La mayoría de los comerciantes informales en el Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México (Metro), mejor conocidos como “vagoneros y pasilleros”, llevan varios años en este trabajo tratando de obtener un ingreso que les permita sobrevivir día a día. Muchos de estos trabajadores, son padres de familia, madres solteras o adultos mayores que venden para poder comprar algún medicamento que les permita tener una mejor calidad de vida. Entre los cientos de personas que se dedican a este oficio, se encuentran historias que contar; como ellos refieren “están ahí por necesidad no por gusto”. Salen de casa esperando llegar de nuevo sin tener que pasar el transcurso del día en el Ministerio Publico o Centro de Sanciones Administrativas mejor conocido como “Torito”, donde pueden pasar de 3 a 36 horas de su día detenidos.

José Luis, quien cuenta con más de 25 años como comerciante en el interior de los vagones del Metro, recorre cada uno de ellos ofertando los productos que escoge según la temporada y venta de los mismos, para así poder conseguir algún ingreso que le permita volver a surtirse de mercancía y realizar sus gastos personales.

Muchos de los comerciantes que venden sus productos en el interior de los vagones del Metro, se enfrentan a las ofensas e insultos que la gente les hacen si motivo alguno. José Luis menciona que la mayoría de la gente respeta y comprende la forma de ganarse la vida por lo que los acepta. Sin embargo, algunos usuarios se tornan agresivos llegándolos a golpear sin motivo alguno.

En algunas ocasiones, padres e hijos trabajan como comerciantes en el interior de los vagones del Sistema de Transporte Colectivo Metro, tal es el caso de José Luis quien su mamá también trabajaba como “vagonera” y la cual ha dejado de trabajar debido a su edad y salud. En las últimas semanas se han intensificado los operativos contra estos vendedores quienes al ser detenidos pasan horas en el Ministerio Público. Pagan multas de 100 a 250 pesos aunque su recibo de multa solo diga 70 pesos.

José Luis, es “pasillero” de la Línea 2 del Metro, la cual corre de Cuatro Caminos a Taxqueña. Por las mañanas sale a correr y hacer ejercicio en un deportivo ubicado cerca de su casa en Cuautepec Barrio Alto, cerca del Reclusorio Norte.

>>Texto y fotografías de Enrique Ordoñez a través de la agencia Cuartoscuro<<