De una manera original para saber más sobre Eduardo Galeano, esa figura tan intensa como fascinante que cultivó la amistad con Fidel Castro y Salvador Allende, que frecuentó al subcomandante Marcos en Chiapas y vibró con Nicaragua en plena Revolución, es lo que ofrece “Eduardo Galeano, un ilegal en el paraíso”, un libro que traza magistralmente el perfil de uno de los escritores más queridos por el gran público, y recorre una región que él supo contar como nadie.

“Tras el recorrido de estás páginas esperamos que el lector no sólo conozca mejor a Galeano, sino también los asuntos que lo obsesionaron toda su vida. Porque a un periodista se le conoce por aquello sobre lo que escribe. Por eso, este es un homenaje a Galeano a través de los temas de Galeano”, expresa el editor del ejemplar, el poeta y periodista Roberto López Belloso, quien construyó el notable perfil del escritor paraguayo, a partir de esbozar los encuentros con la viuda del escritor, Helena Villagra.

El libro de editorial Siglo XXI, realizado como un homenaje por parte de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), muestra varios textos de cronistas latinoamericanos como José Luis Novoa (Colombia), Álex Ayala Ugarte (Bolivia), Sabrina Duque (Ecuador), Daniel Gatti (Uruguay), Mónica Ocampo (México), Claudia Antunes (Brasil) y Federico Bianchini (Argentina), entre otros.

También fueron incluidos tres capítulos especiales con textos de tres amigos suyos: Abrazo de palabras, de la escritora y periodista Elena Poniatowska; Juntos en la tempestad, del fotógrafo brasileño Sebastião Salgado,La casa de las palabras, del cantautor catalán Joan Manuel Serrat.

“Galeano, se fue despojando uno a uno de todos los atributos de la gloria, de todas las prebendas y los reconocimientos y llegó limpio al final de su vida, desnudo de afeites”, se puede leer en el texto de la escritora mexicana, Elena Poniatowska, quien revela que cuando leyó sus libros adquirió una conciencia que le hacía mucha falta.

Por su parte, Ernesto Samper Pizano, secretario general de Unasur, en las Palabras preliminares, advierte que hablar de Galeano, es evocar no sólo la riqueza de su obra, sino de un pensamiento visionario, ceñido a un acontecer signado –haciendo uso de su propia ironía- por la indiferencia, la desigualdad, la otredad, la indignación de los hijos de todos los días en nuestros pueblos. Asegura que el autor de Las aventura de los dioses y El fútbol a sol y sombra, es la voz que puso nombre a mucho de lo que hoy somos.

Eduardo Galeano, un ilegal en el paraíso, de igual manera muestra, mucho del periodismo, ensayo y narrativa que convivieron en el escritor (septiembre, 1940 – abril, 2015), siendo ante todo un cronista de su tiempo, certero y valiente, que retrato con agudeza la sociedad contemporánea, penetrando en sus lacras y en sus fantasmas cotidianos. Lo periodístico fue la vertebra su obra de manera prioritaria.

A los 14 años inicio su oficio periodístico en el semanario socialista El Sol, en el que publicaba dibujos y caricaturas políticas que firmaba como “Gius”. Posteriormente fue jefe de redacción del semanario Marcha y director del diario Época. En 1973 se exilió en Argentina, donde fundó la revista Crisis, y en 1976 continuó su exilio en España. A su regreso a Uruguay en 1985, fundó y dirigió su propia editorial (El Chanchito), publicando a la vez una columna semanal en el diario La Jornada. A partir de ahí, su literatura y periodismo se distinguía por cierto tinte político.

Las Venas Abiertas de América Latina (1971), fue una de las obras más populares y citadas del escritor; condenando la opresión de un continente a través de páginas brutalmente esclarecedoras que se sumergen en la amargura creciente y endémica de América Latina. Esta obra ha sido traducida a dieciocho idiomas y mereció encendidos elogios desde diversos sectores.

“En el fondo, uno busca a Dios en los demás. O en la naturaleza, entendida como una bella energía del mundo, que es a la vez terrible y hermosa”, de esa manera respondió Galeano, al ser cuestionado sobre su fuerte relación con la religión cristiana, quien propuso con su obra cambiar el mundo como una forma alternativa de encontrar a Dios.