Es infinita la capacidad del gobierno capitalino para arruinar la vida de sus gobernados. Obras inconclusas, lentísima circulación, pésimo transporte colectivo, falta de agua potable, inseguridad generalizada, inundaciones cada vez más catastróficas y ahora, como si no tuvieran mejor cosa qué hacer, los ciudadanos deberán dividir la basura en cuatro categorías que los camiones del servicio (sic) de limpia (resic) pasarán a recoger en diferentes días.

Para las doctas autoridades de la ciudad de México, los “orgánicos” (así, convertido el adjetivo en sustantivo) son residuos sólidos biodegradables como restos de verduras, hortalizas (¿las verduras no son hortalizas?), frutas, pasto, flores, hojarasca, ramas, residuos de alimentos, cascarones de huevo, restos de café y té, pan, tortillas, productos lácteos sin recipiente y huesos. La recolección se hará martes, jueves y sábados.

Los “inorgánicos reciclables” son los productos reutilizables mediante reciclaje como papel, cartón, ropa y textiles (que por cierto también son orgánicos y biodegradables); plásticos, vidrio, metales y envases tetrapak (¿de otras marcas comerciales no?), los que supuestamente serán recolectados miércoles, viernes y domingos.

Los “inorgánicos no reciclables” son, según las lumbreras que gobiernan la ciudad, toallas sanitarias, calzado y colillas de cigarro (que por cierto son productos en parte orgánicos y biodegradables), así como unicel, bolsas de frituras y “caritas”, que sabrá Mancera qué es eso. La recolección se hará miércoles, viernes y domingos.

Por último, están los “residuos de manejo especial o voluminosos” como televisores, computadoras, celulares, colchones, muebles rotos, refrigeradores y lavadoras (los que son casi totalmente reciclables) que se recolectarán los domingos.

De las 13 mil toneladas de basura que se producen diariamente, según las autoridades, se pretende que dos mil toneladas se reciclen, que otras dos mil vayan a “plantas de biodigestión” y mil 300 se depositen en rellenos sanitarios. ¿Y las siete mil 700 toneladas restantes? Quién sabe.

El servicio de recolección de basura, de por sí caótico y bajo un implacable régimen de corrupción, es ahora insuficiente con sus dos mil 500 camiones, tres mil 600 empleados y 8 mil carritos de barrenderos de a pie. ¿Alguien puede creer que los camiones de basura harán diez visitas semanales, cuando en muchas zonas no pasan más de dos o tres veces al mes? Pues no, pero eso a nadie le importa, a nadie de los que cobran por “gobernar” la sufrida ciudad de México.