Del gobernador de Colima José Ignacio Peralta Sánchez

Angélica de la Peña Gómez

La prioridad de las autoridades durante la recuperación del espacio público debe ser la calidad de la vida de las y los habitantes, así como trabajar en coadyuvancia y corresponsabilidad, sin embargo en Colima no ha ocurrido así.

La importancia del parque “Griselda Álvarez” era reconocida por la propia autoridad, de ello daba cuenta el portal de la Secretaría de Turismo de Colima: “El parque regional metropolitano Griselda Álvarez abrió sus puertas al público en noviembre de 1985 muy cerca del centro histórico de la capital colimense. El nombre del parque se origina por su fundadora la exgobernadora y poeta Griselda Álvarez Ponce de León”.

Dicho parque se estableció sobre frondosas huertas que datan del siglo XIX, cuenta con 22 hectáreas de áreas verdes y zonas recreativas; incluyendo en ellas un lago, zoológico, campo de paintball, museos, teatro, jardines, canchas, salones, albercas con olas, toboganes, pero lo más importante es que se trata del pulmón ecológico de la capital del estado de Colima, ubicado en pleno Centro Histórico de la capital del estado.

En resumen, el parque “Griselda Ávarez” es un espacio vital para el desarrollo integral de toda la población, para la conservación del tejido social y para la preservación del medio ambiente.

Sin embargo, la administración colimense de José Ignacio Peralta Sánchez ha concesionado el parque y zoológico metropolitano “Griselda Álvarez” al empresario José Ernesto Zazueta Zazueta, director de la empresa Fiesta Zafari, S. A. de C. V. y presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México, en un procedimiento plagado de irregularidades.

En primer lugar, no se informó a la ciudadanía del proyecto, mucho menos se le consultó, y qué decir de realizar un estudio sobre las necesidades de la población.

Otras irregularidades —todas a favor del concesionario— son que la empresa podrá explotar económicamente el parque y el zoológico, así como el Museo de Arte Contemporáneo “Jorge Chávez Carrillo”, que será convertido en Museo de Historia Natural, hasta por 25 años.

El gobierno estatal cubrirá los gastos de electricidad, agua y alcantarillado de las instalaciones, publicidad e incluso podrá comisionar —pagando sus salarios— a los trabajadores que deseen continuar laborando en el parque.

Lo más preocupante  es la imposición de una tarifa para el ingreso al Parque, que no superará los 30 pesos por persona durante 2017, pero que podrá incrementarse cada año conforme al porcentaje de la tasa de inflación.

Ante cualquier proyecto que involucre un espacio público tan importante como el Parque y Zoológico Metropolitano “Griselda Álvarez”, la autoridad está obligada a abrir un proceso de consulta transparente y contar con asesoría de expertos urbanistas, zoólogos, biólogos, etcétera.

Ante la afectación a los derechos de la población colimense, la Comisión Permanente ha exhortado al gobierno de Colima a informar pormenorizadamente  de esta concesión. Esperamos que tengan la voluntad política para responder, recordando que el nuestro es un sistema federalista y no de virreinatos.

Los colimenses exigen que sus necesidades y expectativas sean consideradas, porque su derecho a gozar plenamente de sus espacios públicos y culturales debe anteponerse a cualquier otro interés.

No olvidemos que en la Ciudad de México la sociedad logró revertir una decisión similar.

@angelicadelap

Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República