Hace apenas unas semanas, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro disolvió el parlamento mediante una orden que le dio el Tribunal Supremo de Justicia. La medida fue calificada por la comunidad internacional como un “autogolpe” y orilló a la población civil a manifestarse en una megamarcha programada para este miércoles.

Maduro afirmó que las manifestaciones estaban encubriendo un complot militar contra su gobierno. Ante esto, activó el llamado “Plan Zamora”, que faculta a las fuerzas armadas a mantener el orden interno ante cualquier posible amenaza de golpe de Estado, del cual afirma que Washington es quien mueve los hilos de las protestas.

Tal y como se esperaba, la policía y el ejército reprimieron con gases lacrimógenos a los manifestantes que se habían dado cita en diversos puntos de Caracas, convergiendo en una gigantesca marcha en repudio al régimen de Maduro.

Los disturbios tuvieron lugar a lo largo de la autopista Francisco Fajardo, en El Paraíso, Quinta Crespo, San Bernardino y San Martín, en el oeste de la ciudad. En las acciones ocurridas en el barrio de San Bernardino, al norte de la capital venezolana, un joven murió víctima de un disparo en la cabeza poco después de haber sido ingresado a un hospital. Se trató de Carlos José Moreno Barón, de 17 años de edad. Entre las víctimas también se reportó a Paola Ramírez, una mujer de 23 años, quien murió en los disturbios en el estado de Táchira

Hasta el momento, varios accesos a Caracas permanecen bloqueados, en tanto que el metro cerró una veintena de sus estaciones en el centro de la ciudad.

Mientras tanto, la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) exigió a Maduro que respete la dignidad de su pueblo y se pronunció en favor de que los manifestantes no caigan en provocaciones que permitan complicar aún más la situación en la capital venezolana.