Ya falta poco

Alfredo Ríos Camarena

Las coordenadas de la política electoral suelen moverse inesperadamente por factores internos y externos y porque la percepción de la ciudadanía es altamente cambiante, bastan los recientes y sorprendentes ejemplos con la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea en un referéndum inesperado, la votación en Colombia que estuvo a punto de frustrar la firma de la paz entre el gobierno y las FARC, o la propia elección, también inesperada, de la nación más poderosa del mundo.

Los partidos políticos democráticos liberales de la sociedad contemporánea se han debilitado al convertirse en grupos cupulares, en muchos casos, alejados de los votantes.

En México, por ahora todas las encuestas favorecen a Andrés Manuel López Obrador, quien ya ha tenido calidad de puntero en las dos elecciones pasadas, particularmente en la que ganó Felipe Calderón; los videos de “lady bolsitas”, Eva Cadena, diputada local de Las Choapas, Veracruz, son un golpe fuerte a las aspiraciones de López Obrador; aunque, por otro lado, ha querido posicionarse en el tema internacional con dos recientes artículos firmados por él y publicados respectivamente en el diario francés Le Monde y en The Washington Post. En el primero afirmó que “aspira a conformar un gobierno respetuoso frente a su vecino del norte y no cesará en su determinación de defender la soberanía mexicana”, mientras que en el segundo enfatizó que “buscará una relación bilateral y armónica con Estados Unidos basada en la cooperación y el desarrollo”. Morena es un partido nuevo, pero la candidatura persistente de AMLO ya es añeja.

En los terrenos del PAN la división se manifestó en la polémica entre el expresidente Calderón y el exdiputado Rodríguez Prats; su división es clara en tres vertientes: la candidata y esposa del expresidente, Margarita Zavala; el exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, y el controlador del partido y presidente del mismo Ricardo Anaya, que parece avanzar con paso firme a la candidatura.

En el PRD la candidatura de Juan Zepeda en el Estado de México les ha dado un nuevo aire y, por otra parte, Cuauhtémoc Cárdenas se moviliza en un cuarto polo que plantea un interesante programa de gobierno, en alianza con el partido Movimiento Ciudadano que encabeza Dante Delgado.

En el PRI existe una corriente interna que está intentando darle nuevos alientos a este partido, que actualmente mantiene el gobierno de la república y que ha logrado una política razonable en la relación bilateral con el “imperio”, una actitud más definida en el combate a la corrupción y probablemente ganará, con poco margen, la joya de la corona que es la elección para gobernador del Estado de México. Para la sucesión presidencial siguen estando en la aspiración interna los dos tradicionales secretarios, cercanos al presidente Peña Nieto, es decir, Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong, aunque también figuran José Narro y José Antonio Meade, ambos con trayectorias impecables y simpatía personal.

A partir del 5 de junio —día que se resuelven las elecciones de Nayarit, Coahuila y Estado de México y las arcadias de Veracruz—, habrá una nueva embestida por parte de todos los institutos políticos, pues se inicia la sucesión presidencial a partir de la primera quincena de septiembre de este año y, muy probablemente, para octubre estarán ya resueltas las candidaturas.

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