Entrevistas con María Luisa “La China” Mendoza, José Luis Martínez, Fernando Dworak, Samuel Schmidt, Carlos Ramírez y Fernando Belauzarán, Autores, analistas políticos y columnistas

El terreno de la política es un ámbito en el que la condición humana se presenta constantemente. Las muestras de cómo influye en las decisiones y acciones de gobernantes se presentan cada día, lo cual nos lleva a recordar que es la condición humana la que posibilita la existencia de los llamados pecados capitales.

Santo Tomás de Aquino planteaba que “los pecados o vicios capitales son aquellos a los que la naturaleza humana está principalmente inclinada”, y el mundo de la política y sus representantes resultan muy buen ejemplo.

Siempre! entrevistó a analistas y columnistas para conocer cuáles son los 7 pecados capitales de la política mexicana con la ayuda de José Luis Martínez, director del suplemento cultural Laberinto y autor de la columna El Santo Oficio de el diario Milenio; de María Luisa, la China, Mendoza, escritora y autora de novelas como La perra de la escribana; de Fernando Belaunzarán, autodefinido como hereje, además de ser vocero perredista y exdiputado; Samuel Schmidt, articulista en varios medios de comunicación y exdirector del Colegio de Chihuahua; de Fernando Dworak, analista político y experto en temas legislativos; y de Carlos Ramírez, autor de la columna Indicador político, quienes nos dieron sus puntos de vista respecto a este tema.

Lujuria

¡Rica, fantástica, bravo!, ojalá existiera sin medida, lo que pasa es que es una pasión humana que generalmente se sale de los límites y se convierte en una bendición o en algo sucio y vil, maleducado, grotesco y carente de dignidad. No me gusta, aunque a priori uno diga qué rico, es el caso de la rosa que se convierte en un cardo venenoso por vergonzoso, por reprobable. María Luisa, la China, Mendoza.

Es uno bien interesante, porque hay muchos políticos que están involucrados en escándalos de infidelidad, y otros de ese tipo, la historia de Lidia Cacho es la historia de la denuncia de dos políticos que buscan los placeres más bajos —la pederastia— explotando su poder. En una ocasión, un diputado me decía que la ley sobre trata de personas estaba frenada en el Senado porque el presidente de la comisión tenía negocios de table dance; resulta que esta búsqueda de placer desenfrenado se convierte en política de Estado, o esas fiestas, bacanales, que hacen los políticos con recursos públicos para la búsqueda de placeres carnales, porque a un político le cuesta mucho separar su vida pública de la privada. Samuel Schmidt.

Es la política, es el único sentimiento que justificaría que todos los políticos, de todos los partidos, entraran en la política. La relación de la política con los políticos es de lujuria. Carlos Ramírez.

Es esa actitud de la opinión pública, con todas sus incongruencias, de señalar a los jueces y de despotricar contra Plaqueta por lo del piropo, pero justificar y condenar al mismo tiempo a esta pobre mujer que murió en el accidente de Reforma, porque iba —presuntamente— sin el consentimiento de su marido.  Entonces, es toda esa incongruencia machista basada en intentar reprimir la propia sexualidad a base de una genitalización de la moral. Fernando Dworak.

Un buen ejemplo es mi amigo Silvano Aureoles, se va a enojar conmigo pero qué te digo, tiene su fama. Fernando Belaunzarán.

Pereza

Un mal tremendo, en política no tiene madre, la pereza en la política es la contradicción, la contra natura de su esencialidad, nadie puede permitirse un ápice de pereza cuando se está ejerciendo la política, porque es acción la política, la pereza es lo peor, el mayor pecado. María Luisa, la China, Mendoza.

Hay que sacar la foto a los diputados dormidos, aunque los políticos invierten muchísimo tiempo y energía, no son perezosos, lo contrario, pueden ser incluso hiperactivos, el problema es que este derroche de actividad no es positivo, es para la construcción de la autogratificación. La foto de los diputados dormidos es un poco injusta, no es normal eso, al contrario, parecen hormigas. Samuel Schmidt.

Para mí la política tiene que ver con el esfuerzo de entender la realidad para transformarla y los políticos son flojos, no piensan, no se preocupan, nada más llegan a lo que llegan. Buena parte de la crisis es por la pereza de los políticos. Carlos Ramírez.

Todo lo que hicieron el PAN y el PRD durante los seis años de Eruviel Ávila, que no les permitió crear sus propios cuadros, cuadros jóvenes, competitivos, que les permitieran no postular desconocidos o pepenar en otros partidos para competir. Fernando Dworak.

Se lo dejo a Peña Nieto, no ha hecho nada, después del Pacto no ha hecho nada, lleva casi 6 años administrando la crisis. Fernando Belaunzarán.

Esa se la llevan de calle, evidentemente, los legisladores mexicanos tanto de la Cámara de Diputados como de la de Senadores, nosotros podemos ver cuántos casos, tantas leyes, tantas propuestas se acumulan sin que estos señores se den prisa en sacarlas, aun y cuando en ocasiones violan los tiempos legales, para ellos no existe ninguna prisa fuera de sus intereses personales, han sido ejemplo los legisladores mexicanos de una absoluta desidia, de una pereza. José Luis Martínez S.

Gula

Cuando hay que comer hay que hacerlo, lo malo es que nuestra política lleva en muchos aspectos a zonas dolorosamente devastadas y sin comida, porque no tenemos comida, no tenemos dinero, no tenemos futuro, nada, nosotros el pueblo. Imagínese qué lejos está la gula de nosotros cuando apenas nos llevamos un mendrugo. María Luisa, la China, Mendoza.

Estos políticos corruptos que no se llenan con nada, por supuesto que el salario no les es suficiente, entonces lo que hacen es multiplicarse de tal manera que puedan explotar lo más posible los recursos del Estado. Un legislador que tiene un representante en la CFE o en Pemex para que le maneje sus negocios, es un buen ejemplo, entonces esa ambición o esa gula —metafóricamente— no los lleva a considerar que pueden hundir todo, mientras ellos saldrán a flote. Samuel Schmidt.

Priístas, a pesar de todo lo que se comen se quedan con hambre. Carlos Ramírez.

Los senadores disidentes del PRD. Por ese afán de mantener esas cuotas de poder que se logran al pertenecer a un grupo parlamentario, creyendo que es patrimonio propio. Fernando Dworak.

El obvio es Carstens, porque se refieren a la comida evidentemente. Fernando Belaunzarán.

También es un pecado capital que envuelve todo, o casi todo, el sistema político mexicano. Si nosotros atendemos a la definición de gula, como un apetito desmedido, en todos ellos hay un apetito desmedido por el poder, no solo por comer y beber, sino por el poder, por el dinero, tú no puedes explicar actitudes como la de los dos Duartes que ahora están fugados, como la de Borge, que no se contentan con robar al erario, sino que roban de una manera inconmensurable que nos hace pensar para qué quieren tanto y tanto dinero, pues son insaciables, en la gula caben prácticamente todos. José Luis Martínez S.

Ira

Estoy un poco en contra de todo, pienso que un político que admite la ira y la maneja con elegancia, con justeza y con derecho, también es positivo en la política. Se debe admitir la ira como cuando el Señor corrió a los mercaderes del templo, esa clase de ira es productiva. María Luisa, la China, Mendoza.

La agregaría a los políticos menos sofisticados, menos experimentados, porque el político más completo es alguien que tolera. La ira es —un poco— para ese político desesperado para manejar cosas. Tenemos un problema de mala gobernación con políticos ignorantes, que manejan paradigmas viejos, que toman decisiones que no saben a donde los van a llevar y eso los puede conducir a la ira y a la represión. Es del político que tiene un menor control del entorno. Samuel Schmidt.

La oposición tiene el problema de que, en lugar de reflexionar y tomar alternativas, se enoja y convierte el enojo en ira. La ira es un sinónimo de impotencia, entonces diría que para los políticos la ira es oposición. Carlos Ramírez.

Felipe Calderón que se encuentra en una ruta de colisión con la mitad de la clase política, tratando de apuntalar la campaña de Margarita Zavala. Fernando Dworak.

Quizás es más de Felipe Calderón, es mecha corta, es de todos conocido, y quizá también no se deben tomar decisiones anímicamente perturbado. La ira es un grave problema, pero me parece que quien más se identificaría con eso sería Calderón. Fernando Belaunzarán.

Es muy frecuente, lamentablemente, en muchos personajes de la izquierda, a los que no se les puede criticar sin que lancen una serie de improperios, de denuestos, es el caso de Martí Batres, de Ricardo Monreal, del mismo López Obrador y, en el otro extremo, del exgobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes. José Luis Martínez S.

Envidia

Vamos a hablar de algo tan conocido por nosotros. El pueblo de México es heredero directo de lo español, de la raza española, que es la hacedora mayor de la envidia y nosotros herederos directos de emperadores aztecas y mayas que tenían casi escuelas de envidia. La rechazo, como ser humano —o como política que una vez fui—, porque me duele, me ofende. María Luisa, la China, Mendoza.

Cada uno envidia lo que tiene el otro, por eso la búsqueda de las pasiones más bajas y los instintos más ruines los llevan a esto porque están envidiando lo que tiene el de al lado, quieren más poder y dinero y no se tocan el corazón para hundir a los demás. Samuel Schmidt.

Lo identificaría como corrupción, la gente se corrompe por envidia, quiere tener lo que no tiene y tienen los otros, y cuando suelen hacerlo es cuando cometen actos de corrupción, pues no lo obtienen con su trabajo. Carlos Ramírez.

Es todo ese discurso de equidad social sin tener que trabajar en condiciones de libertad de competencia. Estamos hablando de toda esa actitud de tratar de vivir gratis, que te haga justicia la revolución. Fernando Dworak.

Lo representa Miguel Barbosa, quien es una persona con muchos complejos y resentimientos, y compite con todos sus compañeros, después de 6 años nadie le va a dar la espalda porque los va a acuchillar. Fernando Belaunzarán.

Es desear lo que otro tiene, hay una serie de actores políticos que siempre están pensando en acceder al poder, entonces ellos tienen envidia de los que sí poseen el poder, quieren llegar y no saben para qué, simple y sencillamente para estar ahí. Hemos visto que quienes critican a quienes están en el poder, una vez que llegan a él cometen los mismos errores, vuelven a cometer —en ocasiones— las mismas trapacerías, uno piensa para qué querían llegar. Es difícil personalizar cuando la clase política, casi por completo, adolece de tantas cosas y tiene tantos defectos. José Luis Martínez S.

Avaricia

Soy tan pobre que nada más de pensar en la avaricia me da risa, porque no tengo por qué pelear por dinero, por un puesto, por nada. No conozco la avaricia, son sencilla y honrada, los honrados no podemos tener avaricia. María Luisa, la China, Mendoza.

Los políticos tienden a ser hasta generosos, aunque la lana no sea de ellos. Si manejo la avaricia —en un sentido metafórico—, diría si el poder lo meto en la avaricia, no quieren compartir ni la menor cantidad posible; si lo meten en el dinero, este compra lealtad, posición y es el camino de consolidar el poder. En términos de dinero son muy generosos y en términos de compartir el poder son muy avaros, porque sienten que el poder es una suma cero y que es indivisible, por eso nuestras democracias son tan endebles, porque cada día encontramos tendencias hacia los autoritarismos por esta idea de que el poder es para tenerse, un régimen democrático es el que se consolida con base en compartir el poder. Samuel Schmidt.

Es el motor de la política, si vemos, todos los políticos incluyendo los de la oposición que conocemos como radical, ambos extremos, todos buscan acumular, ya no es como antes en que decían “me gusta, soy corrupto, pero salpico”, no, hoy es la simulación y ser avaro, lo estamos viendo con políticos que tienen colecciones de coches antiguos y los tienen en su casa, no los enseñan. El motor de los políticos es tener recursos para enriquecerse y crear su mundo que nadie vea. Carlos Ramírez.

Es lo que remite a la política, por todo el robo, la corrupción y los saqueos, el chiste es tener más a costa de la legalidad. Fernando Dworak.

Lo representa Javier Duarte, bien ganado. Fernando Belaunzarán.

Envuelve a la mayoría en querer tener más, más y más, la podemos relacionar con la gula, es decir, el querer tener solo por el hecho de tener, ya sea poder o dinero, el hecho es acumular, creo que ahí en ese ejemplo vuelvo a lo mismo, caben perfectamente todos los exgobernadores que ahora son perseguidos por la justicia, incluidos no solo los célebres Duarte y Borge, sino también el exgobernador de Tamaulipas, el de Aguascalientes, es lamentable el deterioro, y que son proclives para eludir sus obligaciones y pensar solo en un bienestar personal, pensar en una satisfacción personal que en este caso es la acumulación sin ningún otro fin. José Luis Martínez S.

Orgullo

El orgullo es desfavorable, hay que ser un político orgulloso, digno, erecto, creo que un bien en la política más que pecado, es un lustre. María Luisa, la China, Mendoza.

Se identifica con todos los políticos, porque estos se orientan a la autogratificación y esta tiene que ver con la búsqueda de riqueza, de prestigio, y muchas veces con la recurrencia a las más bajas pasiones y a los peores instintos para destruir al de al lado y ganar ellos. El político se alejó de la política como la búsqueda de la felicidad de los demás, para la muy egoísta búsqueda de la felicidad de ellos. El orgullo es parte de eso y de ahí nos lleva a la corrupción, una de las peores compañeras. Samuel Schmidt.

Es lo último que queda del espíritu nacionalista en la sociedad, ningún político tiene orgullo. Es un valor que no tiene que ver con la política. Carlos Ramírez.

Estamos hablando fundamentalmente de López Obrador, es decir una persona que en realidad no escucha, está cerrada y es demasiado confiada en una victoria que no está completamente amarrada. Fernando Dworak.

Es Andrés Manuel López Obrador porque esa es la causa de su derrota, la soberbia es mala consejera. Y no sólo de él, hay mucha gente que la práctica, pero el más emblemático es López Obrador. Fernando Belaunzarán.

Con este se identifica el 100 por ciento de los políticos mexicanos, si lo asociamos a la soberbia, son incapaces de reconocer cuando se equivocan. José Luis Martínez S.