México se ha convertido en el cuarto país que más dinero recibe derivado del envío de remesas. De acuerdo a un informe presentado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) tan sólo en 2016, nuestra nación recibió más de 28 mil 500 millones de dólares por este concepto. Además, a nivel mundial esos flujos alcanzaron los 445 mil millones de dólares, lo que significó un aumento del 51% en comparación con 2007.
En su informe “Enviando dinero a casa”, la agencia que pertenece a la ONU, destaca que los países desde donde sale más dinero son: Estados Unidos, Arabia Saudita, Rusia, Emiratos Árabes Unidos, Alemania, Kuwait, Francia, Qatar, Reino Unido e Italia.
En tanto que los cinco principales países que reciben dinero por este concepto son: China, India, Filipinas, México y Pakistán. Mientras que en América Latina la lista es encabezada por México, Guatemala, República Dominicana, Colombia, y El Salvador.
Según este informe desde el 2007, las remesas han ido en aumento. En promedio se han incrementado anualmente 4.2 por ciento, lo que las ha hecho pasar de 296 mil millones de dólares hace 10 años a 445 mil millones de dólares en 2016.
Pese a que el incremento en las remesas ha llegado a beneficiar a todo el mundo, en Asia se ha dado un aumento del 55 por ciento de los flujos, en tanto que en América Latina se concentra el 16 por ciento, Africa 13 por ciento, Europa 10 por ciento y el Cercano Oriente y el Cáucaso 6 por ciento.
El documento destaca que cerca de 800 millones de personas son beneficiadas con el envío de dinero de más de 200 millones de trabajadores migrantes, el cual representa el 60 por ciento de los ingresos de esos hogares.
El FIDA estima, que de los 200 millones de migrantes que envían las remesas, la mitad son mujeres lo que podría ayudar que haya una mayor equidad de género y al empoderamiento femenino.
Este informe del FIDA se presenta víspera del comienzo del Foro Mundial sobre Remesas, Inversión y Desarrollo que se llevará a cabo hoy mañana en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.