Una crítica a la burguesía escandinava, encarnada por el conservador de un museo de arte contemporáneo en Estocolmo, que prepara una exposición ambiciosa, centrada en ensalzar los valores universales, por medio de un simple cuadrado trazado en el suelo, es la historia The Square, del cineasta Ruben Östlund, película ganadora de la Palma de Oro, uno de los premios más destacados concedidos en el circuito cinematográfico.

“El mundo occidental está completamente idiotizado; solo quedan la constatación de la debacle y algún intento de rebelión”, expresó el creador sueco, al recibir tan reconocido premio en la 70ª edición del Festival de Cannes.

Östlund, quien ya había ganado el premio de la sección oficial “Un certain regard”, con su película Force Majeure (2014), aprovecho la oportunidad para celebrar y recordar a otros compatriotas que han sido también galardonados en el festival, entre ellos a Roy Andersson y Haneke, haciendo énfasis en el paralelismo entre el mundo del arte contemporáneo y el del cine.

“Aquí en Aquí en Cannes he visto ejemplos simbólicos. Como que vi atropellar el otro día a un peatón en un paso de cebra, un sitio como la instalación The Square, la obra de arte que da nombre a la película en el que un ser humano debería de sentirse seguro. Y te aseguro que en Escandinavia nos tomamos muy en serio lo de los pasos de peatones”.

El director Ruben Östlund gana la Palma de Oro con 'The Square'

El director Ruben Östlund gana la Palma de Oro con ‘The Square’

 

Por su parte, Pedro Almodóvar, presidente del Festival de Cannes, señaló que Östlund realizó con maestría un filme extremadamente divertido. “Habla de lo políticamente correcto, que es como una dictadura. Este tema tan serio fue tratado con una imaginación increíble”.

En esta edición, Cannes entrego otros reconocimientos, como el Gran Premio del Jurado, a la película 120 battements par minute, del francés Robin Campillo, quien cuenta la historia de los auténticos héroes de la lucha contra el sida.  Sofia Coppola, se llevo el Premio de dirección, por La Seducción, así como el Premio de Jurado, otorgado al filme Nelyubov (Loveless), de Andrey Zvyagintsev.

Ruben Östlund, (Noviembre, 1973), empezó su carrera dirigiendo películas de esquí en los años 90. Posteriormente, estudió en la escuela de cine de Goteburgo, donde se graduó en 2001. Fundó, junto al productor Erik Hemmendorff, la casa productora Plattform Produktion, que realiza sus películas.

En 2004, su film Gitarrmongot (The Guitar Mongoloid) ganó el premio “Fipresci” en la edición 27 del Festival Internacional de Cine de Moscú. En 2009, su corto Händelse vid bank (Incident by a Bank) ganó el Oso de Oro a mejor corto en el 60 Festival Internacional de Cine de Berlín y el Gran Premio en el Tampere Film Festival en 2011. Además, en 2008 dirigió De ofrivilliga (Involuntary) y en 2011 Play, filme que abordar los asuntos más delicados sobre la delincuencia, el racismo y la integración en Europa.

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