Hace apenas un par de días que el director del FBI, James Comey, fue despedido fulminantemente por Donald Trump. Este viernes, el ex funcionario reveló que en una cena privada después de su toma de poder el pasado 20 de enero, el magnate inmobiliario le pidió que le jurase lealtad, al más puro estilo del nazismo a su fuhrer. Comey dijo que él se comprometió a ser honesto, pero declinó dos veces seguidas ofrecerle la lealtad que le requería el magnate. Según él, este habría sido el preludio de su despido.

Lo anterior fue revelado por el periódico The New York Times y al momento fue desvirtuado por Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca, quien explicó que las afirmaciones de Comey no eran precisas pues, según ella, el presidente nunca le exigiría “lealtad personal”, sino lealtad al pueblo y a la patria. Tras haber despedido al funcionario, Trump quiso asegurarse de que mantendría la presión fuerte y lo amenazó en uno de sus recurridos mensajes a través de redes sociales diciendo lo siguiente:

“¡James Comey mejor espera que no haya ‘cintas’ de nuestras conversaciones antes de que él comience a (hacer) filtraciones a la prensa!”.

También comentó en una entrevista para la cadena NBC que “Comey era un fanfarrón” y que el FBI estaba en un descontrol.

En contramedida, Trump anunció que suspendería las ruedas de prensa y que sólo presentaría respuestas por escrito “en beneficio de la rigurosidad”, una actitud que lo expone ante una nueva crisis presidencial con los medios de comunicación, a los que constantemente ha calificado como deshonestos e imprecisos. Esta situación destapó un lado más del actual mandatario estadounidense, al que ya consideran como un gobernante imprudente al frente de la nación más poderosa del mundo.

Por si esto fuera poco, Comey también reveló que Trump se mostró abiertamente preocupado por las investigaciones sobre la trama rusa de su equipo de trabajo a tal grado que le preguntó al ahora ex funcionario del FBI: “¿Si fuese posible, me haría usted saber si estoy bajo investigación?”. A lo que Comey contestó: “Usted no está bajo investigación”.

De cualquier manera, Comey declarará el próximo martes a puerta cerrada ante el Comité de Inteligencia del Senado, donde se tratará el tema de su despido y las presiones presidenciales ha recibido al respecto.

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