Entre acusaciones de que las medidas anticontaminantes tienen fines políticos y electorales, lo único cierto es que la polución en la zona metropolitana del valle de México no cede. Para cuando estas líneas se publiquen, se habrán cumplido dos semanas de contingencia ambiental. La antigua urbe mexica —que cautivara a los conquistadores españoles por sus lagos, ríos, aire limpio y claro— se halla en una severa crisis atmosférica. Un dato nada halagüeño: de 365 días del año en 250 la calidad del aire es mala.

Y lo peor, no se ve en el corto plazo una mínima solución.

En la imagen, una panorámica de la Ciudad de México, el 22 de mayo —de oriente a poniente—, con una densa capa de neblumo.

Fotografía: Agencia EL UNIVERSAL/Germán Espinosa.

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