La noche del miércoles se registraron dos eventos ocurridos dentro del llamado “Triángulo Rojo”, zona identificada por concentrar la mayor incidencia de robo de combustible a ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) extraído por pobladores.

El saldo del enfrentamiento entre integrantes del Ejército y presuntos integrantes del crimen organizado fue de al menos 10 muertos, cuatro de ellos militares, seis civiles, 12 heridos y 14 detenidos.

El primer hecho ocurrió a las 20:15 horas, cuando soldado de la 25 Zona Militar, en Puebla, recibieron la alerta de que había una toma clandestina para la ordeña de ductos. Al llegar al lugar, los delincuentes utilizaron a niños y mujeres como escudo para impedir que los militares se acercaran. A pesar de ser atacados a balazos, los uniformados se retiraron para preservar la seguridad de los civiles. Durante los disparos, un soldado recibió tiro en el cuello y abdomen, falleció en el lugar de hecho; otro fue herido en la cabeza y murió al ser trasladado al hospital.

El segundo ataque fue a las 22:00 horas cuando los militares que hacían un reconocimiento terrestre fueron baleados por un grupo criminal que viajaba en convoy de cinco camionetas, tres con blindaje de fábrica. Durante el intercambio de balas, dos soldados murieron, nueve resultaron lesionados, al igual que un elemento de Seguridad Pública estatal. Además, fallecieron seis civiles, entre ellas una mujer.

En la zona se detuvieron a 12 personas por resultar presuntamente culpables de los hechos , a quienes les aseguraron tres fusiles de asalto AK-47, una pistola, cartuchos y vehículos.

El secretario de Gobierno de Puebla, Diódoro Carrasco Altamirano, reportó a 14 personas detenidas lo que generó que decenas de habitantes de Palmarito, Puebla, bloquearan por cuatro horas la autopista Puebla-Veracruz para exigir la salida de más de mil elementos de la Policía Militar, policía federal y estatal. Los inconformes bloquearon todos los carriles y quemaron llantas.

Carrasco Altamirano, informó que en el operativo participaron 600 elementos del 55 Batallón de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), a los que agregaron 400 agentes, dos helicópteros y vehículos equipados.

Por su parte, Víctor Antonio Carrancá, fiscal general del estado, dijo que los agresores no pertenecían a la banda Los Bukanas, sino a otro grupo cuyo líder está identificado y cuenta con una orden de aprehensión por homicidio.

José Antonio Gali, gobernador de Puebla, lamentó que la presencia del crimen organizados “esté envenenando a la familias del lugar”. Aseguró. Que los operativos contra el robo de combustible vana seguir e intensificar.

“Al supervisar el operativo veíamos al frente niños y mujeres como escudo de los cobardes. Valdría la pena que los familiares de estos niños y jóvenes piensen si por recursos económicos vale la pena el riesgo”.

Los Negros y Los Marranos

Reportes oficiales indicaron que Los Negros y Los Marranos son las organizaciones más violentas de huachicoleros que operan en Puebla, los cuales han implementado una estrategia de provocación con la que buscan general enfrentamientos que deriven de bajas civiles para culpar al Ejército.

Se han detectado que estas bandas son protegidas por autoridades estatales y, además, cuentan con estrategia mediática para obtener cobijo social y contrarrestar las operaciones de las fuerzas armadas y federales.

A través de mensajes en redes sociales, mantas y cartulinas acusan a las autoridades de supuestos atropellos.

En Palmar de Bravo, el 16 de noviembre de 2015, soldados fueron agredidos por cuatros hombres armados, un militar resultó herido.

En la comunidad de Palmerito, el 28 de enero de 2017, elementos de Ejército fueron atacados por sujetos desconocidos que iban en cinco camionetas, no hubo muertos ni lesionados.

Un comando de 14 sujetos a bordo de dos vehículos disparó contra elementos del Ejército en San Jerónimo Ocotitlán, el pasado 29 de enero de 2017.

El 11 de febrero de 2017 en el poblado de Guadalupe Enríquez, soldados fueron atacados a tiros y posteriormente un grupo de 500 pobladores, entre ellos mujeres y niños, los agredieron con palos, piedras, machetes; no huno lesionados.