Estado y así nos va: la Unión Europea es un edificio mal construido y se está derrumbando…

*La fama, el éxito, los premios van casi siempre a parar a manos de los que husmean el viento de lo políticamente correcto.

Su obra

Sus libros más destacados: Partidos y sistemas de partidos; La política: lógica y método en las ciencias sociales; Teoría de la democracia; ¿Qué es la democracia?; Homo videns; La Sociedad Teledirigida; La Sociedad Multiétnica; Pluralismo, multiculturalismo y extranjeros, entre otros.

Sartori estuvo veinte veces en México. Durante la presentación de uno de sus libros en 2003, señaló que nuestra nación  “era el país más sólido democráticamente” de América Latina. En 2015, el gobierno de México le otorgó la condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca.