El caso Oderbrecht sigue saliendo a flote. Este martes las investigaciones sobre su entramado de corrupción y lavado de dinero destapó al ex presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, de quien se dice que recibió más de cuatro millones de dólares en efectivo entre 2012 y 2013. Esto fue posible gracias a la declaraciones hechas por el empresario brasileño Marcelo Odebrecht, quien además era el ex director de esa firma constructora.

Marcelo, quien se encuentra preso desde 2015 y mantiene un acuerdo federal para delatar a los implicados en corrupción de la empresa Petrobras, vinculada a Odebrecht, afirmó que en sus libros de contabilidad aparecía una persona identificada como “amigo”, a quien se le destinaban varios pagos fuertes. Esa persona resultó ser Lula da Silva, quien recibió el dinero entre 2012 y 2010.

El empresario reveló que hizo varios pagos al Instituto Lula, que dirige el ex presidente, para la compra de un terreno y la construcción de su edificio sede. También destapó un pago por 16 millones de dólares destinados a la campaña electoral en 2010 de Dilma Rousseff, sucesora de Lula da Silva.

El pago se realizó a través del entonces ministro de Hacienda, Guido Mantega. Este último, junto con Antonio Palocci, estaban señalados en los libros contables como “Post-italiano” e “Italiano”. Palocci fue ministro con Lula y Rousseff y era el vínculo del grupo Odebrecht. Fue sustituido por Mantega, por eso éste era “Post-italiano”. Está en la mira por haber cobrado 40 millones de dólares.

Por el momento, el iceberg Odebrecht sigue flotando y mostrando su aristas con las este exclusivo grupo obtenía contratos amañados con Petrobras, inflaban los valores y repartían las diferencias entre directores de la petrolera estatal y partidos políticos que amparaban la práctica y legislaban a favor de estas empresas.

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