Según encuestas, en las que ya nadie cree, el aspirante centrista Emmanuel Macron avanza en las elecciones de Francia; la segunda gran potencia europea. Con un marcado proyecto europeísta, este candidato por el que nadie daba nada hasta hace un par de meses, ha logrado sobreponerse a la campaña dura de su competidora más cercana, la ultraderechista Marine Le Pen, que enarbola un abierto plan eurófobo y antimigrante.

El ex ministro de Economía de treinta y nueve años y líder del movimiento ¡En marcha! cuenta hasta ahora con el 23 por ciento, mientras Le Pen, del partido Frente Nacional tiene un cercano 21%, pero sólo suficiente para pelear por una segunda vuelta que se realizaría el próximo 7 de mayo. La jornada electoral a trajo la participación de un 69.42%, cifra inferior a la registrada en los comicios de 2012.

El izquierdista Jean-Luc Mélenchon, de quien se pensaba que haría un buen papel, se disputa el tercer puesto con el aspirante oficialista Francois Fillon, que rondan el 19%; ambos ya reconocieron su derrota y propugnaron por que el electorado que aún falta por emitir sus sufragios, vayan en apoyo de Macron, ya que consideran que Le Pen sólo dividiría a la sociedad.

Macron quien aspira a convertirse en presidente a sus 39 años, sería el mandatario más joven de la V República, mientras que Le Pen busca ser la primera mujer en alcanzar la jefatura del Estado galo. La lucha electoral de segunda vuelta quedará definida entre Macron, quien se muestra como favorito con una probabilidad del 76%. Le Pen aparece con un 66%, Fillon con un 32% y Mélenchon con un 27%. Francia ha elegido quedarse en el bloque democrático más grande de la historia y ha espantado el temor por un “Francesortie”, cosa que no ocurrió en Reino Unido y su famoso Brexit.