Serán necesarias unas cajas negras

José Elías Romero Apis

Los adivinos no se ponen de acuerdo y, por eso, aún no sabemos quién ganará la elección del Estado de México. Pero lo que sí podemos anticipar es que, al día siguiente, todos estarán proclamando su derrota y, algunos, llamándose robados.

En ese momento será necesario buscar las cajas negras para que, como en los siniestros de aviación, nos permitan saber lo que pasó pero, más que ello, qué lo provocó. Porque lo que ya haya pasado, ya lo sabremos. De muy poco nos sirve valuar si fue bueno o si fue malo. De ello se encargará el futuro. Pero está claro que puede servirnos saber lo que lo provocó. Para repetir lo que tenga de bueno. Para evitar lo que haya que prevenir.

No estoy seguro si esta contienda será interesante pero creo que será excitante. Se adivina un cerradón tremendo. Desde luego, habrá protestas y averiguaciones. Por otra parte, si se observa a los triunfadores, algo nos señala que no podrían haber considerado a su triunfo como una apuesta firme. Ya podrán decir que siempre tuvieron confianza en una victoria segura. Pero creerles eso sería ingenuo. Por eso es necesario para que los triunfadores sepan lo que aconteció y cómo se generó.  Les sería provechoso encontrar y revisar su caja negra porque no es seguro que cuenten con una cabal explicación de las razones de su éxito, que les permitiera capitalizarlo y preservarlo para el porvenir.

Asimismo, pareciera que los partidos que perdieron la elección andarán en búsqueda de un diagnóstico consistente que les permita hacer correcciones para el futuro. Tendrán que analizar fenómenos que no se explican de primer vistazo. Discernir si lo que les ha sucedido es un fenómeno atípico o, por lo contrario, coincide con el devenir mundial actual. Así, pues, hay docenas o centenares de interrogantes. En fin, todos tendrán que encontrar y revisar su caja negra.

En lo que concierne a la tercera y cuarta fuerza nos han dado aviso y cuenta de que se aplicarán al salvamento y dicen que hasta a la refundación.  Pero, más allá de esto, tendrán forzosamente que encontrar las respuestas que correspondan a sus múltiples interrogantes. Si el resultado electoral fue un producto gestado en dos o tres décadas o, por lo contrario, si se generó en los meses de campaña. O se trata, simplemente, de la mera coyuntura de una mercadotecnia que no caló en el gusto del electorado. Si se debió a sus propios errores tácticos o si provienen del talento estratégico de sus adversarios. Por último, si tiene remedio o debe clasificarse, desde  ya, como una pérdida total.

Por último, también los ciudadanos nos preguntaremos mil cuestiones que aún no tienen respuesta. Tenemos y tendremos razonables dudas sobre la fidelidad de un resultado electoral que mas pareció de película que de verdad. Pero también hay incertidumbre sobre el funcionamiento del país, sus instituciones, su gobernabilidad, las ambiciones, los desánimos, las improvisaciones, los acomodos, los entendimientos y los desarreglos. Por todo eso hay que buscar las cajas negras.

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@jeromeroapis

 

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