Emmanuel Macron, candidato del movimiento En marche! y prácticamente la esperanza del electorado francés, que su adversaria ultraderechista Marine Le Pen es una terrible opositora de la libertad, uno de los tres pilares que dio origen a la república francesa. Tras el debate sostenido ayer con su rival, Macron, acusó a la líder del Frente Nacional de ampararse en las famosas “fake news” o noticias falsas las cuales, dijo, tienen su origen en una estructura “organizada” que se ha propagado en internet desde Rusia.

Macron aseguró que esa actitud que “es un desafío para todas las democracias abiertas” que “tienen debilidades frente a los extremismos” que utilizan “la mentira” en el debate público. Agregó que “el FN se alimenta de la inseguridad de las democracias contemporáneas” y de la incapacidad de los responsables políticos para dar un destino a las clases medias y bajas, por eso, aseguró, que el desafío que tiene si sale elegido el próximo domingo es “mantener el país fuerte, y sobre todo mantenerlo unido”.

El aspirante liberal negó las acusaciones de Le Pen que asegura que Macron tiene una cuenta en las Bahamas y lamentó que los “aliados” de su oponente hayan proferido durante la campaña “mentiras y falsos anuncios” contra él, muchos ellos “vinculados a intereses rusos”.

Asimismo, reiteró su intención de llevar a cabo una reforma laboral este mismo verano por decreto porque considera que “está madura en el debate” y que además la ha anunciado durante la campaña.

A Marine le faltó altura

Por su parte, el fundador y exlíder del partido ultraderechista Frente Nacional Jean-Marie Le Pen consideró que a su hija le faltó “altura” durante el debate mantenido con Macron.

“Podría haber habido una ventaja para Emmanuel Macron pero desde luego que no para Marine Le Pen, a la que le ha faltado altura. Creo que ha sido su entorno el que le he aconsejado que actúe así”, comentó Jean-Marie Le Pen, que fue expulsado del partido por su hija en 2015. Asimismo, señaló que los asesores de su hija seguramente confiaban en que Macron sufriría algún tipo de “derrumbe psicológico”, lo cual no sucedió, pese a que, a su parecer, se trata de un hombre que tampoco se ha mostrado “muy sólido” en sus argumentaciones.