Entrevista con Ricardo Pascoe | Exmilitante del PRD

En los comicios del próximo domingo en el Estado de México se vaticina una jornada de sorpresas, dada la competencia cerrada entre el PRI y Morena, y donde el PRD y el PAN se disputarán el tercer y cuarto sitio. El Instituto Nacional Electoral ha descartado los focos de alerta y se garantiza la seguridad del proceso electoral. Lo cierto es que  las estructuras de los partidos están listas y los caza mapaches de la CNTE ya se encuentran en la entidad para “defender a Morena”.

Siempre! platicó con Ricardo Pascoe Pierce, quien fuera delegado del PRD en la delegación Benito Juárez, quien habla sobre las expectativas de estos comicios, considerados una antesala para la elección presidencial de 2018.

“Vemos un fenómeno de posibles sorpresas. Recordemos que en comicios pasados todas las encuestas daban al PRI la victoria en elecciones estatales y tuvieron una derrota sorpresiva. El entonces presidente del PRI Manlio Fabio Beltrones anunciaba el carro completo como ahora lo hace Enrique Ochoa, el actual presidente del PRI.

Ricardo Pascoe Pierce.

Pero lo pongo en contexto, el hecho de que en Veracruz, Nayarit y Coahuila, los partidos opositores al PRI tienen una alta probabilidad de ganar, según encuestas. Veracruz es el tercer padrón del país y se vaticina una fuerte derrota al PRI. Coahuila y Nayarit estarían en el filo de la navaja y en ese ambiente de retroceso, el Estado de México no puede hacerse a un lado.

Sin embargo, aun ganando el PRI sería una derrota para ese partido porque el hecho de compartir los sufragios implica que ya no tiene un semillero de votos y lo coloca en una situación muy precaria para las elecciones de 2018. Ganando o perdiendo hablamos de una competencia muy cerrada en el Estado de México; según las últimas encuestas, Del Mazo y Delfina están prácticamente empatados.

Ahora, el triunfo de Delfina tendría un efecto psicológico y político muy importante para Morena y para López Obrador en su competencia hacia el próximo año. Sin embargo, aunque Obrador esté bien posicionado para 2018, no quiere decir que tenga un triunfo asegurado, porque uno de los problemas que tiene Morena, en contraste con el PRI, PAN o PRD, es que no tiene aún una estructura nacional consolidada.

Morena no ha demostrado aún su presencia nacional. Tiene presencia en la Ciudad de México, en el Estado de México, y que proviene del saqueo que hace de las bases perredistas, pero Morena, perdió las elecciones en Tabasco —estado de donde proviene Andrés Manuel— y Guerrero, y frente al PRD en estados como Michoacán y Oaxaca, donde la izquierda tiene una fuerte presencia.

Creo que hay una alta probabilidad de la judicialización de las elecciones en el Estado de México con o sin la victoria de Morena, pero si pierde Morena lo hace más probable, que además le convendría a Andrés Manuel denunciar fraude y seguir colocándose como el campeón de las causas populares justas pero sufridas.

El PRD ha frenado su caída

El PRD ha frenado su caída psicológica, y su caída real electoral se ha frenado esa tendencia. Ha demostrado que sigue siendo un partido con una propuesta política, con un muy buen candidato Juan Zepeda, incluso mucho mejor que Delfina Gómez, que está a la zaga y siempre a la sombra de López Obrador. Zepeda ha fortalecido el PRD y ha creado la expectativa de que en una competencia electoral para 2018 sea de tres tercios entre PRI, PAN y Morena, y el PRD con un potencial de votos del 10 o 12 por ciento, que podría ser la balanza que pudiera inclinar una elección hacia un lado u otro. Si Andrés Manuel no cuenta con los votos del PRD, le será imposible ganar la Presidencia de la República. Es un tema matemático, no de popularidad ni de aprecio.

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