Tomás Yarrington y Marisela Morales

José Luis Camacho Acevedo

Cuando la entonces procuradora Marisela Morales denunció que el exgobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington Ruvalcaba tenía más de dos años siendo investigado por la DEA, de inmediato el entonces mandatario de esa entidad, Eugenio Hernández, le pidió a su “amigo” que se desapareciera del país un tiempo prudente en lo que se atenuaba la persecución.

A la salida de Morales de la PGR, Yarrington y Eugenio Hernández se sintieron a salvo.

Marisela Morales abrió una carpeta de investigación sobre la presumible participación de Yarrington y de Hernández en el asesinato del que fuera candidato a gobernador de Tamaulipas Rodolfo Torre Cantú.

En respuesta los exgobernadores Yarrington y Hernández le armaron a la procuradora una campaña de medios en contra. En esa campaña se llegó a filtrar la especie de que Marisela Morales había sido en su momento quién instruyó a sus subordinados que dejaran pasar todo lo relativo al endeudamiento que hizo el interino de Humberto Moreira como gobernador de Coahuila.

Desde entonces Marisela Morales asumió como un reto personal colaborar en lo necesario y con quien fuere, para que Yarrington fuera capturado.

En 2013, una Corte Federal con sede en Brownsville, Texas, acusó a Tomás Jesús Yarrington Ruvalcaba de haber lavado dinero del narcotráfico desde 1998. En aquel entonces el priista era candidato a la gubernatura de Tamaulipas y operó con ayuda de la Policía Estatal, durante el sexenio de Manuel Cavazos Lerma.

La acusación contempla otros ilícitos, como recibo de sobornos por parte de narcotraficantes, fraude y mentir a bancos de Estados Unidos. Además se detalla que existe una orden de arresto y extradición contra Yarrington y su socio Fernando Alejandro Cano. Desde entonces, ambos se encuentran prófugos.

En 2009, durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, la Procuraduría General de la República (PGR) comenzó a investigar a los exgobernadores de Tamaulipas Tomás Yarrington y a Eugenio Hernández Flores. Yarrington trató de ampararse, pero en 2014, un tribunal federal negó de manera definitiva el recurso y dejó firme la orden de aprehensión girada en su contra en agosto de 2012, por delitos contra la salud en la modalidad de colaboración al fomento del narcotráfico.

Hoy Marisela Morales es cónsul de México en Milán.

Su contacto con la DEA y con Interpol no ha sido cancelado en ningún momento. En la lista se investiga la relación de políticos tamaulipecos con el crimen organizado.

Pero la zaga se ampliará a la zona veracruzana y sus conexiones con el sureste. Y entonces surgirán los nombres de Fidel Herrera, Roberto Borge, Jorge Emilio González (de raíces tamaulipecas por cierto), Javier Duarte, y otros.

Pues se ha empezado a desenredar una madeja peligrosa, sucia y al parecer interminable.

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