¡No la vi venir!, de Mark Harvey Levine

Gonzalo Valdés Medellín

Mark Harvey Levine es un dramaturgo estadounidense que con ¡No la vi venir! (presentada en el Foro Shakespeare) crea una obra de interesante factura comediográfica, bien resuelta y mejor estructurada para beneplácito del público y de los actores que la encarnan en México: Adriana Montes de Oca, Ana González Bello, Antonio Alcántara, Christopher Aguilasocho, Lucía Gómez-Robledo, Mariajosé Brunet, María Penella Gómez, Marcos Radosh y Roberto Cavazos quien codirige con Héctor Berzunza. La música original (excelente) corre a cargo —¡en vivo!— de Roberto Cavazos, María Penella Gómez y Adriana Montes de Oca.

La obra se compone de seis breves piezas que inciden en la realidad cotidiana de la juventud, sus amores, pasiones, diversidades, debilidades y patologías, penetrando en el corazón de los espectadores con un sentido del humor espléndidamente forjado tanto por los brillantes directores escénicos, como por el grupo de talentosos y capacitados intérpretes que dan todo de sí, en un montaje admirablemente logrado.

“Rentado”, “Príncipe Azul”, “¡Sorpresa!”, “Mala fortuna”, “Superhéroe” y “¿Ya saben qué van a ordenar?” son los cuentos que conforman ¡No la vi venir!, explorando tipos, estereotipos y prototipos del discurso amoroso en que se desarrollan los conflictos existenciales en la carrera por la vida de los jóvenes de hoy.

Con un límpido trazo escénico, una producción minimalista que saca chispas de relevancia expositiva, y muy sólidas actuaciones, ¡No la vi venir! constituye una puesta vital, enternecedora, divertida, profunda en sus implicaciones psicológicas, yendo de la farsa a la sátira, elementos con los cuales se tejen y destejen los encuentros y desencuentros amorosos; y que finalmente sorprende al ver conjuntado tantísimo talento de la mejor expresión del teatro mexicano contemporáneo. Bravo para ¡No la vi venir!, porque este teatro… ¡sí se ve…!

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