Lingüista, filósofo, historiador… (1939-2017)

Humberto Guzmán

Formado en la agitación intelectual de los años sesenta en París, Tzvetan Todorov fue un lingüista, filósofo, semiólogo, historiador, crítico y teórico de literatura, que difícilmente se le podía encasillar en una sola de estas disciplinas. Nacido en Bulgaria en 1939, muerto en febrero de 2017 en París, fue estudioso del “desorden de las sociedades contemporáneas”. Después de escapar de la Bulgaria comunista, de la que tenía recuerdos traumáticos, se le concedió la nacionalidad francesa en 1973 y escribió en el idioma de esa nación. De haberse quedado en su país, jamás hubiera podido escribir la imprescindible obra de la que ahora es autor.

 

Excelente ensayista

De entre sus primeros libros me referiré, en esta ocasión, a Introducción a la literatura fantástica (1971), que es un ensayo donde realiza comparaciones y análisis de textos de diversos autores identificados con esta literatura. Desde Las mil y una noches, cuentos árabes o persas de autor anónimo, algunos de la literatura gótica, como Horace Walpole o Ann Radcliffe, algunos de la corriente romántica que se inscriben en este género, E.T.A. Hoffmann, además de Manuscrito encontrado en Zaragoza, de Jan Potocki, algunos cuentos del conocido Edgar Allan Poe, entre muchos otros. Su capacidad de análisis sorprende por su claridad y lenguaje llano, así como por la técnica expositiva que lo hace incluir ejemplos de lo que habla, con lo que el efecto didáctico se fortalece y aun subraya el atractivo literario del texto. Un excelente ensayista.

Pero Introducción a la literatura fantástica no es solo para el deleite del lector de temas literarios, sino también para aprendizaje de los aspirantes a escritores del género fantástico o para los que ya se desenvuelven en él. Ya sabemos que en este territorio se puede caer con facilidad en lo caricaturesco, pasando por diversos lugares comunes, de ahí la necesidad de estudiarlo desde la sapiencia de un Tzvetan Todorov. Hace la diferencia entre lo fantástico y lo maravilloso, pasando por una variedad de matices, importantes para nuestras regiones, en donde el llamado “realismo mágico” nos ha detenido en esos temidos lugares comunes. Lo fantástico no es ingenuidad, ni naif, ni de efecto fácil. Puede ser sofisticado y de comprensión compleja. Los significados de lo fantástico pueden ir de la realidad asombrosa hasta lo sobrenatural y el terror incompresible.

Por su formación en la literatura francesa, Todorov aprovecha principalmente esta veta. Así que se refiere a Gerard de Nerval, que en Aurelia se mueve entre la “locura y lo fantástico”. No, no es un manual (en contra de lo que se dice en el prólogo del libro) para escribir o entender la literatura fantástica. El término “manual” disminuye a un ensayo como éste. No hay manuales para escribir, por ejemplo. Los libros que hacen creer que son un instructivo para escribir cierto tipo de literatura son falsos. Puede haber aproximaciones, estudios de un género, como éste de Todorov, pero no recetarios. Me explayo sobre este tema en mi texto Aprendiz de novelista, apuntes sobre la escritura de novela: una reflexión sobre el oficio de escribir novela y cuento, se acerca a aquel concepto, pero tampoco pretende ser un manual. Introducción a la literatura fantástica, de Todorov, es un estudio serio —nada confuso— sobre la clase de literatura que anuncia.

Desinterés en la literatura latinoamericana

Me opondría de nuevo a la presentación de este libro de Todorov cuando dice: “Si se trata de buscar, en este ensayo de Todorov, la diferencia entre lo Real Maravilloso y el Realismo Mágico, no lo verá, pues el autor europeo no estaba muy familiarizado con estas corrientes latinoamericanas, provenientes del llamado Boom”.

En todo el estudio, Todorov analiza las partes de lo fantástico, de modo que el lector deducirá cuando se refiere o no a algo parecido al celebrado “realismo mágico”. Éste es, desde mi punto de vista, un recurso menor en el panorama de la historia de la literatura fantástica. El libro de Todorov se publicó en 1971 y al escribirlo debió haber tenido referencia de esa “literatura latinoamericana”, como gustan de decir. No puedo asegurarlo, pero, es posible que a Todorov no le interesó esa literatura.

Como dice este autor, “todas las definiciones son arbitrarias”, no voy a caer en eso respecto a Introducción a la literatura fantástica. Mejor sigo a Todorov y doy un ejemplo de su texto: “Vayamos aún más lejos: el psicoanálisis reemplazó (y por ello mismo volvió inútil) la literatura fantástica. En la actualidad, no es necesario recurrir al diablo para hablar de un deseo sexual excesivo, ni a los vampiros para aludir a la atracción ejercida por los cadáveres: el psicoanálisis, y la literatura que directa o indirectamente se inspira en él, los tratan con términos directos”.

 

Autores fantásticos mexicanos

En México existen autores cuya obra se podría identificar con lo fantástico, en sus diferentes facetas. Juan José Arreola, Juan Rulfo (Pedro Páramo), Amparo Dávila, Guadalupe Dueñas, Inés Arredondo, entre otros. El terror sería una rama de lo fantástico, pero me parece que no hay mucho. Carlos Fuentes tiene algunos relatos, yo he hecho algunos intentos. Pero no veo una presencia importante de este género en el país. Por eso es pertinente estudiar Introducción a la literatura fantástica de Todorov.

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