Entrevista con Jaime Enríquez Félix y Rosalba Bueno

El escenario que depara la elección del próximo año es por demás complejo, ya que no hay un panorama claro que defina quién podría tener un triunfo sin contratiempos.

En el ambiente político persiste la idea de un posible triunfo del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador —¿será que la tercera es la vencida?— aunque muchos advierten que ni él ni ningún otro partido político podrá ganar si va solo; es necesario aliarse con otras fuerzas políticas.

Sin embargo, tal parece que el exjefe de Gobierno del Distrito Federal no lo ve ni lo piensa así, ya que el pasado 11 de junio descartó una alianza con el PRD para las elecciones presidenciales de 2018, distintos miembros del sol azteca criticaron al aspirante presidencial, entre ellos su secretaria general, Beatriz Mojica, que escribió en su cuenta de Twitter: “Lo que hace López Obrador es una ruta al fracaso, no se aprendió la lección en el Estado de México y le hace el juego al PRI (…) Nadie podrá ganar solo en el 2018”.

Aunque al líder de Morena las críticas se le resbalan, no le afectan, no le importan, porque no es un hombre de equipo, pues “cuando juegas en equipo llegas al poder, eso es que el PRI sabe hacer muy bien, con todo y sus defectos, es algo que el PAN supo hacer en un tiempo y el PRD apenas se está dando cuenta que o juega en equipo o lo pierde todo”, señala Rosalba Bueno, doctora en psicología y uno de los fundadores de la Sociedad Psicoanalítica de México.

“López Obrador no sabe jugar en equipo, la gente que tiene ahorita a su alrededor tiene una actitud hacia él de adoración total, él es el César. Una vez que se viera en el poder, si logra llegar, haría lo mismo que está haciendo Donald Trump, puras tonterías. Se comportaría igualito que nuestro vecino,  porque seguramente lo está siguiendo como figura política,  es lo que él dice, lo que él es y no oye a nadie”.

Además algo que ha fortalecido al tabasqueño es ver que aun cuando Trump decía: “yo soy el rey y hacía lo que se le pegaba la gana, la gente voto por él, y lo peor de todo, ganó”,  dice la psicóloga veracruzana.

Rosalba Bueno explica a Siempre! que ante la necesitad de los mexicanos de una figura fuerte, paterna, una vez que López Obrador estuviera en el poder sí se metería —el propio Andrés Manuel— el pie, porque no sabe jugar en equipo “y no puedes dirigir un país como si fueras Hitler, Hugo Chávez, Fidel Castro, tienes que saber compartir, saber integrar, escuchar las voces que están a tu alrededor, hacer equipo, y él cree que tiene la verdad absoluta”.

 

Autoritarismo tabasqueño

Por su parte, Jaime Enríquez Félix, exfundador del PRD, coincide con la psicóloga al afirmar que el aspirante presidencial morenista es “autoritario como Stalin en la izquierda o como los tiranos más importantes de la historia, no importa el color, si es de izquierda o derecha, él es un hombre autoritario y absolutamente inseguro, desconfía de todos, incluso de sus hermanos. Es inseguro, no mantiene la mirada ante nadie, inculto, falso, dice que ha escrito libros, y es mentira, él no escribe ni una cuartilla. Sus discursos de hace algunos años eran sobre Villa, Zapata, Juárez, pero hoy los ha cambiado por los tiranos del poder, es un hombre pragmático en la política, sí es un buen político en la manera como construye, pero cuando construye todo lo derrumba, es mejor destructor que constructor”.

“Piensa que solo él tiene la razón, que es el único que sabe lo que hay que hacer para sacar adelante este país, si quieres o estás con López Obrador tiene que ser al 100 por ciento o estás fuera”, asegura la doctora Bueno.

 

El eterno candidato

Por eso, apunta Jaime Enríquez, le cerró la puerta al PRD para el 2018, por eso no quiere construir un frente de izquierda que saque al PRI de Los Pinos, porque “Andrés Manuel tiene que ser candidato en el 2018 a toda costa, todo el tiempo, no está buscando ganar una elección, sino competir y hacerlo la mayor cantidad de veces. Cuando está a punto de ganar, como en el 2006, no defiende su elección, como ahora en esta elección pasada en el Estado de México, en donde no hará un movimiento postelectoral. No le importa y no defenderá la elección”.

“Cuando Higinio Martínez, Yeidckol Polevnsky, Alejandro Encinas fueron candidatos no defendió la elección y tampoco lo hará con Delfina Gómez”, afirma Enríquez Félix.

El exlíder del sol azteca en el Estado de México añade que lo que hace López Obrador de no ir en alianza con el PRD en el 2018 “es eliminar ya la posibilidad de una coalición general, pero este golpe que da al PRD favorece fundamentalmente al PRI, que no tendrá una coalición en contra, favorece también al PAN de alguna manera, porque no se le echará la izquierda en bola”.

López Obrador piensa que es el hombre del proyecto permanente, porque es un mal gobernante. Nunca ganó una elección ni siquiera en Tabasco, de donde es originario, la elección que ganó en la Ciudad de México gracias a Rosario Robles, que era la jefa de Gobierno y quien operó la campaña”.

No sabe gobernar

El experredista agrega que cuando López Obrador estuvo en el gobierno de la Ciudad de México “eran complicaciones para su vida, dificultades, actitudes muy autoritarias, no puede ni sabe gobernar. Gobernar es una función más amplia, vigilar todo, su tesorero le estaba robando y no se entera, es decir, no revisaba el fondo público, las finanzas. Andrés Manuel es un hombre que no puede operar un Estado, ni un municipio, ni una nación, es un grillo que puede agitar las masas como lo hizo con los pozos petroleros, en el plantón de Reforma, como lo ha hecho toda su vida,  pero  no es capaz de ganar una elección”.

“Él lucha —dice Enríquez Félix— para derrumbar la mafia del poder, pero se asocia con ella, en 1988 Manuel Bartlett —entonces secretario de Gobernación y presidente de la Comisión Federal Electoral—  nos robó la elección presidencial, cuando Cuauhtémoc Cárdenas compite contra Carlos Salinas de Gortari; se asocia con todos los desechos, articula al poder para avanzar, pero a la hora de crear sus esquemas se convierte en una burbuja”.

 

¿Enemigo a vencer?

Para el politólogo mexiquense, “López Obrador no es el enemigo a vencer, porque los priistas están seguros que vencerán, pero es el enemigo que tienen que quitar de en medio, porque hace ruido, porque molesta, porque se puede colar y ahí está el riesgo, porque sí es un hombre que a base de la agitación, de mentiras,  de un México viejo que quiere sí tiene su encanto, pero lo que no podemos hacer es dejar de entender lo siguiente: al PRI le ganamos con Cuauhtémoc 2 a 1 y al PAN 3 a 1, con alianzas, cuando vamos solos, cualquiera, ya en nuestra nueva época, es imposible ganar”.

Henríquez Félix advierte que hay que esperar, porque con López Obrador nunca se sabe, dice una cosa y hace otra, así que la advertencia de no ir con el PRD en el 2018 puede cambiar, “el papá de Andrés Manuel fue Cuauhtémoc Cárdenas, lo apoyó para que fuera presidente del partido a nivel nacional, para que fuera jefe de Gobierno del Distrito Federal, lo protegió, lo cuidó mucho cuando la toma de los pozos petroleros en Tabasco, es el constructor de su imagen y a quien más le pega Andrés es a Cuauhtémoc, trae una deslealtad con quien está arriba y le compite y con quien está abajo nunca lo dejará llegar”.

“El tabasqueño no confía en nadie, es una de sus peores debilidades, no escucha a nadie y no incorpora ideas de nadie, por supuesto no tolera la crítica,  obviamente a nadie le gusta, pero en su posición él tendría que escuchar críticas, tener un equipo que lo aconseje, porque no hay manera de que tengas una visión de 180 grados y cubierta toda la periferia de todo lo que sucede en México, pero si va solo no lo hará bien, aunque igual, se cuela por ahí como nuestro vecino del norte”, dice la doctora Rosalba Bueno.