La inmediatez que caracteriza a la sociedad moderna está obligando a las diferentes dependencias gubernamentales a implementar tecnologías para agilizar la atención de los ciudadanos; y aunque la creación de un gobierno digital es una tendencia mundial que no tiene vuelta atrás, es un proceso que debe llevarse a cabo de manera estructurada y confiable, o de lo contrario traerá consecuencias negativas tanto para las instituciones como para quienes confían sus datos.
Las autoridades en nuestro país han dado los primeros pasos para conformar un gobierno digital, con la creación de expedientes electrónicos y la conformación de plataformas para la realización de trámites en línea. Con ello, el país ha logrado pasar del top 50 del United Nations E-Government Survey 2016, promovido por la Organización de las Nacionales Unidas (ONU), al top 25 como una de las naciones que más ha impulsado canales interactivos, como foros en línea y plataformas de retroalimentación para fortalecer la relación de los ciudadanos con el gobierno.
Pero lamentablemente seguimos viendo fugas de información e incluso fraudes, como el perpetrado en el programa para adultos mayores 65 y Más, y en el que presuntamente estuvieron involucrados 493 promotores que sustrajeron alrededor de 19 millones de pesos destinados a apoyos sociales.
Con este ejemplo no buscamos desalentar la iniciativa de incorporar al gobierno a la era digital, sino más bien resaltar la necesidad de que las tecnologías sean aplicadas con responsabilidad y con la cantidad de filtros suficientes para garantizar que sean efectivas y seguras.
Actualmente, la mayoría de la información sigue resguardada por software, cuyos filtros suelen ser un nombre de usuario y una contraseña, elementos fáciles de vulnerar si se tiene el tiempo, la paciencia y los conocimientos suficiente. Por ello la biometría, sustentada en una solución de unicidad de la identidad -es decir, un filtro que no permite que se vuelva a registrar un biométrico si éste ya está capturado en la base de datos-, se postula como la opción más confiable.
La biometría es un método automático de reconocimiento de individuos, basado en características biológicas (anatómicas) y de comportamiento que pueden medirse. Es en la década de los sesenta cuando empezaron a crearse métodos automatizados para el cotejo biométrico de huellas y rostro, que después evolucionarían a voz, iris y firma.
[gdlr_video url=”https://youtu.be/r8fUhv49EqI”]
En México, la recopilación de huellas dactilares empezó a principios del siglo XX, pero es hasta los años noventa que empiezan a adquirirse dispositivos para autenticar la identidad de una persona a través de sus rasgos biométricos.
La automatización de este proceso ha significado un parteaguas en la implementación de esquemas de seguridad en el mundo, debido a que por un lado se cuentan con características inherentes al individuo que son inalterables en el tiempo o que sufren pocas modificaciones, y por el otro con la HH que permite medir dichos rasgos y además emitir análisis sobre la identificación de las personas.
Una de las ventajas técnicas de una base biométrica bien resguardada, es que difícilmente se puede vulnerar, y en el caso remoto que se consiguiera, es prácticamente imposible que la información pueda ser descifrada. Si pensamos como un hacker, que tradicionalmente busca emplear poco tiempo y esfuerzo en conseguir un beneficio, este tipo de información no le resulta tan atractiva.
Un gobierno digital responsable no escatimará en poner candados que garanticen que la información recaudada estará segura, pero también busca que los datos obtenidos sirvan para brindar servicios. La tecnología para lograr ambos propósitos existe, sólo es cuestión de saberla implementar.
>Adolfo Loera es director general y fundador de Biometría Aplicada, empresa pionera en la implementación de soluciones biométricas en el país. Cuenta con una trayectoria de más de 15 años en el sector, y ya ha trabajado con empresas privadas e dependencias de gobierno como la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Seguro Popular, y afores como MetLife, Sura, Invercap, Banamex y Pensionissste.