Una serie de ensayos y estudios sobre grandes figuras de la literatura, es lo que incluye el libro Retablos y altares de la literatura universal, a manera de homenaje póstumo a uno de los mejores escritores contemporáneos de México, René Avilés Fabila. En la portada de la obra, se observa al escritor –cuando tenía cerca de los 31 años de edad- junto a la tumba de Oscar Wilde, debido a que éste fue una de las figuras literarias más admiradas por el autor mexicano.

“¿Cuánto le debe a los libros? Creo que más de lo que imagino”, apuntó Rosario Casco Montoya al citar al autor en la presentación del libro en la Feria Nacional del libro en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

La viuda del escritor, quien fuera galardonado en 1997 con el Premio Colima al Mejor Libro de Narrativa publicado, destacó que el ejemplar de 236 páginas es como un “libro hermano”, dedicado al análisis de la obra de autores nacionales como Juan Rulfo, Óscar de la Borbolla, Elena Garro y Octavio Paz. 

Retablos y altares de la literatura universal, es un catálogo personal de preferencias estéticas –literatura y música–, que incluye además un álbum fotográfico de sus familiares y amigos. Se muestran además parte de los escritos que alcanzó a seleccionar el también catedrático universitario antes de morir en octubre del año pasado.

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Por el momento, en declaraciones de Rosario a Excélsior, se prepara para el próximo año una segunda parte de este proyecto, dedicado principalmente a escritores mexicanos que admiraba el autor Réquien por un suicida de 1993.

“Le faltó tiempo. Ya quería dejar el periodismo y la docencia para dedicarse a escribir de tiempo completo”, expresó Rosario Casco, quien además insiste en la creación del Museo del Escritor, que desde tiempo atrás la Fundación René Avilés Fabila ha venido realizando gestiones a fin de disponer de un inmueble adecuado para montar un museo de estas características. “México carece de un museo del escritor, el legado de muchos novelistas, poetas y dramaturgos se ha perdido irremisiblemente”.

“Tenemos que darle seguimiento a este proyecto que por años gestionó René Avilés Fabila. Es importante retomarla y buscar la manera en que las instituciones de cultura y educación oficiales y particulares, para que contribuyan a buscar la forma de establecer un museo donde sea posible preservar archivos, libros, fotografías y objetos que pertenecieron a nuestros más grandes escritores”, concluyó Casco Montoya.

Por otra parte, en aquella primera presentación del título publicado por la BUAP, el maestro de literatura hispanoamericana por la BUAP, Ricardo Cartas, manifestó que el libro plasma la característica obra del también fuera colaborador de la Revista Siempre!, que además de ser fundamental en la literatura mexicana, se habla del humor irónico presente en sus obras, insertada no únicamente en la literatura de la onda -donde normalmente se le sitúa-, sino también en contextos relativos a la fantasía, la memoria y el periodismo.

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