Gran Bretaña y Alemania han tenido una interesante situación al tener a una mujer como gobernante. En el primer caso nos referimos a Margaret Thatcher. En el segundo, la referencia es indiscutible hacia Angela Merkel, la canciller que ha logrado colocar a Alemania en los primeros lugares del ranking mundial en avances económicos, políticos y estratégicos. Ha permanecido al frente el gobierno alemán durante 17 años, superando a tradicionales líderes políticos de esa nación como Konrad Adenauer, con 14 años, y a Helmut Khol, con 16.

Fue reelegida dos veces en el cargo y ya se ha anunciado que también buscará una nueva postulación en octubre de este año al frente de la Unión Demócrata Cristiana. Se habla incluso de que podría ganar los comicios con un 37 por ciento por encima del 22 por ciento de los demócratas; sus rivales más cercanos.

Su liderazgo ha sido bien reconocido no solo por su pueblo, sino por otros líderes internacionales como el mandatario chino Xi Jinping, con quien mantiene una fuerte alianza en defensa del libre comercio. Merkel logró superar la crisis de 2008 ocasionada por Estados Unidos, y su gobierno ha propiciado una mayor confiabilidad de Alemania en los circuitos internacionales.

Sin embargo, otros, como el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no solo la han tratado con descortesía al desairarla a estrechar su mano durante una reunión en la Casa Blanca, sino que ha cuestionado su liderazgo político y el éxito comercial germano. Durante su gira por Europa, Trump calificó la economía alemana como “muy mala” y señaló que Berlín mantenía un superávit de más de 30 mil millones de dólares, que ha obtenido aprovechándose del mercado estadounidense.

Días después, Merkel simplemente dijo que era necesario empezar a pensar en un proyecto diferente al de la “alianza” y tal vez contar con Estados Unidos y Gran Bretaña solo como “amigos”. Tras las cumbres del G7 y de la OTAN, Merkel dedujo que la actitud de Trump ponía en cuestión los valores democráticos y occidentales “como nunca antes lo habíamos visto en un presidente de Estados Unidos”.

Merkel visita México

Este fin de semana, la canciller alemana realiza una visita de Estado en México, en medio de una situación de constante presión por parte del gobierno trumpista, que ha exhibido a Alemania, al igual que a México, como un enemigo global.

“Angela Merkel viene formalmente a la clausura del Año Dual México-Alemania. Su visita enfatiza las estrechas relaciones que han sostenido ambos países. El Año Dual se planeó, y en gran parte se llevó a cabo, antes del cambio hemisférico que significó la toma de protesta de Donald Trump como presidente de Estados Unidos”, dijo Birgit Lamm, directora para América Latina de la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad. “Esta relación, que ya antes de Donald Trump representaba un gesto de reconocimiento para fortalecer las buenas relaciones entre ambas naciones, es ahora sumamente relevante”. explicó.

La visita de la canciller federal Merkel tiene como uno de sus objetivos principales afianzar la relación comercial con México, es por ello que viajará acompañada de una importante delegación empresarial, con el propósito de ampliar y fortalecer los vínculos comerciales y de inversión entre ambos países,

Su visita responde a la invitación que el presidente Enrique Peña Nieto le extendió durante su visita de Estado a Alemania, en abril de 2016. En este marco, ambos mandatarios evaluarán el estado que guarda la relación bilateral y revisarán el avance de los compromisos que ambos países han establecido durante los últimos años.

Aliados estratégicos

Ha sido precisamente la actual situación de hostilidad por parte de Trump la que ha inducido a una más fuerte alianza mexicano-germana en momentos en que el magnate inmobiliario mantiene una constante presión sobre México a través de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

“Alemania y México son aliados estratégicos en muchos temas globales como el cambio climático y el libre comercio. Dado que la administración del presidente Trump quiere distanciarse de estos proyectos internacionales, el unir fuerzas en estos ámbitos es de suma importancia”, indicó Lamm. “La visita de la canciller, previa a la renegociación del TLCAN, puede considerarse también como un pronunciamiento claro en favor de estos intereses comunes y como un símbolo de respaldo hacia México en esta situación. La presencia de cerca de 2 mil empresas alemanas en México son una muestra clara del interés mutuo por mantener e incluso mejorar la economía del país.

Asimismo, se espera que ambos mandatarios intercambien puntos de vista sobre los principales temas de la agenda internacional, y explorarán nuevos espacios en los que México y Alemania puedan fortalecer su colaboración para hacer frente a los retos globales, en particular en el marco del G20. Alemania preside los trabajos del G20, cuya Cumbre de Líderes se llevará a cabo en Hamburgo los días 7 y 8 de julio próximo.

Alemania es el principal socio comercial de México en Europa y el quinto a escala mundial. En 2016, el comercio sumó más de 17 mil 800 millones de dólares. Además, Alemania es el sexto inversionista en México a escala mundial y el cuarto de la Unión Europa, con una inversión acumulada de 14 mil 708 millones de dólares (1999-marzo 2017). En nuestro país hay más de mil 900 empresas con capital alemán, que generan 120 mil empleos.